En 2020, en todo el mundo se diagnosticó con cáncer de mama a 2,3 millones de mujeres, y 685 000 fallecieron por esa enfermedad. Conozca la historia de Elena Pereyra una paciente con cáncer de mama y la lucha por recuperar su salud.
Por: Redacción Intertextual/ contacto@intertextualcr.com
El Instituto Nacional del Cáncer de los Estados Unidos (NCI) define el cáncer de mama u otro tipo de cáncer como “la enfermedad por la que algunas células se multiplican sin control y se diseminan a otras partes del cuerpo”.
Con el panorama que nos presenta la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre el cáncer de mama, explica que, las células cancerosas se empiezan a desarrollar en los conductos galactóforos o de los lobulillos que producen leche del seno. Estas células se pueden propagar al tejido mamario cercano invadiéndolo produciendo nódulos o engrosamiento. También establece que los cánceres invasivos pueden propagarse a los ganglios linfáticos más cercanos o a otros órganos, enfatizando que una “Metástasis” puede ser mortal.
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En 2020, en todo el mundo se diagnosticó con cáncer de mama a 2,3 millones de mujeres, y 685 000 fallecieron por esa enfermedad. A fines del mismo año 7,8 millones de mujeres a quienes en los cinco años anteriores se les había diagnosticado cáncer de mama seguían con vida, estos son datos proporcionados por la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
La Revista Ciencias de la Salud y Educación Medica (RCSEM) en su Volumen 3 – Numero 4 (julio- diciembre 2021) desglosa la caracterización de pacientes con cáncer de mama en el Hospital Bertha Calderón Roque, Managua. En este dictamen las mujeres participantes entrevistadas eran mayores de 12 años y menores de 50 años.
El estudio concluyó en que estas endebles pacientes frente al cáncer de mama poseían una baja escolaridad e ingresos económicos, se hace la comparación con mujeres de países con vías en desarrollo, ya que su diagnóstico es en estados avanzados y en edades más tempranas.
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La OPS a través de La Iniciativa Mundial contra el Cáncer de Mama de la OMS tiene como objetivo reducir la mortalidad mundial por cáncer en un 2,5 % por año, evitando así 2,5 millones de muertes prematuras por cáncer de mama entre 2020 y 2040 en mujeres menores de 70 años. Esta Iniciativa se basa en el compromiso de largo plazo de los defensores de las personas con cáncer de mama, y ahora está involucrando a socios de todas partes coordinando esfuerzos para avanzar en el control de esta enfermedad a nivel global.
Promover el chequeo médico para llevar un control y detectar de manera temprana el cáncer de mama no solo ha venido siendo el trabajo de grandes organizaciones e instituciones de salud pública, sino que todas y todos forman parte de esta responsabilidad, el cáncer no distingue raza, sexo o religión, historias de mujeres han sido clave para que muchas más personas puedan sentirse acompañadas y respaldadas.
“Ejemplar jamás he sido, pero algunas cosas he venido haciendo bien” escribe en su historia con el cáncer de mama, Elena Pereyra.
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Desde agosto 2021 Pereyra fue diagnosticada con cáncer de seno, cuando inició una carrera contra el reloj. Completando sus estudios de extensión diagnóstica para que médicos especialistas pudiesen diseñar estratégicamente, un esquema de tratamiento específico para combatir el cáncer de seno en ella. El tratamiento incluía ciclos de quimioterapia combinada, mastectomía y toma de ganglio centinela.
Elena menciona que, al conocer, escuchar y entender su cuerpo, es como notó que «algo no andaba bien» ella comparte que la detección temprana a cualquier persona puede brindarle la oportunidad de combatir la enfermedad con mejores posibilidades pronósticas. “tomó por bendición haberlo detectado y me felicito por hacerme caso y por actuar diligentemente en favor de mi salud”.
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“Cuando vivís tu proceso de enfermedad hacia la sanidad y lo haces de forma acompañada y abierta con otras personas que están pasando por lo mismo, sanas en voz alta ayudando a otras a lidiar con los temores que da la realidad diagnóstica” resalta Pereyra sosteniendo su empatía, actitud y solidaridad con todas las personas que viven o vivieron esta experiencia.
“Esta no es mi causa social, ni mi discurso. Esta es mi experiencia, desde mi propia lucha por recuperar mi salud” dijo ante su padecimiento del cáncer de mama Pereyra.