David Wysopal había prestado a su hijo por dos meses y tras llevárselo a México, se negó a devolvérselo a su madre. Hoy padre e hijo están desaparecidos, la Guardia Costera de Estados Unidos suspendió la búsqueda.
Por: Redacción Intertextual/ contacto@intertextualcr.com
La angustia y la desesperación invaden desde hace 44 días a la nicaragüense Belkis Karina González, tras no saber nada de su hijo menor de edad, Zachary Donald Wysopal González de 13 años, quien desapareció junto con su padre David Wysopal, de nacionalidad estadounidense, cuando navegaban en un velero por aguas del Océano Pacífico Sur, con dirección a las islas de la Polinesia Francesa.
Desde su casa, ubicada en la comarca Las Marías del municipio de San Juan del Sur, perteneciente al departamento de Rivas, la madre del menor confirmó a Intertextual que el velero con nombre Yasukole, zarpó el 14 de abril de México en dirección a la Polinesia Francesa, pero que al mes desapareció misteriosamente sin dejar rastros.
«Ellos salieron aproximadamente a las 10 de la mañana del 14 de abril de La Paz, una ciudad del estado mexicano de Baja California y desaparecieron exactamente el 13 de mayo en aguas del Pacífico Sur», explicó la angustiada madre, de 33 años.
Contó que Wysopal anda ilegalmente con su hijo desde junio del 2019 y que justamente cuando zarpó de México estaba solicitando la restitución internacional del menor.
«Yo me separé del padre de mi hijo y mi hija menor de 10 años, hace más de nueve años, pero en junio del 2019, el me prestó al niño por dos meses y tras llevárselo a México, se negó a devolvérmelo «, afirmó.
Confirmó que desde esa fecha viene luchando por recuperar a su hijo y que en Nicaragua ha expuesto el caso en la Policía, Ministerio de Gobernación, Migración y el Ministro de la Familia.
«Uno se los obstáculos era conocer exactamente su ubicación y tras conocerse que estaba viviendo en La Paz en Baja California, se presentó la denuncia por sustracción de menores y se solicitó la restitución internacional de mi hijo, pero justamente en esos días zarpó con el niño y hasta hoy desconocemos el paradero de ellos y la embarcación», manifestó.
El niño fue sustraído por su padre cuando se encontraba con su madre y su hermanita en El Salvador.
«Para llevarse al niño, David Wysopal me dijo que fuera con él y la niña a El Salvador para actualizar la partida de nacimiento y el pasaporte de Estados Unidos de Zachary y gestionar el de la niña en la embajada de Estados Unidos de ese país», explicó.
Al llegar a El Salvador y obtener el pasaporte del niño, el estadounidense le manifestó que se lo prestara por dos meses y confiando en su palabra, Belkis se lo prestó, para que se lo llevara a México donde él estaba residiendo sin imaginarse que así iniciaría su calvario.
Cuando ella lo llamaba para decirle que le regresará a su hijo, Wysopal siempre le ponía trabas y en una ocasión se molestó y le dijo que ya no lo volvería a ver y hasta le bloqueó su número de teléfono y por redes sociales, para dejarla incomunicada.
Sin embargo, en febrero del 2020 supo a través de un amigo que su hijo se encontraba con su padre en Costa Rica y que constantemente se trasladaban de playa a bordo del velero.
Me enteré de que estuvieron en Costa Rica por un amigo y a través de su teléfono logré hablar con mi hijo, pero cuando quise ir a buscarlo se fueron a otro país», comentó.
Para poder restablecer comunicación con su hijo, tuvo que abrir una cuenta en Facebook a nombre de su hija y enviarle una invitación a su expareja. Así logro restablecer la comunicación con su hijo a través Messenger, pero señaló que su papá no le permitía que dijera el lugar donde se encontraban.
Un día antes que salieran en dirección a las islas polinesias, su hijo la llamó para decirle “mamá me voy por mucho tiempo, como 4 o 5 meses te amo mucho».
Aunque ella le envió inmediatamente un mensaje preguntándole hacia donde se dirigía, el niño ya no volvió a responderle y desde ese momento la angustia y preocupación se apoderó de su cuerpo.
Su preocupación aumentó, tras enterarse que el velero había desaparecido con ellos, en aguas del Océano Pacífico.
y que Guardia Costera de Estados Unidos suspendió la búsqueda el 14 de junio sin encontrar rastros de la embarcación y sus dos tripulantes.
La desaparición la reportó hasta el 5 de junio un amigo de David Wysopal, que monitoreaba la ruta del velero de nombre Yasukole, de 12 metros de eslora.
Al reportar la desaparición, ante el Distrito Décimo Cuarto de la Guardia Costera, manifestó que la última ubicación registrada por el velero fue a 900 millas náuticas al noreste de Nuku Hiva, una de las islas de La Polinesia Francesa.
Según la declaración de búsqueda y salvamento que emitió el 15 de junio, la Guardia Costera, Wysopal se negó a llevar un rastreador que se le ofreció cuando zarpó de Baja California. En dicho informe se revela que la Guardia Costera realizó labores de búsqueda aérea entre el 12 y 14 de junio sin obtener resultados positivos.
También emitió una alerta de búsqueda y rescate entre los barcos de la región y establecieron contactos con funcionarios de aduana y puertos ubicados alrededor de las islas polinesias, Fiyi y Samoa Americana, pero que no hay reporte de avistamiento del velero.
Como parte de las labores de búsqueda, también consultaron a los Centros de Coordinación de Rescate de Tahití y Nueva Zelanda, pero hasta la fecha no hay rastros de la embarcación.