Cada 21 de noviembre, se conmemora el Día Mundial de la Pesca con el propósito de honrar a las comunidades pesqueras y destacar la importancia de la pesca sostenible en el mundo. Establecido en 1998 por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura(FAO), este día busca fomentar prácticas responsables que aseguren la salud de los ecosistemas marinos y la seguridad alimentaria global.
La pesca y la agricultura desempeña un papel relevante en la economía y la nutrición de millones de personas. Según la FAO “ la población consume más de 100 millones de toneladas anuales, lo que representa el 25% de la proteína alimentaria a nivel mundial”. Sin embargo, este recurso vital enfrenta graves amenazas como la sobrepesca, el cambio climático y la contaminación de los océanos.
“Más de dos tercios de las pesquerías del mundo están explotadas o en sobrepesca, y más de un tercio están en declive, debido a factores como el calentamiento global y la contaminación”, señalan informes recientes de las Naciones Unidas.
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ToggleEl impacto de la pesca ilegal y no regulada
Además de las prácticas legales pero insostenibles, la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR) representa una amenaza significativa. Según FAO, estas actividades ilícitas generan entre 11 y 26 millones de toneladas de pescado al año, afectando de manera directa a las comunidades más vulnerables.
La pesca INDNR no solo pone en peligro las especies marinas, sino que también está vinculada a delitos como el trabajo forzoso y el tráfico de personas, advierte la FAO.
“ El atún rojo, el bacalao, la merluza, el pez espada, las mantas y rayas, y algunas especies de tiburones están sobre explotadas y muy cerca del agotamiento” advierte la FAO. Especies clave para el equilibrio ecológico y el mercado pesquero mundial enfrentan un futuro incierto si no se toman medidas inmediatas.
Compromisos y desafíos en la pesca
Desde la adopción del Código de conducta para la pesca responsable en 1995 hasta el Acuerdo sobre Medidas del Estado Rector del Puerto en 2009, la comunidad internacional ha trabajado para frenar la pesca ilegal y garantizar la sostenibilidad. Sin embargo, la implementación de estos acuerdos sigue siendo un desafío en muchos países.
En este sentido, la FAO ha señalado que, “unos 170 países han suscrito el Código de Conducta para la Pesca Responsable, pero la captura ilegal de algunas especies de alto valor comercial supera con creces los niveles permitidos”.
Nicaragua reporta supuesto crecimiento sostenible en la pesca
La pesca y la acuicultura en Nicaragua han demostrado un notable desarrollo en los últimos años, con un supuesto crecimiento del 312 % en producción desde 2006, según Edward Jackson, presidente ejecutivo de INPESCA, según reporte del medio sandinista La Primerísima.
Este avance llevó a que en 2023 se alcanzarán 178 millones de libras de producción. Además, Jackson destacó que “las exportaciones pasarón de 33 millones de libras en 2006 a 118 millones del año pasado”, consolidando al país como un actor importante en mercados como China y Emiratos Árabes Unidos.
El impacto económico y social también ha sido significativo. Según Jackson, “ el consumo per cápita pasó de 5 libras en 2006 a más de 17 en la actualidad”, mientras que el empleo en el sector pesquero creció de 30 mil a 68 mil personas.
El presidente de INPESCA resaltó que más de 27 mil personas se han beneficiado de iniciativas de acuicultura a pequeña escala desde el 2020, mostrando cómo esta actividad ha impulsado emprendimientos y mejorando los medios de vida en comunidades rurales.
Responsabilidad compartida
En un mundo donde la población y la demanda de alimentos siguen creciendo, garantizar la pesca sostenible es más urgente que nunca. Tanto gobiernos como consumidores tienen un papel clave para proteger los océanos. Optar por productos pesqueros certificados y promover políticas internacionales efectivas son pasos esenciales para asegurar que los mares sigan siendo una fuente de vida para las nuevas generaciones.
“El futuro de la pesca sostenible empieza con nosotros” recalca la FAO, destacando la importancia de tomar decisiones responsables que protejan el equilibrio de los ecosistemas marinos y garanticen el sustento de millones de personas en el mundo.