La fuerte explosión estremeció a todo León y ocurrió en el interior de una mina de piedra, ubicada a unos 20 kilómetros al este de la ciudad. Sus habitantes temen por el hundimiento de los pozos, letrinas o colapso de sus casas. 
Por: Intertextual/ Voces en Libertad/ contacto@intertextualcr.com
El fuerte estruendo registrado a eso de las 9:15 de la mañana del 15 de agosto alertó a los habitantes del municipio de León y activó de inmediato las redes sociales. Los cibernautas se comenzaron a preguntar ¿Qué ocurrió?
Pensaron que se trataba una explosión en el Volcán Cerró Negro, pero ninguna autoridad oficial dio ninguna alerta ni explicación como normalmente ocurre.
“A las 9:15 de la mañana, hora de Nicaragua, un potente estruendo resonó en diversos sectores de la ciudad de León. Este fuerte estallido fue el resultado de una voladura programada en la mina Boca de Piedra ubicada en Chacaraseca León”, informó por su lado “León Revolución”, una de las páginas oficialistas de la red de comunicadores del régimen, quien se encargó de viralizar el mensaje de 41 palabras.
Según los medios oficialistas, el trabajo de explotación de la mina se realiza bajo supervisión y previo permiso de las autoridades, sin embargo, los habitantes de la zona comarcal de Chacaraseca, Puerta de Piedra y comarcas vecinas, se mostraron molestos porque no fueron informados de la explosión que realizan en Boca de Piedra. Alegan que el estruendo, estremeció las casas y asustó a sus habitantes.
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Susto y nervios
Doña Paola, preparaba su almuerzo de todos los días, cuando la explosión hizo estremecer su humilde vivienda en la comunidad Puerta de Piedra, ubicada a 20 kilómetros al este del centro de la ciudad.
“Estaba en el cocinero friendo un arroz cuando de pronto escuché el estruendo que sacudió toda la casa como que se iba a colapsar. Pensé que era el volcán, todos en la casa estábamos asustados y nerviosos sobre todo porque al lado del cerro, estaba despejado”, contó la madre de familia.
“Dicen que la explosión fue con bombas que utilizan en la empresa Proinco, para la explotación de esa mina donde procesan los vestigios de roca”, explicó otro lugareño de esa zona.
“Es una irresponsabilidad de las autoridades no informar a la comunidad sobre lo que iba a ocurrir. Aquí hay niños y ancianos, enfermos crónicos que con esa explosión, le pueden causar la muerte del susto”, se quejó otro poblador que se identificó como Juan José.
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“Aquí están pasando muchas cosas ilegales, pero uno no puede decir, ni opinar nada porque ya te aplican la ley del bozal. Si te quejás ya te acusan de golpista y te amenazan con meterte preso, pero el pueblo estamos cansados de este gobierno que ahora se aprovecha de los pobres”, expresó el miembro de una de las familias afectadas con el susto de la explosión.
“Soy de Telica y hasta aquí, se sintió feo por la explosión. Las autoridades deberían de informar a la ciudadanía para estar advertidos. Es un deber de quienes realizan ese trabajo, para eso hay autoridades y permisos para ponerse de acuerdo y que la población sepa y no piensen otra cosa”, dijo Miguel García a medio local.
Un viejo problema
El impacto de las explosiones ha afectado a la comunidad desde hace años. Esta no es la primera vez que ocurre una situación como esta en León.
En febrero del 2018, un grupo de comunitarios se levantaron en protesta para que la alcaldía paralizara los trabajos de explotación de la mina, debido a las afectaciones causadas en la zona, de donde se extrajo el material utilizado para la construcción del nuevo hospital.
En esa ocasión, el gobierno de Roger Gurdián, apaciguó la tensión de la población a quien prometió que dicho material sería utilizado para la obra y a cambio, la comuna les realizaría obras sociales, en la que incluía el adoquinamiento de cuatro kilómetros del camino desde la comunidad San Ramón para beneficiar a la comunidad vecina a la mina “Boca de Piedra”.
En mayo del 2022, la sirena de los bomberos se activaron tras registrarse una emergencia en esa localidad. Una vivienda de la comunidad de Chacaraseca había colapsado luego que fuera dinamitada la mina. En esa ocasión, tampoco se le fue comunicado a la población sobre lo que ocurriría para que tomaran precaución.
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Según registró de urbanización, la propiedad donde se ubica la mina “Boca de Piedra” perteneció a Gabriel Pineda, pero fue confiscada en los años 80 por el Frente Sandinista, y aunque fue devuelta a sus dueños en el 2012, nuevamente fue ocupada por la comuna para proyectos que realiza en León, pero que también es vendido a las empresas privadas de la construcción. Según lugareños, el sitio es administrado por el área de Obras Públicas de la alcaldía leonesa.
En esa misma propiedad se encuentra también la empresa privada capitalina Productos Industriales de Concretos (Proinco) a quién la alcaldía le renta el banco Puerta de Piedra y le dio concesión para que explote el lugar. Dicha empresa vende material agregado industrial. Un negocio privado aparte, pero con el permiso de la comuna en la misma propiedad.
Sobre estas constantes explosiones, ambientalistas dicen estar preocupados por el impacto que pueda seguir ocasionando la detonación del banco de material con explosivos altamente contaminantes para el medio ambiente como el ruido en la salud de la población, así como el hundimiento del terreno y destrucción de las casas.
