“Ningún Gobierno hizo lo que hicieron los jesuitas por la memoria histórica del país y es lamentable que estos zánganos vengan a destruirlo todo” aseguró sociólogos nicaragüenses.
Por: Redacción Intertextual/ contacto@intertextualcr.com
Dentro del robo descarado de los bienes inmuebles de la Universidad Centroamericana UCA, perpetrado la semana pasada por la dictadura de Daniel Ortega y de Rosario Murillo, se robaron también uno de los centros documentales más importantes de la historia no solo de Nicaragua, sino también de Centroamérica.
Se trata del Instituto de Historia de Nicaragua y Centroamérica (IHNCA), el más prestigioso centro de investigación y documentación de la historia y la administración del patrimonio histórico.
El instituto, que fue fundado por los jesuitas en 1997, guarda un archivo de más de 50 mil libros y documentos científicos, además de grabaciones de audio, y de videos antiguos.
Es según los especialistas, no solo la biblioteca histórica más completa del país, sino la mejor organizada y gestionada, pues desde su fundación ha estado dirigida por expertos en la materia.
Un sociólogo nicaragüense que para esta nota prefirió el anonimato afirmó indignado que con el robo del instituto no solo se destruye el trabajo profesional y completo que venían realizando las autoridades de la UCA, sino también la cultura general del país.
“Ningún Gobierno hizo lo que hicieron los jesuitas por la memoria histórica del país y es lamentable que estos zánganos vengan a destruirlo todo” aseguró el sociólogo.
Dijo que, con la usurpación del instituto, la dictadura intentará manipular el relato de la historia, tal y como ya lo está haciendo al cambiarle el nombre a ese centro de documentación.
“Yo confío que los jesuitas que son muy inteligentes hayan previstos está situación con el instituto y que hayan podido sacar de ahí los documentos o archivos históricos más importantes, pues si no pasará como con aquel poema original de Rubén Darío, que Ortega y Murillo regalaron a Hugo Chávez como si fuera de su propiedad” expresó.
De todos es sabido que gran parte de las obras de arte del dictador Anastasio Somoza quedaron en manos de la vice dictadura, Rosario Murillo, que presume de ser una mujer culta.
El pasado miércoles la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo reinauguró el Instituto de Historia y lo bautizó como “Héroes de Nicaragua”.
En ese mismo centro, la dictadura instaló el museo nacional de la alfabetización.
Paradójicamente ese proyecto de la alfabetización lo llevó a cabo el sacerdote jesuita Fernando Cardenal, así como los 22 colegios de Fe y alegría.