Rosario Murillo atacó al periodismo Independiente; mientras Daniel Ortega evitó hablar sobre las sanciones impuestas por Estados Unidos a sus funcionarios y minimizo la derrota de Nicaragua ante la Haya, contra Colombia. 
Por: Redacción Intertextual/ contacto@intertextualcr.com
Bajo consignas, canciones y aplausos por parte de la Juventud Sandinista (JS) se llevó a cabo este 19 de julio el 44 aniversario del triunfo de la llamada revolución popular sandinista ante la dictadura de la familia Somoza, en un acto privado disponible solo para integrantes de la JS e invitados especiales por parte del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo y transmitido en cadena nacional.
El acto tuvo lugar en la pequeña Plaza Parque Dignidad Augusto C. Sandino de Managua, frente al antiguo estadio de béisbol, en donde estuvieron presentes representantes de países africanos como Angola, Gana, Mozambique, Nigeria, de igual manera países de los países de Abjasia, Bielorrusia, Osetia del Sur, República Islámica de Irán, República Popular Democrática de Corea, Laos y Palestina, entro otros.
Según declaraciones de Rosario Murillo, el acto, que, en su mayoría, estuvo centrado en canciones alusivas al partido FSLN, estaba siendo presidido por las “heroicas familias nicaragüenses” y la “juventud divino tesoro”.
En la tarima principal estuvieron representantes del Ejército de Nicaragua, Policía a cargo de Daniel Ortega, Ministerio de gobernación, pastores, diputados ante el Parlamento Centroamericano y diputados de la Asamblea Nacional. Estos últimos sancionados por el gobierno de Estados Unidos la mañana de este 19 de julio y agregados a la Lista Engel anual de actores corruptos y antidemocráticos de Centroamérica.
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En la lista publicada por Estados Unidos se leen 13 funcionarios de la administración de Daniel Ortega de la Asamblea Nacional, Superintendencia de Bancos y Otras Instituciones Financieras (Siboif), Unidad de Análisis Financiero (UAF), Registro Nacional de la Propiedad y miembros del Poder Judicial.
Durante la primera hora de música sandinista, Rosario Murillo, Primera dama y vicepresidenta de Nicaragua, arremetió contra el periodismo independiente y la oposición en una de sus intervenciones, llamándolos “víboras traicioneras”, “fabricantes de mentiras” y “mentecatos” y los acusó de cerrarse a la “convivencia de todas las vibraciones, todas las energías y los colores” que según su intervención conforman fuerza y esplendor.
El discurso y ataque de Rosario Murillo tuvo respuestas inmediatas por parte de los periodistas como Donaldo Hernández, quien aseguró en su cuenta de Twitter que “al sandinismo le incomoda el periodismo” e hizo mención del caso del periodista Víctor Ticay, corresponsal de Canal 10, quien se encuentra detenido desde el seis de abril bajo los cargos de “propagación de noticias falsas” y “menoscabo a la integridad nacional”.
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Luego de dos horas, Daniel Ortega tomó la palabra e hizo su acostumbrado recorrido por la historia de Nicaragua, en donde menciona a los héroes nacionales, desde el cacique Diriangén y Nicarao, hasta la figura central del FSLN, Augusto C. Sandino, en donde reconoció la figura del periodista, director del diario La Prensa y político nicaragüense, Pedro Joaquín Chamorro, quien, según el discurso de Ortega, fue asesinado por la Guardia de la dictadura de los Somoza en 1978.
Se refirió a la recién celebrada Cumbre de la Unión Europea y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), acusándolos de querer estar “dirigiendo Nicaragua de acuerdo con los yankees” ante la declaración final donde condenaron la guerra en Ucrania, declaración que no fue firmada por el representante de Ortega y tildó de “fascista” y “nazi” al presidente de Ucrania Volodímir Zelenski.
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“La Unión Europea truena contra nosotros continuamente y el Parlamento Europeo pide más sanciones contra Nicaragua y de la Unión Europea salen voces violentas contra Nicaragua”, dijo Ortega y evitando hablar sobre las sanciones impuestas por Estados Unidos a sus funcionarios y minimizo la derrota de Nicaragua ante la Haya, contra Colombia, sin embargo, reconoció que la Corte no le dio la razón, esta vez, volvió a exigir el acatamiento del veredicto anterior que le otorgaba a Nicaragua unos 75,000 kilómetros cuadrados de mar.
La celebración de este 44/19 se llevó a cabo mientras el régimen de los Ortega-Murillo mantiene a decenas de presos políticos, entre ellos, el periodista Víctor Ticay, el obispo Rolando Álvarez y el joven Jasson Salazar.
