A doña Mercedes Alvarado Jiménez, le ofrecieron un millón de dólares por su hija. Después de 17 años , ella cuenta su historia de cómo el amor de madre fue más fuerte que el dinero.
Por: Redacción Intertextual/ contacto@intertextualcr.com
Palmeando tortillas en un tramo del mercado municipal de Rivas encontramos a doña Mercedes Alvarado Jiménez de 64 años, la madre que por amor incondicional, hace casi 17 años rechazó la propuesta de recibir 1 millón de dólares a cambio de desistir de la acusación por el asesinato de su hija.
El 21 de noviembre de 2006 Doris Ivania Jiménez, que en ese momento tenía 25 años, fue asesinada por Erick Volz, de nacionalidad estadounidense y otro de apellido Chamorro, habitante del municipio de San Juan del Sur. El cuerpo de la joven rivense, quien tenía una tienda de ropa en esa ciudad turística, apareció dentro del local con evidentes signos de violencias.
La Fiscalía concluyó que Doris Ivania había sido abusada sexualmente y estrangulada por su expareja y por el otro acusado. Ambos acusados fueron condenados a 30 años de prisión por la entonces juez de Distrito Penal de Rivas Ivet Toruño. El estadounidense estuvo preso en Nicaragua solamente unas semanas, al poco tiempo fue deportado a los Estados Unidos. Mientras que Chamorro guarda prisión en un sistema penitenciario nacional.
La dignidad y el amor de madre fue más fuerte que el dinero que le ofrecierón
Este caso llamó la atención de la opinión pública nacional e internacional, no solo por la crueldad con la mataron a la joven rivense, sino también por los detalles de la investigación, y todo lo que sucedió durante el proceso.
“Recuerdo que recibí una llamada de César Baltodano, el abogado de uno de los investigados, quien tenía la intención de reunirse conmigo, y con mi abogado Erick Cabeza. Primero estuvimos en una casa cerca de la imprenta La Inmaculada en Rivas, y como era medio día, nos fuimos para el restaurante El Gran Diamante en San Jorge a almorzar.
Baltodano me sacó una cuenta y me dijo que mi hija como profesional hasta los 40 años podría percibir un millón de dólares, insinuándome que eso me proponía para que desistiese de la acusación” afirma esta mujer que desde temprana edad se ha dedicado al comercio.
Tras esa propuesta indignada doña Mercedes se fue a la radio Rumbos de Rivas a denunciar al abogado, por la obscenidad de lo que le estaba diciendo.
“Me siento feliz porque mi Dios me dio a mis hijos para disfrutarlos, no para negociarlos,” argumenta Jiménez sobre la propuesta de no recibir el dinero por el caso de su hija, y lo dice desde su pequeño negocio de tortillas, porque ahí vive en paz, y sin el remordimiento de haber negociado el crimen de su hija.