La mayoría de fallecidos desde que llegó la pandemia al país eran varones. Según el Observatorio Ciudadano de Covid llegaron a ser más de 5 mil. “Si poco más de la mitad eran cabezas de hogares, esas familias perdieron más que a un ser querido”, señaló economista.
Las muertes por Covid-19 en Nicaragua, no sólo causaron dolor y luto a las familias nicaragüenses, también sangraron la economía y en muchos casos, la devastó por completo. Médicos independientes señalaron que la pandemia dejó más de 5 mil víctimas, más de 30 mil familias vieron golpeadas su economía en la lucha por ganarle la partida al virus y sobrevivir.
“Por cada paciente enfermo, la familia llegaba a gastar desde 400 dólares y si requirió oxígeno, el presupuesto se triplicó”, advierte un economista consultado por este tema. El especialista, recordó que antes de la instalación de la pandemia en el país en marzo de 2020, la familia sorteaba los estragos de la crisis política iniciada en 2018 que significó la caída estrepitosa del empleo y el aumento en el costo de la vida. Los informes más conservadores, llegaron a decir que unos 200 mil empleos se perdieron en ese año.
La anulada Fundación para el Desarrollo Económico y Social, (Funides) dijo en septiembre de 2018 por ejemplo, que entre abril y julio de ese año, 347 mil empleados fueron despedidos por cierres de empresas. Advirtió el organismo, que los dígitos negativos, aumentarían de mantenerse el clima de violencia y represión que en Nicaragua están vigentes hasta el sol de hoy.
Un año y algunos meses después a la situación política, se le unió el letal virus. “La enfermedad (Covid-19) desgastó a las familias, las sangró por los gastos para sobrevivir, y a veces perdieron y lo perdieron, todo, al paciente y los recursos invertidos”, contó el economista.
A su criterio, la demanda de medicamentos, médicos para tratarla y otros requerimientos para sobrevivir a la pandemia, convirtió al Covid-19 en una enfermedad cara. “Miles de enfermos aumentaron el costo, solo un ejemplo; el precio de las mascarillas y el oxígeno, eso llegó costar mucho dinero”, recordó.
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Toggle“Cuando se pierde todo”
El manejo turbio de los números de la pandemia de parte del régimen de Daniel Ortega, agravó el problema para contenerla, dijeron médicos del país. Pero más allá del número de muertes y de diagnósticos, los gastos que el mal provocó en casa deben ser vistos también. “Era tan real, como la lucha para vencer el virus en casa o en un hospital”, dice el economista.
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Un prestamista que tenía un tramo en el mercado Iván Montenegro contó que cuando la enfermedad llegó a su casa, prestó mil 500 dólares a una familia de la capital para la compra de tanques de oxígeno y salvarle la vida a un padre y a un hijo que luchaban contra el virus en casa. La familia ofreció como garantía una camioneta con la que se ganaban la vida ofreciendo servicios de acarreo. “No pudieron pagar y perdieron el vehículo, los que trabajaban estaban enfermos. Los intereses fueron insostenibles y perdieron su machete”, confió el comerciante.
Padre e hijo sobrevivieron, pero perdieron un bien con el que sostenían el hogar. Para el economista, por más mal que se crea, esta fue una familia con suerte. “La verdad es que hay casos en que se contrajo la deuda y no pudieron salvar al paciente. Entonces la pérdida fue mayor y habría que agregar los gastos de un entierro”, señaló.
Madres también afectadas
Miembros del Observatorio Ciudadano del Covid-19 señalaron que cuando la pandemia cumplía poco más de un año, 1,685 de las 5 mil 947 fallecimientos atribuidos al virus, eran mujeres. Hablamos de un 28%. El Máster en Salud Pública, el ginecobstetra José Antonio Delgado, dijo entonces, que la cifra estaría en el rango de lo aceptable, tomando en cuenta que el virus no discriminaba, eso aunque el hombre “tiene más receptores para el virus que las mujeres, especialmente en nariz y pulmones”, explicó.
El médico lamentó el indicador. Recordó que en Nicaragua hay hogares donde la mujer tiene gran contribución económica y en otros casos hasta es ella, la cabeza de familia.
Según el medico, la diferencia estadística era explicable cuando se recuerda también que los varones no tienen la cultura de ir al médico, son reacios a los tratamientos, las medicinas y las recomendaciones médicas. “Es posible que (el paciente) crea que no tiene tiempo para enfermarse porque debe trabajar, y se entiende; es jefe de familia, el punto es que este virus no era juego”, alertó.
Varios reportes periodísticos de la época en la que la pandemia estaba en su punto más alto relatan la muerte de al menos seis mujeres que en estado de embarazo contrajeron el virus y no lograron vencerlo. Rolando Alexander Díaz Rodríguez confirmó que su esposa Fernanda Junieth Martínez, no conocería a las gemelas que daría a luz porque el Covid-19, le arrebató la vida mientras luchaba por respirar en una clínica previsional de Matagalpa.
“Este virus nos quitó los abrazos, besos, nos quitó a familias enteras, amigos, matrimonios y muchas cosas más”, se lamentó Díaz Rodríguez en su red social hace dos años.
A la luz de los números del Observatorio, la cantidad de mujeres fallecidas en 2021 a causa del coronavirus supera la mitad de nicaragüenses que en 2020 fallecieron por tumores malignos (3,070), según el Mapa Nacional de la Salud en Nicaragua, del Ministerio de Salud (Minsa) y casi el doble de quienes fallecieron por complicaciones pulmonares (886).