Este 20 de diciembre del 2024 la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) emitirá su sentencia sobre el caso de Beatriz, un hito en la lucha por los derechos reproductivos en América latina.
Este caso, impulsado por organizaciones feministas salvadoreñas, ha sido un símbolo de resistencia contra las leyes restrictivas del aborto en El Salvador, donde más de una década de activismo busca erradicar las injusticias que enfrentan las mujeres en su derecho a decidir.
Indice
Toggle¿Quién era Beatriz?
Beatriz fue una joven salvadoreña con Lupus, una enfermedad que agravaba los riesgos de un embarazo. En 2013, enfrentó un embarazo inviable debido a la anencefalia del feto, pero el estado salvadoreño le negó un aborto terapéutico, ombligándola a continuar con un proceso que puso en peligro su vida y su salud. Pese las advertencias médicas, el embarazo avanzó y el bebé murió pocas horas después del nacimiento. Beatriz quedó con secuelas graves y falleció años después.
María Teresa Blandón, reconocida activista feminista, destacó que el caso representa una violación integral de los derechos de Beatriz. “El Estado salvadoreño violó todos los derechos de Beatriz: su derecho a la salud, a estar informada sobre su situación y a interrumpir un embarazo que a todas luces era inviable” señaló Blandón. “Arriesgaron innecesariamente su vida y la obligación a llevar un embarazo que iba a terminar en la muerte temprana del bebe”.
Leyes restrictivas que afectan a las mujeres y su salud
El Salvador es uno de los países con leyes más restrictivas en materia de aborto, y esta penalización absoluta afecta desproporcionadamente a las mujeres más pobres. “Han criminalizado emergencias obstétricas y les han impuesto penas de hasta 50 años a mujeres que enfrentan situaciones desesperadas. Esto no solo es injusto, es cruel” enfatizó Blandón.
La sentencia de la Corte IDH, según Blandón, puede marcar un cambio fundamental. “Las mujeres tienen derecho a decidir, no solo si quieren ser madres, sino en qué condiciones desean embarazarse. Ningún gobierno debería decidir qué mujeres deben vivir y cuales morir por razones vinculadas al proceso reproductivo”.
El caso de Beatriz, además de buscar justicia para ella y su familia, busca sentar un precedente para transformar las leyes que penalizan el aborto. “No somos criminales. Las mujeres tenemos derecho a servicios de salud de calidad y a condiciones dignas para ejercer nuestra libertad reproductiva. Esta lucha es por Beatriz y por todas” concluyó Blandón.
Se espera que la decisión de la Corte IDH sea un paso decisivo hacia el reconocimiento de los derechos reproductivos y la eliminación de leyes que criminalizan a las mujeres en países como El Salvador, Nicaragua y Honduras.