Por: Redacción Intertextual/ contacto@intertextualcr.com
Este mes de agosto monseñor Rolando José Álvarez cumple un año detenido por la policía de Daniel Ortega, acusado y condenado a 26 años y cuatro meses por los delitos de propagación de noticias falsas, obstrucción de funciones agravada y desacato a la autoridad en perjuicio del Estado de Nicaragua, siendo también catalogado como “traidor a la patria” y despojado de su nacionalidad.
En una muestra de solidaridad con el obispo del departamento de Matagalpa, diversos religiosos tanto nicaragüenses como de otras nacionalidades, se han pronunciado exigiendo la liberación de Álvarez, acompañado de campañas ciudadanas que demandan su inmediata liberación y respeto a su integridad y el de otros religiosos detenidos.
Monseñor Javier Román Arias, Obispo de la Diócesis de Limón, en Costa Rica, pidió durante una misa celebrada en honor a la Virgen de Los Ángeles, la patrona de Costa Rica, por la iglesia perseguida, particularmente por la iglesia en Nicaragua.
“En este día es propicio, además, para pedir por la Iglesia perseguida, en concreto de Nicaragua, en particular por mi hermano Monseñor Rolando Álvarez, dignísimo pastor de la Iglesia acosada por su valor y por su entrega sin dobleces al pueblo” dijo Monseñor Javier.
De igual manera, exhortó a los feligreses costarricenses a pedir a la Virgen por la liberación del obispo de forma inmediata y sin condiciones para que pueda seguir “proclamando el amor de Dios, aun en medio de la injusticia y de la opresión”.
Al llamado también se han sumado sacerdotes nicaragüenses exiliados y despojados de su nacionalidad, como es el caso del padre Uriel Vallejos, quien se refirió mediante su cuenta de Twitter a la salida de la imagen del santo patrono de los Managuas, Santo Domingo de Guzmán, en el marco de las fiestas patronales de la capital.
El padre exigió que de la misma manera que salió la imagen original del santo, de la Parroquia Santo Domingo, Las Sierritas, salga el obispo detenido por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, reconociendo que para que el santo saliera de su morada hubo negociaciones entre la alta jerarquía de la iglesia católica en Nicaragua (Cardenal Leopoldo José Brenes) y la comitiva del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo compuesta por la alcaldesa Reyna Rueda y el vicealcalde, Enrique Armas.
De igual manera, el obispo Auxiliar de Managua, Silvio Báez, pidió a los capitalinos que celebran las fiestas de Santo Domingo no olvidarse de que en Nicaragua “hay un obispo injustamente encarcelado”.
En su cuenta de Twitter, Báez también plasmó su deseo de que los bailes y los gritos y la música no “eclipsen la misión profética” de la iglesia católica en el país, esto en un contexto en donde le han registrado ataques directos por parte de Daniel Ortega y Rosario Murillo en sus ya acostumbrados discursos en cadena nacional.
Por su parte, el Arzobispo de Armagh, Irlanda, Eamon Martin, se contactó con Tánaiste Micheál Martin, Ministro de Relaciones Exteriores, para pedirle al Gobierno que presione para la liberación del Obispo Rolando Álvarez en Nicaragua.
Él departamento de relaciones exteriores (Táneiste) respondió al arzobispo luego de ese primer contacto, “Deseo asegurarles que mi departamento y yo, incluso a través de la Embajada de Irlanda en México y junto con los estados miembros de la UE… estamos monitoreando de cerca la detención del obispo Álvarez y continuaremos pidiendo su liberación inmediata. Y libertad incondicional, así como la de todos los demás presos políticos restantes”.
“Irlanda y la UE han utilizado todos los canales de compromiso disponibles para pedir a las autoridades nicaragüenses que pongan fin a la represión y restablezcan el pleno respeto de los derechos humanos en Nicaragua” agregó.