Por: Ridacción Intertextual/ contacto@intertextualcr.com
Este Domingo 19 de febrero, se realizaba la Feria Pinolera donde las protagonistas son mujeres emprendedoras que con manos laboriosas ofertan sus productos; ahí se encontraba la lidereza campesina Francisca Ramírez (Doña Chica), en resistencia por sobrevivir en el exilio, con otras mujeres campesinas ofertando los productos que cultivan en tierras ticas y a la vez exigiendo la libertad de presos y presas políticas en Nicaragua.
“Mi mensaje para el pueblo de Nicaragua es que no se rindan” dice la lideresa e invita a que oren en familia como forma de resistencia por la libertad de los 36 los presos que aún quedan en las carecerles del país incluyendo Monseñor Rolando Álvarez.
A Doña Chica no le importa que le hayan quitado su nacionalidad al igual que a 317 ciudadanas y ciudadanos nicaragüenses, ante eso declara “a mí eso no me desvela; como son inconstitucionales, es inconstitucional todo lo que hacen. Sus leyes las están haciendo para mantenerse en el poder,” sostuvo.
La lidereza campesina asegura, que todo va para bien y mira lo ocurrido como un mensaje de esperanza y alegría “lo que ellos hacen ya es fatiga, porque ya saben que están perdidos, que el pueblo los rechaza.”
Muy al contrario de lo que piense Daniel Ortega y Rosario Murillo la líder campesina se siente más Nicaragüenses que nunca y más libre que ellos, recalca. “Yo me siento libre, no he cometido crímenes de lesa humanidad, he alzado mi voz por los derechos humanos, por la justicia y por la libertad de Nicaragua”, sostuvo la lideresa.
Ramírez llama a la unidad del pueblo, inclusive les dice a los fanáticos del orteguismo que no sigan apoyando a una persona que solo quiere vivir a base de confiscaciones, represión y engaños.
“Tienen que entender sus propios seguidores que no pueden seguir apoyando a un criminal, que condena a 26 años de presión aun Monseñor Rolando Álvarez cuando él nunca ha hecho dañó solo a predicado la palabra de Dios a abrazar a las víctimas.” Alguien con dignidad no puede seguir apoyando una dictadura, insistió Doña Chica.
Francisca Ramírez lidera un campamentos de agricultores, campesinos y campesinas en el norte de Costa Rica, donde se exilio, en 2018 tras recibir amenazas de encarcelación y de muerte, contra ellas y su familia al igual que un grupo grande de liderazgos del movimiento campesino anti canal.
Hoy las y los campesinos sobreviven de sus cultivos y productos realizados, que ofrecen en las ferias de Upala y mensualmente en San José, capital de Costa Rica donde acompañan a la Red de Mujeres Pinoleras en sus ferias.