"A veces, uno quiere ofrecer precios favorables a los clientes, pero no podemos, porque todo está muy caro”, argumentó Angelina Valle, propietaria de la venta.
Por: Redacción Intertextual/ Voces en LIbertad/ contacto@intertextualcr.com
Doña Martha acostumbró a sus hijos Manuel y Enriquez, de seis el primero y de ocho el segundo, a que el desayuno en casa es siempre acompañado de un huevo: gallopinto con huevo o frijoles con huevo, más su café, su pan y de vez en cuando, algún trozo de queso frito.
Después de desayunar los va a dejar a la escuela “Rubén Darío” del barrio La Sabaneta en Granada. La madre, que se quedó sin trabajo formal desde la pandemia por Covid-19 que la despidieron de la textilera donde trabajó cinco años, dice para este reporte que desde hace cuatro meses, dejó de comprar huevos “porque se han puesto muy caros”.
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A 45 kilómetros de distancia, en el barrio 18 de Mayo, de la ciudad de Managua, doña Lorena Mercado, se declara agobiada cuando regresa de una de las pulperías de su barrio a dónde fue en busca de un par de huevos para su cena: “siete córdobas la unidad”, le dijo la pulpera. Dice que hace quince días, pagó el huevo a seis córdobas y hace un par de meses, a cinco.
“Angustia lo caro que es comer en el país, que un huevo mediano se encuentre en seis córdobas en las pulperías y en siete el más grande, es muy caro”, se lamenta. Ella siempre creyó que la idea de ir a las pulperías para resolver un tiempo de comida era una ventaja, y lo fue hace algunos años, no solo por el tiempo, sino también por el dinero, pero ahora está convencida que no. “Ya nada hay barato en esas ventas, pero la señora (la dueña) dice que ella compra caro también, se entiende”, añade resignada.
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ToggleHuevo en espiral alcista imparable
Mercado también admite que ha tenido que sacar al huevo de los desayunos y ha reducido su consumo. Señala por ejemplo, que antes, solía servirlo en su casa al menos un día de por medio, pero ahora, solo “le da la cobija” para dos veces por semana y “domingo salteados”. “Si hay el domingo lo hacemos, si no, no. Viene siendo como dos domingos al mes o algo así”, explica.
Ella cuenta que “ya ni se acuerda en qué año” compraba dos cajillas de huevo para la comida de la quincena de los seis miembros de su familia. “Si quiero hacer esa gracia hoy, necesito entre 250 y 300 córdobas en cada quincena, eso es mucho dinero y hay que comprar las otras cosas”, dice doña Lorena, que depende del salario de su esposo que trabaja en una fábrica como guarda de seguridad.
Rubén Arriola, miembro del Despacho de Consultoría de Gestor al Consumidor señala en su último informe de monitoreo de precios de la Canasta Básica, que la cajilla de huevos registra un incremento de cinco córdobas en los mercados de Managua. “Según su tamaño, se cotiza entre 150 y 155 córdobas”, indica.
En noviembre de hace tres años y octubre del año pasado, la cajilla de huevos llegó a costar 180 córdobas, siendo el precio más alto registrado en los últimos cinco años. En los últimos meses de este año, ha variado entre 150, 155 y 160 córdobas según las temporadas de alta demanda comercial como el inicio a clases o Semana Santa.
¿Por qué es tan caro el huevo en las ventas?
En promedio, los propietarios de pulperías ganan entre 20 y 25 córdobas por cada cajilla de huevos vendida, por lo que cada unidad lo ofrece entre seis y siete córdobas en dependencia del tamaño. En el caso de Managua, las familias los prefieren medianos y blancos. Fuera de Managua, se consume más el colorado y más pequeño, explica un intermediario del producto.
En la pulpería “Angélica” de la Colonia “Miguel Gutiérrez” de Managua, por ejemplo, la cajilla de huevos se vende hasta en 180 córdobas, y hace unas dos semanas, se ofrecían en 170 córdobas.
“Un taxista desde el mercado Oriental hasta mi casa, me cobra 250 córdobas por traerme mis compras. A veces, uno quiere ofrecer precios favorables a los clientes, pero no podemos, porque todo está muy caro”, argumentó por su lado Angelina Valle, la propietaria de la venta.
Avícolas: insumos por las nubes
En la avícola San José, existe un lote de 7 mil gallinas ponedoras. Su propietario, decidió invertir en la compra de maquinarias para preparar su propio alimento balanceado para las aves ponedoras, porque el quintal de ese producto se cotiza en el mercado en 1,165 córdobas. Se estima que un ave en promedio, consume entre 120 y 125 gramos cada día. Con un quintal alimenta a 400 aves.
“El quintal de maíz amarillo se compra en 750 córdobas, y la soya en 1,350 córdobas, a esto sumamos las vitaminas como el calcio, núcleo que tienen altos precios, recordemos que todos estos productos no se producen en Nicaragua y con los conflictos bélicos en el mundo, incrementan de precio”, remarcó por su lado el avicultor Luis Castillo.
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Los pequeños y medianos productores que no cuentan con la inversión para producir su alimento para las aves, tienen que comprar este producto a las empresas distribuidoras, que cada mes vienen realizando ajustes de precio, siempre hacia arriba.
“Nosotros competimos con empresas grandes, que venden alimentos balanceados para las aves. Pero no es todo, esas grandes compañías también se dedican a vender huevos en las pulperías. Ellos pueden brindar un mejor precio que nosotros, porque producen su materia prima para sus aves”, enfatizó Castillo.
Datos del Banco Central de Nicaragua, (BCN), revelan dentro del Plan Nacional de Producción, Consumo y Comercio que en el Ciclo 2023-2024, se proyectó una producción de 14, 2 millones cajillas de huevos. Mientras tanto, el Ministerio Agropecuario (MAG), detalla que el año pasado se contabilizababan 6,3 millones de aves, 6,5% más que en el 2021. Señala el informe estatal, que la mayor parte de estas aves, se mantienen en pequeñas fincas de 246 mil familias que mantienen pequeñas granjas.