Por: Redacción Intertextual/ contacto@intertextualcr.com
Beatriz, fue una mujer/madre joven, de una zona rural de El Salvador, en pobreza extrema y con lupus que luchó por su vida contra el Estado para que le permitiera interrumpir un embarazo que la ponía en riesgo y en el que el producto fue diagnosticado con malformaciones que le impedirían la vida fuera del útero.
La historia de Beatriz puso al descubierto ante el mundo los graves impactos de la penalización absoluta del aborto en El Salvador. Ayer y hoy 23 de marzo, su caso está siendo discutido ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos y la resolución podría beneficiar a las mujeres salvadoreñas y de toda la región.
Beatriz recurrió a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) para poder tener acceso al proceso del aborto. No le fue posible recibir ayuda a tiempo. En el año 2013 el embarazo concluyó dejándole serias afectaciones a salud y él bebe apenas resistió con vida cinco horas.
En el año 2017 Beatriz falleció, tuvo un accidente de tránsito, pero no pudo resistir por los problemas de salud que le aquejaban como el Lupus y otras enfermedades que se complicaron durante su último embarazo.
Después de 10 años, las gestiones que Beatriz hizo para defender su vida toman fuerza en la primera audiencia publica contra el Estado del Salvador en la Corte IDH los días 22 y 23 de marzo del corriente año.
La primera denunciante fue M.D.C madre de Beatriz, quien estuvo siempre pendiente de la lucha de su hija por tanto su mayor testigo. La señora recordó que Beatriz desde los 17 años trabajaba como empleada domestica y de las dolencias de su enfermedad.
“Eran unos dolores insoportables, fiebres, yo lloraba con ella de verla cómo sufría (…) El médico dijo que el lupus no tenía cura, solo con tratamiento”.
Esta mamá dijo que su hija tuvo un primer embarazo bastante difícil, “los doctores me decían que estaba grave, que su estado era crítico”.
El segundo embarazo fue diagnosticado a raíz de una crisis de lupus, que ameritó una nueva visita hospitalaria.
“En el hospital descubrieron que estaba embarazada. En maternidad diagnosticaron que Beatriz iba a tener una niña pero que no podría nacer porque no tenía cerebro (…) Los doctores le dijeron que no podía seguir con el embarazo porque la vida de ambas estaba en peligro y que había una posibilidad de que Beatriz se salvara; que había un tratamiento, pero que no lo podían hacer porque estaba prohibido”.
Beatriz era capaz de dar la vida por sus hijos, pero sabía que el segundo embarazo era más riesgoso que el primero, por eso había tomado la decisión del interrumpirlo apunta la madre.
“Ella me decía, si yo supiera que mi bebé va a vivir, yo me sacrificaría, pero no había esperanza. Porque a ella a cada rato le hacían exámenes… pero era el mismo resultado (…) Yo le decía que la apoyaba en lo que ella decidiera, pero me sentía indignada pues si había un tratamiento para salvarla, por qué la tenían en esa tortura cada día”.
El Estado del Salvador, indago sobre el primer hijo de Beatriz, la salud de la joven madre y por qué no quiso esterilizarse cuando tuvo oportunidad en su primer parto. Otro de los jueces dejo revelar la voluntad de la madre de Beatriz de estar ante la Corte y su relación con los movimiento sociales feministas.
La madre contestó enfáticamente “Mi voluntad es estar acá, porque como dije Beatriz quería vivir y cuando me comunicaron que la demanda habia sido aceptada ella me dejo un poder para representarla así es como estoy aquí en esta lucha que inicio mi hija y aquí estoy dando la cara ante la adversidad.”
Uno de los jueces le hizo una pregunta muy acertada ¿Cómo puede la corte ayudar? Ella contestó “Hoy ustedes van a decidir solamente que otro caso más no se vuelva a repetir.”
Por su parte el segundo declarante el Dr. Guillermo Ortiz, médico ginecólogo y obstetra, especialista en embarazos de alto riesgo, quien atendió a Beatriz en sus dos embarazos.
El médico detalló cómo se llegó a la conclusión de que lo mejor para la salud de Beatriz era interrumpir el embarazo y los obstáculos enfrentados en el proceso para solicitar una autorización. También hizo referencia a las dificultades que él mismo enfrentó, debido a la decisión de interrumpir el embarazo de Beatriz.
Los jueces y juezas preguntaron al Dr. Ortiz sobre la seguridad o inseguridad jurídica con la que pudo actuar en este caso, sobre los protocolos existentes y los necesarios y sobre las presiones que el médico recibió. Entre las preguntas que se le hizo al médico fue que, si conocía de médicos criminalizados, el sostuvo: “Yo estuve trabajando por más de 20 años en el hospital y nunca vi que se criminalizara a alguien. Pero sí vi muchas mujeres morir porque no tuvieron oportunidad de acceder a un procedimiento de aborto seguro, a pesar de yo haberlo solicitado, siendo el jefe”.
La perita experta propuesta por la CIDH, Dra. Isabel Jaramillo Sierra, abogada y experta en teoría jurídica, declaró sobre los altos índices de muerte materna en la región, de los cuales el aborto inseguro es la tercera causa. Señaló también que “La prohibición del aborto, su criminalización, no es compatible con la Convención Interamericana”.
Jaramillo recalcó que es deber de los Estados de realizar “test de proporcionalidad e idoneidad” para evaluar los casos en los que se debe sopesar el bienestar de la mujer y bienestar para la vida en gestación. Al respecto afirmó: “Si la vida extrauterina no está garantizada no es claro que el Estado tenga un interés de esa gestación, la proporcionalidad no aplica,” sostuvo.
Jaramillo fue enfática en recalcar que no se podía hacer ignorando el valor de la vida de las mujeres, para centrarse sólo en la vida del feto. Y reconociendo que es un tema sobre el que no existen criterios uniformes, señaló: “La protección de los derechos no depende de consensos internacionales”.
Paolo Carozza, abogado y experto en Derechos Humanos, mencionó que es un deber de los Estados proteger en igualdad de condiciones la vida de la mujer embarazada y la vida en gestación, e insistió en que cualquier tratamiento debe buscar salvar las dos vidas.
El abogado cuestionó las situaciones donde no se ha logrado dicho objetivo y reconoció que son situaciones complejas.
Un Juez le cuestionó ¿qué pasa cuando hay una colisión de derechos entre la vida de la madre y la del feto? ¿cómo se resuelve esa colisión? Existen casos, médicamente hablando, en que puede haber una colisión de derecho.
Carrozza respondió. “Reconozco que es una decisión médica muy compleja, deben considerarse los riesgos, hacer predicciones sobre las consecuencias de las intervenciones particulares y creo que es imposible tomar esas decisiones en lo abstracto y creo que eso es precisamente la razón por la que hay un caso en el artículo 4.1 donde los Estados pueden incorporar excepciones sobre la criminalización del aborto y mantiene algunos márgenes de discrecionalidad precisamente porque no es idóneo para el derecho internacional tratar de resolver estos conflictos. Los estados tienen la discrecionalidad para tratar de regular en maneras complejas.
En los alegatos finales La abogada Irma Lima de La Colectiva Feministas abordó las violaciones al acceso a la justicia de Beatriz y expuso las solicitudes en representación de la victima.
“Este alto tribunal, ustedes son la última posibilidad para hacer justicia y evitar la repetición de las violaciones como las que vivió Beatriz, por la salud, por la dignidad, por la vida y autonomía de las mujeres. “sostuvo la abogada.
En representación de Beatriz la abogada pidió a la Corte exija al Estado del Salvador cuatro elementos primordiales en este caso de Beatriz y para el resto de mujeres salvadoreñas.
“Les solicitamos a esta honorable corte que ordene al Estado del Salvador “repare integralmente a la familia de Beatriz por las violaciones sufridas. Genere condiciones jurídicas que aseguren el acceso a los servicios de aborto, seguro de conformidad con las recomendaciones emitidas por la Organización Mundial de la Salud, para garantizar la efectividad y pronto cumplimiento de tal medida solicitamos a la Corte disponga de manera expresa en sus sentencia que la penalización del aborto al menos en los casos mencionados no tienen efectos jurídicos en el Salvador por ser contraria a la convención americana y por tanto no puede constituir un impedimento del ejercicio de los derechos a la vida a la salud integral personal de las mujeres gestantes y se debe entender que el aborto en dichos casos se encuentra permitido y debe de ser garantizado. “
Así mismo “adopte leyes y políticas públicas integrales para garantizar que el acceso al aborto sea efectivo en la practica y de acuerdo con las directrices de la Organización Mundial de la Salud, para ello debe garantizarse que el aborto se realizase sin necesidad de autorización previa garantizando atención medica incluida, la atención psicológica de manera inmediata. Asegurar la educación de los profesionales de la salud, que garantice los derechos reproductivos de las mujeres”, manifestó Lima.
10 años después, la prohibición del aborto sigue atendando contra la autonomía, la salud y la vida de las mujeres. Morena Herrera defensora de derechos humanos dijo “El Estado de el Salvador lleva a las mujeres al extremo de estar al borde de la muerte por sostener una norma discriminatoria e injusta. Esto puede cambiar.”
Y es que el Estado del Salvador le negó el aborto a Beatriz durante 81 días. Sabiendo que el feto no desarrollo cráneo ni cerebro, esta según las organizaciones feministas que han acuerpado el caso de la joven “ fue una acción negligente del Estado salvadoreño.”
La audiencia inició este pasado 22 y 23 de marzo del 2023. Se espera una sentencia en el transcurso del año.