Por: Redacción Intertextual/ contacto@intertextualcr.com
Este lunes tres de julio, el observatorio Voces, del colectivo Católicas por el Derecho a Decidir de Nicaragua, presentó el informe del primer semestre del 2023 sobre femicidios a Nicaragüenses, dentro y fuera del país, dejando en evidencia que 50 mujeres han perdido la vida víctimas de femicidios.
Según el reporte del observatorio la mayor violencia se presentó en el mes de marzo donde 12 mujeres fueron asesinadas, seguidos por abril y mayo con 10 y 8 víctimas, el informe deja en evidencia que las mujeres jóvenes son las mayores víctimas en Nicaragua, con los datos mostrados que 25 mujeres menores de 35 años fueron asesinadas.
La violencia que enfrentan las mueres en Nicaragua no solo afecta a las féminas si no que se extiende a sus familias y mas afectación deja en las y los menores de edad.
Para la psicóloga nicaragüense, Fátima Soza, la afectación psicológica de las hijas e hijos, de las víctimas de femicidio, depende de la edad, el manejo de las personas adultas que hagan el acompañamiento y de la relación con el asesino, que bien puede ser su papá, familiar, padrastro o alguien con el que hubo mínima relación.
“Las y los niños, pueden preguntar por lo sucedido, presentar pesadillas, tener regresiones (enuresis, timidez, retraimiento, encopresis, miedo excesivo), poco apetito e ira” mencionó Soza a Intertextual.
Para la psicóloga, en las y los adolescentes, puede darse combinación de sentimientos, tristeza, enojo, angustia e impotencia y en el caso de que el femicida sea un padre que ha estado presente puede haber cuestionamientos sobre el vínculo con el agresor.
En el caso de los familiares adultos, un femicidio tiene como consecuencias realizar el proceso de denuncia y lo que conlleva; el asedio de los familiares del homicida cuando se ha realizado el proceso judicial, cambios en su dinámica de vida, la responsabilidad económica, afectiva y educativa de las y los hijos de la víctima de femicidio.
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“Igualmente, un cambio de roles, ejemplo, de ser la tía que les visitaba frecuentemente, pasar a ser la tutora y responsable legal. Sentirse culpables, porque consideran que no acompañaron a la víctima” explicó Soza.
En el aspecto social, Soza explica las consecuencias que se enfrenta luego que se presenta un caso de femicidio, “en la dinámica social, entre más se incrementa una acción, más se normaliza, se naturaliza; menos cuestionamientos y procesos de sensibilización se realizan, en algunos momentos hasta se justifica el comportamiento homicida”.
“El aumento de los femicidios, nos muestra que nuestra sociedad sigue normalizando la violencia, esto coloca a la mujer en desventaja y riesgo, la mayor consecuencia es que se siga reproduciendo no solo este tipo de crimen, sino que las diferentes formas de violencia hacia la mujer continúen es una amenaza a los procesos de autonomía y poder que tiene la mujer sobre su cuerpo y su vida” concluyó.
En promedio según los datos brindados por el observatorio, dos mujeres nicaragüenses son asesinadas por semana dentro y fuera del país
El colectivo Católicas por el Derecho a Decidir Nicaragua lamenta la cifra actual de femicidios, con respecto al primer semestre del año pasado, en donde se registraron 31 casos y este año fueron 50 “significa que la violencia machista va en aumento y esto es a consecuencia de esa cultura patriarcal” mencionaron a intertextual.
El colectivo reconoció la falta de compromiso por parte gobierno y la falta de acceso a la justicia y la impunidad al dejar en libertad a los femicidas y perpetradores de violaciones “La inseguridad que estamos pasando las mujeres en Nicaragua es dura y más en los departamentos donde ni siquiera hay un policía… no están las instituciones presentes” añadieron.
Para el colectivo, los femicidios tienen un impacto negativo dentro de las comunidades en donde se desarrollan y con más impacto dentro de las familias y niños que presencian los actos de odio contra las mujeres.
“A pasear de tener una ley 779… no cuenta con ningún espacio y ni ningún programa que pueda cumplir con lo que la ley amerite” agregaron.
El colectivo lamentó el no poder realizar el acompañamiento necesario a las familias de las víctimas debido a la persecución que se vive en el país por parte del régimen de Daniel Ortega, obligándolas a trabajar desde la clandestinidad.
En el informe del primer semestre del 2023 del Observatorio Voces resalta el mes de marzo como el mes en el que más femicidios se registraron, con un total de 12 de los 50 registrados, siendo las parejas los agresores más comunes, el mayor número de mujeres asesinadas se encuentran entre el rango de edad de 18 a 35 años y de los casos en total 4 son niñas entre las edades de uno 1 a 17 años.