La feligresía ha tenido que esconder a curas en sus casas para después ayudarles a salir del país por puntos ciegos. En zonas de Estelí, Madriz y Nueva Segovia, siete sacerdotes de 27 templos grandes, han tenido que exiliarse.
Por: Intertextual/ Voces en Libertad/ contacto@intertextualcr.com
Cristianos católicos del norte del país temen que algunos templos cierren sus puertas, ya que varios sacerdotes les han manifestado la decisión de tener que irse del país ante la persecución y amenazas de encarcelamiento en contra de líderes espirituales y laicos de la iglesia, por parte del gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
Según han revelado varios feligreses, unos siete sacerdotes de los 27 templos existentes en los municipios y cabecera de los departamentos de Estelí, Madriz y Nueva Segovia, les han expresado la necesidad de abandonar las parroquias “para poner a salvo sus vidas”.
“Los sacerdotes ya han reducido la mayoría de las actividades religiosas que se llevaban a cabo año con año en nuestras comunidades parroquiales. Le hacen imposible el trabajo pastoral”, expresó un ciudadano, que pidió solo ser identificado como Héctor, a fin de no delatar su identidad y evitar ser víctima de represalias del gobierno.
Héctor, quien vive en uno de los barrios de la ciudad de Ocotal, cabecera del departamento de Nueva Segovia, añadió que los sacerdotes tienen miedo de ser los próximos encarcelados. “Recuerde que ya hay varios sacerdotes, incluyendo al Obispo Rolando Álvarez, presos y con procesos condenatorios por parte de este gobierno”, advirtió.
Feligreses también temen
Una ciudadana que manifestó tener una participación muy activa en las diversas actividades de su iglesia en la ciudad de Somoto, cabecera del departamento de Madriz, dijo que no solo los sacerdotes tienen miedo.
“También nosotros los feligreses, porque creemos que apoyar a la iglesia y defenderla, se ha vuelto un delito en nuestro país. Hay mucha gente que ha optado por no seguir viniendo a los templos, principalmente a las misas de municipios y a las iglesias de las grandes ciudades, porque ya sabemos que están siendo vigiladas por gente con mucha maldad”,
denunció la religiosa.
Pocos sacerdotes consultados para este reporte, quisieron comentar lo que está pasando con ellos y de la posibilidad del cierre de sus parroquias, “Si existe el miedo y es natural en el ser humano, aun cuando somos sacerdotes con una fe inquebrantable en Dios, pero también sabemos que el mal existe y que quienes actúan en contra de la iglesia, lo hacen poseídos por el demonio. Aquí vamos a estar hasta vencer esas potestades”, manifestó uno de los párrocos de Las Segovias.
La feligresía católica comprende tal situación y, aunque les duele saber que podrían quedar sus templos sin guías espirituales, los apoyan en las decisiones que tomen. “Ellos son sabios porque le piden guías al Señor, hay que seguir orando por ellos para que pronto la pesadilla se termine”, señala otra católica.
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Ven como una mala señal, que algunos templos no abren sus puertas por largas horas y sus sacerdotes se ausentan por varios días de sus parroquias, cosas que antes no ocurrían. “Existe una verdadera incertidumbre en los pueblos sobre que va a pasar con la iglesia de Dios, porque parece que existiera la voluntad odiosa del gobierno de acabar con la religión católica, hay una abierta persecución a sacerdotes y gente que trabaja de cerca con ellos que no debe ser”, señala una religiosa que pide ser llamada solo como doña Mariana.
Tristeza e impotencia
Las colectas de las ofrendas han caído y hasta se ha dejado en algunas parroquias de realizar las misas por los finados. Muchos padres de familias han optado por no enviar a sus hijos al catecismo para las primeras comuniones por miedo a comprometer más a los curas. “Pueden detener a los sacerdotes en cualquier momento. Nosotros les hemos recomendado no permanecer en el templo sobre todo por las noches”, han explicado algunos católicos del municipio de San Lucas, Las Sabanas y San José de Cusmapa en el departamento de Madriz.
“Nos duele mucho lo que les está pasando a nuestros sacerdotes en el país. Da rabia, no sabemos claramente cuales son las intenciones del gobierno, ¿Cerrar nuestras iglesias y templos?¿Es lo que quieren? Ellos son una pareja de ateos comunistas que desprecian la fe cristiana y de esa manera muestran su odio a Dios”, dijo indignada una feligresa católica de la ciudad de Estelí.
Una veintena de católicos no pudieron contener las lágrimas el domingo último cuando el sacerdote de su parroquia anunció que sería la última misa, porque había pedido a sus superiores dejar el país debido a que paramilitares lo habían amenazado. Muchos lo despidieron con abrazos y el deseo de que volviera pronto, cuando “esta noche oscura haya pasado”.
“Es una decisión difícil que la hemos consultado ya con nuestros superiores, porque no tenemos o no nos queda otra opción. Sabemos que son momentos difíciles en los que hay que estar con las familias nicaragüenses, no hay que dejar de orar, el Señor nos acompaña”, dijo el párroco al despedirse.