"Estamos claros que se tratan de asesinatos selectivos contra opositores y exmiembros de la Resistencia Nicaragüense, que se han refugiado en territorio hondureño", comentó un allegado de Rivera.
Por: Redacción Intertextual/ contacto@intertextualcr.com
Santiago Rivera Múller, era un excombatiente de la Resistencia Nicaragüense, perseguido por el régimen de Daniel Ortega, este fue asesinado con arma de fuego la tarde del pasado lunes en Honduras. El crimen ocurrió en una comunidad fronteriza con Nicaragua que se localiza en el municipio de Trojes, perteneciente al departamento de El Paraíso.
Con este crimen ya son cinco los exiliados nicaragüenses que han sido asesinados en Trojes en circunstancias aún no esclarecidas por las autoridades hondureñas.
«Estamos claros que se tratan de asesinatos selectivos contra opositores y exmiembros de la Resistencia Nicaragüense, que se han refugiado en territorio hondureño», comentó un allegado de Rivera.
Detalló que Rivera fue asesinado de tres tiros de arma en la cabeza cuando caminaba por la comarca Plan de La Virgen, a unos 2 kilómetros de la frontera con Nicaragua.
«Por la manera en que sucedieron los hechos y las llamadas extrañas que recibía últimamente, no hay dudas que le venían dando seguimiento desde Nicaragua para asesinarlo tal y como sucedió en los otros casos», detalló.
El también exmiembro de la resistencia que luchó en la década los 80 contra el primer período de gobierno de Ortega, afirmó que efectivos del ejército se encargan de realizar trabajos de inteligencia para ubicar a los exmiembros de la resistencia que consideran que pertenecen a un grupo de rearmados que se está organizando desde territorio hondureño.
«Cuando ellos ubican al exmiembro de la resistencia o a otro opositor que es de interés, proceden a ejecutarlos con apoyo de paramilitares y narcotraficantes que operan en la frontera entre Honduras y Nicaragua» afirmó.
Contó que Rivera participó en las protestas antigubernamentales del 2018 y que por esa razón recibía amenazas de muerte y se vio obligado a refugiarse en Honduras, sin imaginarse que hasta ahí llegarían a matarlo.
Los primeros exiliados asesinados en Trojes fueron Edgar Montenegro, exmiembro de la Resistencia Nicaragüense y su hijo Yalmar Zeledón Olivas, quienes eran originarios de Wiwilí, Jinotega.
Ambos abandonaron el país y se exiliaron en Trejos a inicios del 2019, tras ser señalados de participar en los tranques que colocaron los habitantes de Jinotega durante las manifestaciones de abril del 2018.
Padre e hijo fueron ajusticiados el 27 de junio del 2019 por hombres encapuchados que les tendieron una emboscada a menos de un kilómetro de la frontera con Nicaragua.
El 13 de julio del 2019, también fue asesinado con arma de fuego el exmiembro de la resistencia de Jinotega Francisco Sobalvarro, quien era conocido con el seudónimo de Berman.
A la lista de exmiembros de la Resistencia asesinados en Trojes se sumó el seis de diciembre del 2020, el jinotegano Gerardo Jesús Gutiérrez, conocido como «Comandante El flaco».
El 25 de junio del 2022 también fue ultimado a balazos Rodolfo Rojas Cordero.