Antes, el régimen Ortega-Murillo secuestró y desterró al sacerdote que la organizaba junto a la comunidad. Corinteñas y corinteños aseguran que el orteguismo quiso siempre “echarle mano”, debido a que era la actividad más importante del municipio y mueve a todos los ciudadanos.
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El régimen Ortega-Murillo ha ordenado la asfixia total de las parroquias en su guerra contra la Iglesia Católica. La represalia comenzó en Corinto dónde la alcaldía que controla, tomó como suya la organización de “La Feria Gastronómica del Mar”, una actividad que año con año realizaban los religiosos para recaudar fondos para caridad.
La “Feria Gastronómica del Mar” la creó la parroquia Santo Tomás Apóstol en coordinación con el Comité Parroquial de la ciudad. En el evento, que este año cumpliría 28 años, se ofrecían más de cincuenta platos con los frutos del mar que recolectaban y daban como ofrenda los pescadores locales, previos a las fiestas patronales de la Santa Cruz cada 3 de mayo en Puerto de Corinto.
Este año, el régimen se apoderó de la actividad luego que secuestró y desterró al párroco de la ciudad, el sacerdote Marcos Francisco Díaz Prado el 28 de diciembre del año pasado.
“La Feria Gastronómica del Mar” tiene sus orígenes en el año 1996, cuando a doña Tere Arana (Q.E.P.D), una altruista corinteña se le ocurrió vender comida en los alrededores de la plaza central de la ciudad portuaria.
Arana vio la posibilidad de promover el arte culinario local con base en productos del mar y al mismo tiempo, recaudar fondos para el sostenimiento de todas las obras sociales católicas como el Hogar de Ancianos “Santa Eduviges”, que atiende la parroquia de este municipio.
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ToggleCorinto perdió a su sacerdote y a su Feria del Mar
Los corinteños lamentan que el régimen les arrebate una de las actividades sociales más antiguas de su ciudad y aseguran que en estos momentos sienten que han perdido “doblemente”. “Primero perdimos a nuestros guía espiritual, al padre Díaz, y ahora nos arrebatan la feria a la comunidad religiosa. ¿Qué se creen estos señores sandinistas”, dice en tono muy molesto don Alberto.
Don Alberto dice que conoció al párroco Diaz Prado y era un sacerdote bien querido en su comunidad. “Esos políticos no son dueños del país, no tienen ningún derecho a hacer lo que hacen, dañan a la gente y roban sus cosas, sus bienes, sus ideas. No. Es inaceptable”, agrega molesto.
Otro ciudadano corinteño dijo coincidir con la molestia de don Alberto. Aseguró que por años, la alcaldía había querido “echarle mano” a la feria porque la comunidad asistía feliz para respaldar la causa de los ancianos. “Ahora no sabemos a dónde irán los fondos recaudados. Sabemos que mientras este señor (Daniel Ortega) siga en el poder, no vamos a recuperar la feria, pero todo queda en manos de Dios”, sentenció.
Los preparativos de “La Feria Gastronómica del Mar”, iniciaban cada año en el mes de enero, y siempre fue organizada por el Consejo Parroquial a la cabeza del sacerdote. El párroco que sustituyó a Díaz Prado, llegó algunos días antes de la Semana Santa pasada y consideró que debido a las circunstancias por la que atravesaba la iglesia con relación a la persecución gubernamental y el poco tiempo para la fecha de la feria, era mejor desistir este año. Las autoridades de la comuna, fieles a Ortega y Murillo, no desperdiciaron tiempo y montaron la actividad rápidamente con fondos de los corinteños.
Ciudadanos desconfían de todo
Durante la homilía del Jueves Santo pasado, el nuevo párroco Rommel Padilla, pidió paciencia a los corinteños y evitar dejarse arrastrar por las provocaciones. Dijo que si él hubiera llegado a Corinto unos cinco meses antes, hubiese tenido tiempo y contado con logística para organizar la feria. Algunos feligreses se declararon inconformes con la pasividad del padre y hay quienes se han declarado “inquietos” porque lo ven muy conforme con la represión local.
El religioso llegó de Managua. Fue párroco de la parroquia San Isidro Labrador, en el barrio El Coyolar y en febrero pasado, fue nombrado por la diócesis de León como párroco del templo Santo Tomás Apóstol en Corinto. Con él, suman cuatro los sacerdotes que han sido cambiados desde la crisis del 2018 por la Diócesis de Occidente. Algunos creen que los cambios, se deben a las críticas que han hecho al régimen en defensa de la población.
“En Corinto no queremos religiosos amigos de represores”, dijo un predicador católico de la comunidad, que cree que el sacerdote pudo ceder el espacio para que les quitaran la feria. “Aquí hemos defendido la fe con todo y vamos a seguirlo haciendo, esperamos que el padre esté a la altura de otros sacerdotes que no han bajado la guardia para defender a su iglesia”, dijo el ciudadano católico.
Abuelitos la pasan mal y régimen juega con nuevo párroco
Para algunos corinteños, era cuestión de tiempo para que el régimen controlara uno de los eventos gastronómicos más importantes a nivel nacional impulsado por la iglesia de ese municipio. En todo el país, “La Feria Gastronómica de Mar” de Corinto, es muy conocida y para ellos, es una tradición comunitaria que tiene como objetivo la caridad.
A mediados del 2023, el régimen de Ortega y Murillo, congeló las cuentas de la iglesia católica, entre ellos, el dinero recaudado hasta ese momento para la feria de este año, dejando a los ancianos del asilo “Santa Eduviges” en una situación precaria. “Hemos estado dándoles de comer migajas, lo poco que la gente puede donar y buenos católicos en el exterior que no olvidan a los abuelitos”, dice una trabajadora del centro de acogida.
Luego del destierro de monseñor Marcos Diaz, el comité organizador que preparaba “La Feria Gastronómica del Mar” renunció y este año la alcaldía conformó una nueva comitiva con 10 miembros, en el que figura como coordinadora general Aydalina Salmerón, la vicealcalde del municipio.
La parte contable quedó en manos de Débora Santamaría, también contadora de la comuna. Como premio de consuelo, dejaron en la directiva a otros miembros de la parroquia con cargos de poco valor. El padre Padilla fue invitado a formar parte del grupo en su calidad de director del Hogar de Anciano “Santa Eduviges”.
“El padre está de adorno, lo malo es que todo lo que se haga tendría su aval por estar ahí, es una bandidencia del régimen y mucha inocencia del religioso”, criticó un feligrés. Una fuente cercana al padre Padilla, aseguró que el religioso ha dicho que hay una promesa de que lo recaudado ayudaría al asilo y que eso es lo más importante por ahora. “Los ancianos no esperan, ellos necesitan cuanta ayuda puedan llevarles”, se defendió.