Algunos son opositores, militantes de otros partidos, otros son autoconvocados y no escaparon los familiares de excarcelados.
Por: Redacción Intertextual/ Voces en Libertad/ contacto@intertextualcr.com
Nueve opositores fueron sacados con violencia de sus casas en Jinotega, la noche del miércoles, día de los secuestros de más de 50 personas en todo el país. Los secuestrados fueron llevados a delegaciones policiales y después acusados ante un juez del régimen.
La Alianza Cívica confirmó que entre los jinoteganos que fueron capturados se contó a Tamara Ruiz, quien es un reconocida miembro de la pastoral Juvenil de la Diócesis de Jinotega, Alfredo Palacios, reconocido miembro del Partido Liberal Constitucionalista (PLC) y el exprisionero político Humberto Hernández, entre las figuras más reconocidas de la Ciudad de las Brumas.
La policía orteguista también allanó la vivienda de Freddy Zeledón que fue desterrado junto a los 221 presos políticos hacia los Estados Unidos. Según confirmó un ciudadano, los uniformados llegaron a secuestrar a Freydin Zeledón hijo de Freddy Zeledón.
Como Zeledón no se encontraba, los represores intentaron llevarse a la madre de este, pero finalmente la dejaron en libertad, sólo después que un miembro de la familia se desmayó, debido a la presión que fueron sometidos por la policía al servicio de la dictadura.
Familias callan por temor
Se conoció que en días anteriores, fueron secuestrados varios opositores de otros municipios de este departamento, pero sus familiares han decidido guardar silencio por temor a represalias y evitar que sus familiares, sean torturados. Otros manifestaron, que mantienen la esperanza que sean liberados.
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Los opositores dijeron que, ante la nueva ola represiva del régimen, no queda otra alternativa que el exilio para poder salvaguardar su vida y su libertad. La escalada represiva del régimen de este miércoles fue calificada por la investigadora Martha Patricia Molina, como una “noche de cuchillos largos en Nicaragua”, comparándola con la sanguinaria persecución en la Alemania Nazi.
Los nueve secuestrados fueron regresados a sus casas bajo las medidas cautelares de presentación periódica a los juzgados o a las delegaciones policiales y enfrentan una causa judicial que en cualquier momento los podría llevar a la cárcel.