Por: Redacción Intertextual/ ,contacto@intertextualcr.com
Desde hace más de tres décadas, los habitantes de la comunidad indígena de Veracruz del municipio de Rivas, sufren en carne propia los efectos adversos causados por el vertedero municipal.
El vertedero se encuentra a 5 kilómetros en dirección sur oeste del casco urbano de Rivas, y al estar a orillas de la carretera que une esta ciudad con la comunidad, los habitantes se ven obligados a pasar frente a un ambiente insalubre y en medio del humo que emana del basurero.
El poblador Santiago López de 74 años, refiere que con el viento, el humo también se dispersa en dirección oeste hasta llegar a las casas de la comunidad y sectores aledaños.
“Por eso se ha propuesto desde hace algunos años trasladar el vertedero a otro sector porque el humo genera un daño a la salud”, indicó.
López, quien fue presidente de la directiva de la comunidad, detalló que el vertedero se estableció en ese lugar hace aproximadamente 40 años, pero señala que con el crecimiento poblacional, aumentó la cantidad de basura que llegan a depositar al basurero.
Cuenta que al aumentar los volúmenes de basura el vertedero comenzó a ocasionar daños ambientales y a la salud de los lugareños, por lo que desde la comunidad han propuesto a las autoridades municipales reubicarlo en otro lugar.
Según los pobladores, el problema se ha agravado aún más, por el actuar de personas inescrupulosas que llegan en vehículos y carretones a botar basura, fuera del vertedero.
Al quedar fuera del perímetro del vertedero los desechos sólidos constantemente se extienden en dirección a la calle, lo cual según los habitantes puede ocasionar un accidente ya que con el humo se pierde la visibilidad.
Félix García, habitante de la comunidad señaló que durante el verano el humo es más constante y que cuando cruzan frente al basurero, hay ocasiones en las que ni siquiera se logra distinguir quien va y quien viene.
“El humo es fatal cuando cruzamos por la carretera frente al basurero y el olor también es desagradable”, expresó García.
Cabe destacar que el 14 de noviembre del 2007, la delegación departamental de Rivas del Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales (Marena), emitió una resolución administrativa en la que ordenó trasladar el vertedero por considerar que afecta la salud de las familias cercanas.
Pero al no poder trasladar el basurero, la municipalidad propuso en el 2012 ejecutar un proyecto de acondicionamiento y otras obras, que evitarían que los desechos sólidos se filtraran.