Elvira Cuadra, experta en temas de seguridad, cataloga como un castigo las adiciones de sanciones a efectivos policiales que no cumplan las órdenes de sus superiores o que decidan desertar de la institución.
Por: Redacción Intertextual/ contacto@intertextualcr.com
Las reformas a la constitución política y a la ley orgánica de la Policía Nacional fueron aprobadas este miércoles cinco de julio por la Asamblea Nacional de Nicaragua con 91 votos a favor y convirtieron al cuerpo armado de naturaleza civil en un “cuerpo armado”, subordinado a Daniel Ortega.
Para la experta en temas de seguridad, Elvira Cuadra, al cambiar la naturaleza de la institución se hace a un lado el modelo preventivo, proactivo, comunitario, que resaltaba la participación de las personas.
“La policía Nacional depende de la autoridad ejercida por el Presidente de la República, en su carácter de Jefe Supremo y en estricto apego a la Constitución Política a la que guardará respeto y obediencia” se lee en la reforma.
“Otros elementos que se modifican en la constitución y en la ley, tienen que ver con el papel profesional, apolítico, apartidista, obediente y no deliberante. Que está señalado en la constitución” agregó.
Cuadra cataloga como un castigo las adiciones de sanciones a efectivos policiales que no cumplan las órdenes de sus superiores o que decidan desertar de la institución.
“Las explicaciones que le podemos encontrar a estas adiciones, es que, frente a las deserciones, a las fugas y al descontento que hay a lo interno de la institución, se está tratando de introducir medidas disciplinarias para presionar a los mismos efectivos y que el aparato policial no se vea reducido en su número y capacidades” culminó.
Para el politólogo, Félix Maradiaga esta reforma hace formal de forma jurídica lo que ha venido pasando en Nicaragua. “Es formalizar jurídica y constitucionalmente lo que en la práctica ha sucedido, que es la destrucción de la subordinación de la policía y ponerla totalmente bajo el control político partidario del Frente Sandinista” agregó a una entrevista al medio de comunicación France 24.
Maradiaga se refirió a las adiciones de castigo a los efectivos policiales “lo que claramente indica esta reforma, es que, Daniel Ortega y la ilegítima vicepresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo, tiene mucho temor de que dentro de la policía pueda haber una eventual insubordinación”.
“El régimen de Daniel Ortega quiere asegurarse que tanto la policía, como el ejército, no le causarían problemas en una eventual insubordinación, quieren controlarlo todo” culminó.
Para Enrique Martínez, miembro de la Unidad Juvenil y Estudiantil (UJE) en Nicaragua, las reformas constitucionales se han tomado como algo común o algo que se puede hacer de la noche a la mañana.
“Esto sobrelleva un proceso bastante riguroso en materia legislativa que prácticamente está quedando obsoleto o no se está respetando” comentó a Intertextual.
Martínez recomendó tener más cautela dentro de los esfuerzos de trabajos territoriales que hace la oposición para poder articularse y denunciar las violaciones a los Derechos Humanos dentro del país.