La tarde de ayer 08 de marzo, mujeres nicaragüenses exiliadas en Costa Rica, se encontraron para alzar la voz, exigiendo al gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo, liberen a las 14 mujeres detenidas en las cárceles de Nicaragua por razones políticas.
La manifestación era enorme, varias calles de la avenida central de San José Costa Rica fueron cubierta de pancartas con los rostros de las mujeres presas; entre ellas abogadas, defensoras de derechos humanos, periodistas, feministas, políticas. Las personas que se manifestaron, en su mayoría mujeres gritaban ¡Libertad para las presas políticas!
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En Nicaragua a las mujeres se les arrebato el derecho de manifestarse para el ocho de marzo, esta situación lleva cuatro años a raíz de la crisis sociopolítica. Sin embargo, organizaciones feministas ya sufrían obstaculización en años anteriores para celebrar esta efeméride. En esta fecha los colectivos se reencontraban en la Capital Managua, de distintos territorios llegaban para expresar sus denuncias y exigiendo la reivindicación de sus derechos y denunciar la impunidad en los casos de femicidios, entre otras demandas; aunque se siguen pronunciando desde distintas plataformas digitales para romper el silencio.
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Mientras tanto, Ana Quiroz, feminista con viva voz desde el exilio al que fue forzada, asegura que las mujeres siguen en la lucha, demandando y exigiendo derechos. “A las mujeres no nos van a callar, puede ser que no podemos gritar dentro de Nicaragua, pero en cada corazón de mujeres nicaragüense estamos gritando y acompañando a las 14 mujeres presas y preso políticos que hay en Nicaragua”, destacó la activista.
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Por su parte Claudia Vargas activista nicaragüense, a quien Intertextual la vio a todo pulmón gritando consignas, nos aseguró que el país centroamericano del cual tuvo que salir, por su seguridad ha retrocedido, “suena increíble cuando hablamos de progreso, en Nicaragua no existe progreso en Nicaragua se quedó estancada, “específicamente en derechos y exigió la libertad de todas las presas y preso políticos en Nicaragua, en especial las mujeres.
Vargas cargaba una pancarta donde estaba plasmado el rostro simpático y vivaz de la estudiante de periodismo, feminista y activista, Samantha Jirón, la más joven de las presas politices. “Sin embargo su edad no le ha impedido mostrar su capacidad, es una muchacha con un potencial político, con un liderazgo visible dentro de los jóvenes.” expresa la manifestante.
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La activista refiere que conoció a Samantha en el exilio viendo sus capacidades y preocupaciones por Nicaragua, desde Costa Rica. Vargas le mando un mensaje a ella y su familia “Aquí estamos alzando la voz por ella, siguiendo con las enseñanzas de Samantha.”
Por otro lado, Alexa Zamora miembro de la Unidad Nacional Azul y Blanco UNAB, destacó que el Estado de Nicaragua nunca ha respetado el derecho a las mujeres, y sostuvo que la exigencia al gobierno Ortega Murillo es que libere a todas las personas presas políticas, en especial a las mujeres, porque “no han cometido ningún delito más que levantar su voz para denunciar las atrocidades de este régimen,” remarcó.
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“Estas 14 mujeres son luchadoras, representan la dignidad y el espíritu de las mujeres en Nicaragua, se han caracterizado por estar siempre a la vanguardia en contra de la dictadura” afirma Zamora.
Estas 14 mujeres, según sus familiares “sufren bajo terribles condiciones de tortura en las cárceles” poniendo en “peligro inminente para sus vidas.” Según un último comunicado, estas personas presas políticas, Sufren hambre, frio, interrogatorios constantes, no les han permitido ver a sus hijas e hijos, unas están con luz permanentes y otras están en total oscuridad, solo reciben 10 minutos de luz solar a la semana, no han tenido derecho a la defensa, sus juicios se realizan a puerta cerrada, sus vida están en riesgo porque , están desarrollando enfermedades por falta de atención médica y otras ya eran enfermas crónicas que necesitan medicamentos y atención digna de salud, son las denuncias de las familias.
A ellas se les acusa de ser autoras del supuesto delito de “menoscabo a la integridad nacional, en perjuicio del Estado de la República de Nicaragua y la sociedad nicaragüense” y de socavar la libertad de expresión, organización y movilización. Para apresarlas y sentenciarlas el gobierno de Ortega Murillo junto con los diputados sandinistas dieron la aprobación en Nicaragua de la Ley de Regulación de Agentes Extranjeros, Ley Especial de Ciberdelitos y la Ley 1,055, esta última es la que está siendo utilizada para apresar a líderes, activistas, abogados, opositores y periodistas.
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Zamora desde su trinchera en el exilio, exige que se les respete los derechos a estas 14 mujeres apresadas y que ya no sean objeto de tortura porque son inocentes, asegura.
La marcha del #8M en Costa Rica, finalizó con la lectura de los comunicados, donde participaron muchas organizaciones y de manera individual, las mujeres nicaragüenses en el exilio conmemoraron la fecha del día de las mujeres pidiendo la libertad por de la libertad de las presas políticas y gritar el nombre de cada una de los catorces prisioneras.