Orlando Francisco Pérez Corrales fue asesinado cuando ejercía su derecho a la protesta pacífica en Estelí. El joven estaba llevando agua a los demás manifestantes cerca de la alcaldía, cuando recibió dos disparos. Su madre señala al alcalde y al jefe de policía como principales responsables de su muerte
Transcurría la mañana de este lunes 15 de noviembre cuando llegó a doña Socorro Corrales, madre del joven asesinado, Orlando Francisco Perez Corrales, una noticia que le devolvería las esperanzas de encontrar justicia: Estados Unidos, Reino Unido y Canadá habían sancionado a varios funcionarios del gobierno, entre ellos el alcalde de Estelí, Francisco Valenzuela.
El 20 de abril de 2018, Orlando Pérez fue asesinado. Tenía 23 años de edad y participó en las protestas antigubernamentales motivado por su indignación ante las acciones estatales contra los jubilados y jóvenes que se manifestaban contra las reformas que el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo había realizado al Seguro Social.
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Orlando fue uno de los primeros asesinados en la ciudad de Estelí. Su vida fue arrebatada de un disparo en el tórax y otro bajo el mentón cuando se encontraba en el parque central frente a la Alcaldía. Allí apoyaba llevando agua a un grupo de manifestantes que habían sido afectados por los gases lacrimógenos que lanzaba la policía contra quienes participaban en las protestas.
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ToggleMadre nunca ha dejado de pedir justicia
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Desde el día de su asesinato, la profesora Socorro Corrales, se ha manifestado públicamente en demanda de justicia, incluso en las calles de Estelí, cuando aún no habían sido totalmente criminalizadas las protestas contra la dictadura.
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Su clamor de justicia ante un estado criminal llevó a poner en riesgo también su vida y la de su familia, por lo que tuvo que exiliarse junto a sus seres queridos y hasta ahora, con las sanciones empieza ver un rayo de luz en su dolorosa lucha.
“Estaba trabajando (cuando supe sobre las sanciones), aún con mi tristeza desde el exilio forzado en que me tienen los asesinos de mi hijo, fue lo mejor que vi en las redes: el nombre de Francisco Valenzuela en la lista de sancionados. Le di gracias a Dios porque ya se está haciendo justicia en la tierra y me alegré”, relata doña Socorro.
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Entre el dolor, la indignación, desilusión y ansias de justicia, doña Socorro Corrales, ha denunciado públicamente desde ese sangriento abril del año 2018, que los disparos que acabaron con la vida de su hijo presuntamente salieron de las instalaciones de la alcaldía de Estelí y fueron perpetrados por francotiradores.
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Tras la muerte de Orlando, su mamá se unió a las protestas antigubernamentales. En medio de los cientos de personas que se manifestaban en la ciudad, también estaba ella, recorría las calles con lágrimas, mientras cargaba una foto de su hijo colocada entre un corazón de flores de color azul y blanco, junto a la docente marchaba también doña Francisca Machado, madre de Franco Valdivia Machado, el otro joven asesinado el 20 de abril.
Con la muerte de Orlando, además de arrebatarle injustamente a su hijo, también le quitaron la tranquilidad y la normalidad de su vida. Doña Socorro, tuvo que dejar la docencia para exiliarse, puesto que estaba en peligro.
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Este martes 16 de noviembre, desde el exilio, doña Francisca Socorro Corrales señaló: “Yo siempre mantuve que los principales asesinos en Nicaragua son Daniel Ortega y Rosario Murillo y en Estelí el alcalde Francisco Valenzuela y el jefe de policía Alejandro Ruiz Martínez”, también indicó que “en Nicaragua no hay justicia, pero internacionalmente ya la estamos viendo”.
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Mientras tanto, la Oficina de Control de Activos Extranjeros, (OFAC), que es un componente del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, bajo el mando de la Oficina de Terrorismo e Inteligencia Financiera, al emitir las sanciones contra funcionarios nicaragüenses, señaló sobre el alcalde, Francisco Valenzuela que “está vinculado con la sangrienta represión en esa ciudad. Desde su oficina salió la orden de colocar francotiradores para apuntar a los manifestantes durante las protestas del 2018”.
Alegría por sanciones
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Al incluirse por primera vez al alcalde esteliano en las sanciones por su responsabilidad en las graves violaciones a los derechos humanos, doña Socorro expresa: “hoy estoy muy alegre porque siempre dije que el que ríe de último ríe mejor, ya que el alcalde Francisco Valenzuela, fue sancionado por los Estados Unidos por crímenes de lesa humanidad que él cometió cuando colocó a los francotiradores en la alcaldía de Estelí, los cuales asesinaron a mi hijo Orlando Francisco Pérez Corrales”, puntualizó la madre víctima de la dictadura.
“Y sigo pidiendo más sanciones para todos los asesinos de Nicaragua, ¡Viva Nicaragua libre!”, concluyó doña Socorro, con su firme demanda y esperanza de justicia.
Tenía un futuro prometedor
Orlando Francisco Pérez Corrales era estudiante del último año de la carrera de Ingeniería en Energías Renovables, era apasionado por su profesión, buen estudiante, ya había conseguido un trabajo en la Refinería de Azúcar de Montelimar, le daba mantenimiento al panel solar de su universidad. Participó en una campaña ecológica para reforestar la Reserva Natural El Tisey, fue miembro de la Pastoral Juvenil de la iglesia católica y tenía planes de comprar una casa en El Crucero.
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En un informe publicado el 19 de junio del 2018 por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, CIDH, se expuso que, hasta ese momento, en el contexto de las protestas en Estelí habían fallecido los siguientes ciudadanos: Franco Valdivia, Orlando Pérez Corrales, César Castillo (estos tres primeros fueron alcanzados por balas que presuntamente salieron de la Alcaldía el 20 de abril del 2018.). Días después también fallecieron José Manuel Quintero, Darwin Alexander Salcedo, William Fuentes Torres, Cruz Alberto Obregón, Dodany Castilblanco, Mauricio Lopez y el sandinista Jairo Antonio Osorio.