Padre Erick Díaz Fernández, quien vive en exilio forzado, asegura que las liberaciones “deja un sabor agridulce” y como consecuencia, más comunidades se quedan sin sacerdotes.
Por: Intertextual/ Voces en Libertad/ contacto@intertextualcr.com
El destierro de 12 sacerdotes que el régimen orteguista mantenía en sus cárceles es para el sacerdote Eric Diaz, “un trago amargo” y deja al pueblo nicaragüense con “un sabor agridulce”. “Cada vez hay menos sacerdotes en las comunidades del país”, lamenta en este reporte.
Para el religioso, en el exilio también, tras la persecución del clero, lo grave es que nadie garantiza que los secuestros, ahora convertidos en destierros, paren. Para él, esto es un mensaje de “que los secuestros continuarán y que expulsarán las veces que sea necesaria, las voces que predican el evangelio y son críticas a este gobierno”.
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“Siento alegría por que ya no serán torturados, pero siento una gran tristeza por nuestro pueblo, porque serán privados del evangelio y de la Santa Eucaristía en comunidades donde ellos estaban”, asegura el padre Díaz.
Erick Díaz Fernández es un joven sacerdote de Matagalpa de 33 años, exiliado. Ahora trabaja en una parroquia de Santa María del Lago y Nuestra Señora de Lourdes en Chicago, Illinois, Estados Unidos. El sacerdote Díaz Fernández, huyó del país para evitar ser capturado y ser enviado a la cárcel. Salió de Nicaragua por veredas, unos meses antes de que el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, lo despojaran de su nacionalidad nicaragüense.
¿Qué viene ahora, después del destierro de 12 sacerdotes?
El régimen Ortega-Murillo a través de una nota de prensa, dijo que el “desplazamiento” de los doce sacerdotes es producto de una “conversación fructífera” entre ellos, el régimen y la Santa Sede. A criterio del padre Díaz Fernández, se debe esperar la reacción oficial de Roma, porque el régimen, carece de credibilidad y no se sabe todavía los alcances de esta negociación que terminó en el destierro de los religiosos.
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Por su lado, la abogada e investigadora Martha Patricia Molina, asegura que esto se debe al llamado del papa Francisco de “abrir canales de diálogos”. “Queda claro que hay conversaciones entre la dictadura y la iglesia. La demanda que hizo el papa Francisco de abrir un canal de diálogo camina, la dictadura lo está aceptando”, comentó.
“Si este diálogo avanza, hay que ver si el régimen permitirá normalizar las relaciones diplomáticas con la Santa Sede y si reabrirán la Nunciatura en Managua, por ejemplo, si cesará la represión, si dejarán libre al obispo Álvarez. Hay muchas preguntas ahora”, destacó el religioso.
El caso Álvarez
Hasta ahora, llama la atención que en la lista de desterrados no está monseñor Rolando Álvarez. El padre Diaz Fernández, considera que es posible que el régimen lo mantenga preso como “una mercancía de mucho peso para negociarlo en el momento que ellos vean conveniente”. “Pero no descartemos que él haya decidido quedarse otra vez. No sabemos”, señaló.
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“Esperemos que haya una nueva negociación donde se libere a monseñor Álvarez y eso, estamos seguros, el pueblo lo verá bien, porque ha dado testimonio del más alto nivel y pedirle que dé más, es inhumano”, reflexionó al respecto.
Lo que sí le queda claro, es que el régimen no ha podido doblegar “al valiente Obispo y si monseñor acepta irse a Roma, sería por una petición directa del papa Francisco, porque monseñor Álvarez sólo se iría por su voto de obediencia al sumo pontífice”, concluyó.