La conciencia de Monseñor Rolando Álvarez no estará tranquila mientras sepa que existen nicaragüenses encarcelados y sufriendo martirio, afirma la Investigadora y jurista Martha Molina.
Una vez más, Monseñor Rolando Álvarez, el Obispo de Matagalpa y preso político de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, desafía al régimen y sus métodos represivos y no acepta el destierro. Se quedó en Nicaragua.
La primera vez que el líder religioso retó al régimen, fue el 9 de febrero de 2023, cuando Ortega, desterró a 222 presos políticos hacia Estados Unidos, pero el jerarca no salió del país por ser su derecho a quedarse. Como castigo, el dictador ordenó juicio exprés y la condena a 26 años y cuatro meses de cárcel, los que está cumpliendo en la cárcel La Modelo.
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La investigadora y abogada nicaragüense Martha Patricia Molina, refirió al respecto que monseñor Álvarez con su decisión deja claro que “no es hombre que cumpla los caprichos y arbitrariedades de nadie, menos de la dictadura”. “El Obispo ha dejado claro que su conciencia no estará tranquila, mientras sepa que existen muchos nicaragüenses encarcelados y sufriendo martirio”, señaló Molina.
“Mientras el papa Francisco no le ordene que salga, él no saldrá y su actitud es demasiado peligrosa porque doña Rosario Murillo, es una mujer temperamental y en cualquier momento puede dar la orden de que lo asesinen, como en 2018, que dio la orden del ´vamos con todo´. Doña Rosario Murillo sabe que no pasa nada si asesina, ya mandó a asesinar a más de 300 nicaragüenses y conoce que no existen efectos contra esta acción delictiva”, advirtió la también abogada.
“Enorme sacrificio” de Monseñor Rolando Álvarez
En tanto, el periodista nicaragüense Israel Espinoza González, expresó que monseñor Álvarez “sabe que su ejemplo, es señal de resistencia pacífica, cívica y no violenta frente a un poder autoritario blasfemo, cruel, anti-cristiano e inhumano”.
Para Espinoza González, la negativa de monseñor Álvarez de salir de Nicaragua indica “su sentido de sacrificio, de amor al prójimo y su compromiso ciudadano con Nicaragua, además es un enorme sacrificio”. “Monseñor Álvarez sabe que aunque hayan salido todos los sacerdotes injustamente encarcelados, pueden continuar los ataques del orteguismo a la iglesia. También sabe que mientras esté en la cárcel es una piedra en el zapato para el régimen porque es el preso político con mayor peso nacional y relevancia internacional, y de este modo puede ayudar”, expresó.