El Informe “Nadie se va porque quiere” revela las violaciones de derechos humanos sufridas por nicaragüenses forzadas y forzados al exilio desde 2018.
En un evento organizado por diversas organizaciones de derechos humanos, se presentó el informe “ Nadie se va porque quiere”, un exhaustivo estudio que documenta las experiencia de 40 nicaragüenses en el exilio.
El informe, fue coordinado por la Unidad de Registro (UDR), Unidad de Defensa Jurídica(UDJ), Periodistas y Comunicadores Independientes de Nicaragua (PCIN), Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más, y la Iniciativa Mesoamerican de Defensoras de Derechos Humanos (IM- Defensoras), con el apoyo de American Jewish World Service (AJWS), expone las violaciones de derechos humanos que sufrieron estas personas antes, durante y después de su huida de Nicaragua.
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ToggleAnálisis del estudio: exilio nicaragüense
Eduardo González, sociólogo Peruano y experto en Justicia Transicional, explicó que el informe fue elaborado “con una metodología secuencial, que sigue la trayectoria de las personas exiliadas desde su decisión de salir del país hasta su llegada al país acogida.”
González apunta que las 40 entrevistas realizadas, aunque relativamente es pequeña la muestra en comparación con la diáspora y el exilio nicaragüenses , “ofrecen una visión valiosa.” El documento debe considerarse como una “invitación a profundizar en los hallazgos, que son fundamentales, pero no exhaustivos.”
El sociólogo, subrayó la importancia de visibilizar las voces de la diáspora en los procesos de justicia transicional, un aspecto que ha sido históricamente ignorado en estos mecanismos.
El Informe revela que el 55% de las personas entrevistadas “tuvo que salir de Nicaragua de manera abrupta,” sin poder regresar a sus hogares ni despedirse de sus seres queridos.
Los testimonios en el documento son anónimos debido a la persistente persecución que enfrentan tanto ellos como sus familias en Nicaragua.
Las entrevistas destacan el impacto psicológico, económico y social del exilio, y denuncian que el “ 65% de los entrevistados han sido víctimas o testigo de violaciones de derechos humanos en los países de acogida, incluyendo actos xenófobos, clasismo y racismo”.
“Las personas en el exilio enfrentan desafíos graves” dice representante de la ONU
Por su parte, Andrés Sánchez, representante de la Oficina Regional para América Central del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, quien también participó en la presentación, aprovechó para reconocer las lucha del pueblo nicaragüenses diciendo “quiero dar mi reconocimiento, porque continúan trabajando valientemente también desde el exilio y dentro de Nicaragua a pesar de los riesgos que esto conlleva.”
Sánchez ahondó en la situación de los nicaragüenses enfatizando “ las personas en el exilio enfrentan desafíos graves como adaptación a un nuevo entorno, incertidumbre legal, precariedad económica y separación familiar. Muchas han sido despojadas arbitrariamente de su nacionalidad, sus bienes han sido confiscados, y viven en condiciones inhumanas” describió.
Añadiendo, “el Alto Comisionado insta al gobierno (Ortega Murillo) a restituir la nacionalidad, devolver bienes confiscados y cesar la persecución(…) La Oficina del Alto Comisionado se compromete a escuchar sus historias y trabajar para que se respeten sus derechos.”
La abogada Alexandra López, una de las autores del informe, enfatizó la urgencia de abordar las violaciones de derechos humanos documentadas, destacando que “ la comunidad internacional debe actuar con decisiones para proteger a las y los nicaragüenses exiliados” y garantizar que sus voces sean escuchadas en los procesos de justicia, apunta.
La abogada remarcó que cada testimonio en el informe “es un recordatorio doloroso de la realidad que enfrenta, y nuestra responsabilidad es no permanecer indiferente.”
El informe concluye con un llamado a la comunidad internacional para que incremente sus esfuerzos en la protección y apoyo a los nicaragüenses exiliados, quienes , a pesar de la adversidad, siguen luchando por su derechos a regresar a una Nicaragua libre y democrática.