Aseguran que Rosario Murillo no quiso verse más represora de lo que es entre una militancia que sabe que no la quieren, por eso recurrió a un vocero confiable para El Carmen «Gustavo Porras».
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El Frente Sandinista en manos de Daniel Ortega y Rosario Murillo se ha convertido en una organización “porosa” que despierta con el terror de que cualquier día sea el último en el poder dicen voces críticas.
Los audios de Gustavo Porras, los que se filtraron hace unos días y en los que prohíben a sus simpatizantes a formar parte de grupos en redes sociales.
Para el analista Oscar René Vargas, los audios demuestran que el régimen padece el temor constante de una implosión social en la que para ellos ya no habría retroceso ni rescate por más violencia que utilicen. “Intentan que nadie de la gente que los sostiene se salga de la línea de control, porque saben que ese es el fin”, dice el analista.
A su criterio, el régimen vive un proceso de “declive” y creen que pueden frenarlo. “Buscan detenerlo antes que sea tarde”, advierte el analista.
“Lo que vemos ahora es una organización porosa a quienes las redes sociales los aterra, por el poder de convocatoria que a ellos ya los han superado antes”, dice por su lado la exguerrillera sandinista Mónica Baltodano, al recordar que la rebelión de abril de 2018, nació en las redes sociales y se diseminó a través de ellas en poco tiempo en todo el país.
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ToggleProhibición de Gustavo Porras«“no nata”
Para la Baltodano, excompañera de armas de Daniel Ortega en el antiguo Frente Sandinista que vanguardizó una lucha armada popular contra la dictadura de la familia Somoza, que terminó sacándolo no solo del poder sino del país en julio de 1979, las restricciones que anunció el diputado Gustavo Porras “nacieron muertas”.
“Estas destinadas al fracaso, nacieron muertas”, dice. “Hay un claro miedo al uso de las redes porque es ahí donde los jóvenes comparten libre criterios, por ahí entran otras visiones, otras formas de ver el mundo y claro las verdades que se quieren ocultar”, señala.
En un audio del leal diputado del régimen, Gustavo Porras, filtrado hace unos días, él informó a la militancia orteguista que por órdenes del “compañero presidente comandante Daniel”, ningún simpatizante puede formar parte de grupos de whatsapp, u otra red social sin su autorización. “Todas nuestras acciones deben deben estar autorizadas por la Secretaría General del FSLN”, recomendó el diputado anulando la idea de que las redes sociales son un derecho individual.
Gustavo Porras un Vocero represivo
Porras llamó también a la militancia de su partido a que se cuiden de “trampas e intrigas” que se mueven en las plataformas. A muchos incluso les llamó la atención que fuera el diputado, el escogido, para un llamado tan sorprendente e inverosímil como ese.
A Dora María Téllez, la también exguerrillera opositora al régimen no le sorprendió que haya sido Porras. “Es un servil sin pensamiento propio. Repetirá lo que diga que debe decir”, critica a plomo.
Baltodano por su lado, cree que el Frente Sandinista ha elegido a Porras como un “vocero vertical” de mucha confianza de Rosario Murillo. “Ella (Murillo) necesita una figura como esa, sin decisión, que no reflexione sobre lo que debe decir”, señala.
“Si lo dice Porras en nombre de Ortega o Murillo, es como que lo digan ellos, y así queda claro para la militancia. Es una acción represiva contra la militancia en la que Murillo, que es la que lo idea, no muestra la cara porque saben que no la quieren”, acusa Baltodano.