Funcionaria no quiso expresar lo que piensa su gobiernonsobre la dictadura de Daniel Ortega, ante los periodistasnque le consultaron.
Por: Intertextual/ Voces en Libertad/ contacto@intertextualcr.com
La secretaria general de Relaciones Exteriores de Brasil, que participa en la Asamblea General de la OEA, María Laura de Rocha, matizó las críticas relacionadas a que su gobierno busca “suavizar” la resolución contra el régimen de Daniel Ortega.
“No, no, no…la resolución está en proceso de discusión, no se le ha cambiado nada, son borradores, estamos buscando un texto que sea interesante para todos los presentes y lo será, lo será”, prometió la diplomática.
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De Rocha no quiso expresar lo que piensa su gobierno sobre la dictadura de Daniel Ortega, ante los periodistas que le hicieron la pregunta. Tras la insistencia, un funcionario dijo que ella debía asistir a una reunión, pero que accedía con gusto a una entrevista después.
Llueven críticas
Las modificaciones que propuso Brasil implican bajar el tono condenatorio a la dictadura de Daniel Ortega en Nicaragua, haciendo cambios como que en Nicaragua solo se necesita fortalecer la democracia, mientras que el texto original establece que debe haber un retorno de la democracia, porque en el país, no existen elecciones libres y justas. Rocha no quiso hacer comentarios sobre la situación de Nicaragua.
Las delegaciones de cinco Estados redactaron una propuesta de declaración que buscan consensuar entre todos los países para que los cancilleres la aprueben esta semana. Sin embargo, el gobierno de Brasil, bajo la dirección del izquierdista Lula Da Silva, envió un texto alternativo que elimina algunas críticas y señalamientos directos a la dictadura de Ortega y le agrega condicionales a algunos de los graves hechos que ocurren en el país centroamericano.
El proyecto de declaración presentado por Chile, Canadá, Estados Unidos, Costa Rica y Antigua y Barbuda habla de una “profunda alarma” por la “represión, el cierre del espacio cívico, las violaciones a los derechos humanos, incluida la denegación de derechos civiles y políticos básicos de la ciudadanía nicaragüense, así como la violación del derecho a la propiedad y seguridad social, por medio de la confiscación de bienes y activos y la denegación de pensiones para aquellas personas privadas de la nacionalidad”.
Brasil condiciona el uso de los términos directos y los sustituye por condicionantes, bajo el argumento “que si realmente se quieren producir cambios en Nicaragua se necesita bajar el tono de la confrontación y permitir tender puentes de diálogo”.
Régimen ausente
La Organización de Estados Americanos, OEA, celebra esta semana el Quincuagésimo tercer período ordinario de sesiones de su Asamblea General en su sede de Washington. Al encuentro han confirmado su asistencia 24 delegaciones de sus países miembros.
El régimen de Nicaragua, que dirige Daniel Ortega, renunció a ser parte de la OEA. Su salida del organismo multilateral sólo sería oficial hasta noviembre de este año, cuando se cumplan dos años de la denuncia a la Carta de la OEA, tal y como lo establecen sus estatutos.