Por: Redacción Intertextual/ contacto@intertextualcr.com
Aunque en su niñez quería ser psicólogo, el joven Yoel Antonio Lacayo Wilson, de 26 años, originario de la ciudad de Blufields, en el caribe sur de Nicaragua, terminó desafiando la gravedad y poniendo en riesgo su vida en una estructura metálica conocida en los circos como “el péndulo la muerte”
Su talento artístico, lo ha llevado a recorrer el mundo con diferentes circos y hacer catalogado como uno de los mejores pendulistas de centro américa.
El blufileño también ha inscrito su nombre en la historia circense de nuestro país, al representar a Nicaragua en el festival de circo europeo 2022-2023 que finalizó este 13 de febrero del 2023 en Milán, Italia.
Con su participación, se convirtió en el primer nicaragüense que participa en los festivales de circo que se realizan en europa y reúne a artistas de todo el mundo . “Gracias a Dios y siempre le voy agradecer a Dios por la oportunidad que me dieron de representar a Nicaragua como pendulista ya que la primera vez que el nombre y bandera de nuestro país está presente en estos festivales ” comentó Yoel muy emocionado.
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El artista aseguró que además de conocer a muchos artistas, el evento, también le ha permitido darse a conocer en Europa y optar a nuevos contratos .
“Precisamente ya han empezado a contactarme circos de México, Alemania, Francia, Brazil. Chile, Argentina y de otros países para ofrecerme trabajo como pendulista y eso es lo importancia de estos festivales porque dan a conocer a los artistas circences”, comentó.
Según Yoel, el “pendulo de la muerte”, lo sedujo en el 2010, cuando tenía 13 años.
“Recuerdo que cursaba primer año y aspiraba estudiar psicología, pero en el 2010, llegó un circo a Bluefields y al ver el péndulo de la muerte quedé encantado” aseguró. Para Yoel, fue como un amor a primera vista ya que después no se perdía las funciones y al final hasta se quedó trabajando en el circo.
“Al integrarme al circo el guatemalteco Henry Cristobal Guadamuz Ponce me enseñó hacer acrobacia en el péndulo y en 2015 que se retiró por su edad, me heredó el puesto de pendulista”,explicó.
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Desde entonces se ha dedicado a subir a las ruedas de su “amante” metálica para perfeccionar su técnica, vencer el miedo, enfrentar la adrenalina y recibir aplausos del público bajo el toldo.
Dijo que estas estructuras metálicas, tienen una altura promedio que oscila entre los 8 y 10 metros y que mientras gira a gran velocidad, él realiza piruetas saltos y vuelos sobre el lomo de una de las ruedas que hay en cada extremo.
“También dentro de la rueda se hacen piruetas y es un trabajo que se realiza en coordinación con otro compañero que se coloca en la rueda que está en el otro extremo de el péndulo” señaló.
Por el peligro que representa este espectáculo artístico, Yoel afirma que su mamá Roxana Ibeth Wilson no se atreve a verlo volando a 12 metros de altura y desafiando la gravedad y peor cuando lo hace con sus ojos vendados
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Por su destreza artística en su hogar, lo han bautizado como el loco de la familia, aunque siempre lo han apoyado, incluyendo su mamá.
” Ciertamente ser pendulistas es un trabajo riesgoso. Algunos han perdido la vida y otros han quedado imposibilitados de continuar trabajando tras sufir una caída, pero desafiar la gravedad es mi pasión” explicó.
Con más de 10 años de experiencia, cuenta que además de perder el miedo, en el péndulo de la muerte, se necesita tener equilibrio, mucha agilidad y que lo más importante es tomar las decisiones de cuando se debe saltar, donde se debe agarrar en 2 segundos.
Agregó que este talento que Dios le regaló le ha permitido salir a recorrer el mundo, hacer turismo y que por no estar en un solo lugar es un trabajo es un trabajo que día a día resulta atractivo.