La intolerancia a las personas LGBTIQ+ en Bluefields causa miedo y zozobra en la comunidad, ya que en cualquier lugar se reciben agreciones sin justificación y después culpados por detonar la ira de un "macho".
Por: Voces en Libertad/ contacto@intertextualcr.com
Un día común en Bluefields. Es fin de semana y Jalen Jaleel Hooker de 18 años, se dispuso a salir a distraerse, sin embargo, esta joven de la comunidad LGBTIQ+ no esperaba que al regresar a su barrio, sería víctima de una brutal golpiza a manos de un vecino.
Jalen es una chica trans, de 18 años, perteneciente a la etnia creole, que vive junto a su mamá Raquel Hooker, en Punta Fría, uno de los barrios tradicionales de Bluefields.
Jalen es carismática, alegre y trata de evitar los problemas que involucren su identidad sexual, porque la violencia puede ser el resultado, como fue en este caso. A eso de las dos de la madrugada, Jalen regresaba a su vivienda. Su agresor fue identificado como Samuel Bennet, apodado “chamuca”. Lo golpeó de manera brutal, aflojándole parte de su dentadura.
Según relato de la víctima, mientras Bennet lo golpeaba amenazó cómo matarle y confesó el motivo de la agresión: “me caen mal los homosexuales”.
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Hooker presenta golpes en el rostro, su dentadura quedó dañada, fue golpeado en el abdomen y la pierna derecha, por lo que no puede expresarse fluidamente. No obstante, su mamá Raquel Hooker, interpuso la denuncia ante la Policía, para que se haga justicia en este caso de violencia contra la chica trans.
“No es justo, si yo que soy su madre, le acepto así, no miro justo que los demás lo tengan que estar ofendiendo y abusando, si se siente feliz así, siendo como es, ese es su vida, porque todo mundo tiene derecho de ser lo que quiera ser”, refiere la progenitora de Jalen.
Comunidad LGBTIQ+ se pronuncia
Tayron Aburto, coordinador del “Movimiento de la Diversidad Sexual Alexis Montiel”, asegura que están realizando las gestiones pertinentes para que este caso no quede en la impunidad y que la mediación no sea un escape a la violencia.
“Queremos que se haga justicia, si el (agresor) tiene que pagar por lo que hizo que la ley lo condene, no pueden seguir estos tipos de actos porque si nosotros nos vamos a una mediación, vienen consecuencias el día de mañana”, expresó Aburto.
“Las consecuencias se notan en la venganza que buscan los agresores después con las víctimas hasta quitarles la vida, ante las siguen, les causan zozobra y miedo a su víctima”, aseguró.
La violencia a las personas LGBTIQ+ se da frecuentemente, sin embargo, no son denunciadas públicamente, menos ante la Policía, causando que los agresores gocen de libertad.
Claman por justicia
Esta violencia aumenta cada mes, por lo que Aburto, solicita a las autoridades policiales ejercer un trabajo igualitario, tanto para la comunidad heterosexual como a la LGBTIQ+. “Cuando se presente un chico de la comunidad LGBT se le de el trato igualitario como se le da a una persona heterosexual, no demandamos tratos especiales porque no somos especiales, sino un tato igualitario a como va una persona hetero a interponer una denuncia”, afirma Aburto.
Este caso de violencia a causa de la orientación sexual, ya se encuentra en el sistema judicial, y familiares de Jalen están a la espera de que el proceso finalice con justicia, ya que no es la primera vez que Samuel Bennet acosa y ataca a Jalen.
“Yo solo estoy pidiendo justicia, porque, así como pasó a mi hijo, puede pasar a alguien más, porque así como lo agredió, pudo matarlo”, refiere Raquel Hooker.