La policía visitó varios templos este jueves para comunicar la medida represiva. Los sacerdotes anunciaron que harían recorrido a lo interno de los templos. “Ni Somoza se atrevió a tanto”, reclamaron los feligreses.
Por: Voces en Libertad/ contacto@intertextualcr.com
Los ataques de la dictadura de Daniel Ortega continúan en contra de la Iglesia Católica. La tarde de este jueves, su policía prohibió a todos los templos católicos la procesión en las calles de los tradicionales víacrucis.
Durante los viernes de Cuaresma, tiempo litúrgico marcado por la penitencia, la iglesia Católica peregrina por las distintas calles de los barrios con una imagen de Jesús con la cruz a cuesta, en donde van meditando sobre la crucificción de Jesucristo.
La imagen de Jesús es vestida con una túnica morada, en señal de martirio. Además, los fieles van orando en cada hogar que saca su mesa para recibir la procesión. “Primero nos habían dicho que los viacrucis serían coordinados con la Policía, pero ahora vino la orden de que tenemos prohibido salir a las calles. Nos dicen que solo podemos realizar las actividades dentro de los templos”, confió un sacerdote que explicó, que al caer la tarde del jueves, fueron informados de la restricción.
Días atrás, la Policía había recibido “cartas” de distintos sacerdotes para dar los permisos, pero la orden cambió repentinamente. “Es orden de arriba”, dijo un policía a los sacerdotes.
Llegan a templos
En redes sociales, distintas parroquias denunciaron este jueves que los agentes policiales habrían negado realizar los viacrucis en las calles, como el caso de la Catedral de Granada.
“El día de ayer (miércoles de ceniza), después de la misa del mediodía que presidió el señor Obispo me visitaron las autoridades correspondientes para comunicarme que los víacrucis que tradicionalmente hacemos los viernes de cuaresma, solo se pueden hacer alrededor de la catedral”, expuso el sacerdote de Granada, Winder Morales, al finalizar la eucaristía.
La decisión del régimen también alcanzó a la Diócesis de León, cuyo obispo es monseñor René Sándigo, quien se ha visto “plegado” a la dictadura. “La policía prohibió los viacrucis en León y Chinandega, pero se nos ha pedido que los hagamos dentro de los templos”, expuso un sacerdote leonés.
El pasado martes, el dictador Daniel Ortega, en cadena nacional acusó a Roma, obispos y sacerdotes de ser una “mafia organizada”. “Los cardenales y los papas son una mafia, miren los crímenes que han cometido y siguen saliendo crímenes todos los días y los están juzgando, crímenes que cometen por tener regulaciones absurdas”, señaló Ortega la noche del martes.
Feligreses: un sacrilegio
La iglesia católica llevó a cabo este viernes 24 de febrero, los primeros viacrucis penitenciales de este año. Algunas parroquias del occidente del país los celebraron a las cuatro de la mañana a lo interno de las parroquias, esto debido a la prohibición policial.
“Para los católicos, los víacrucis son un actos de fe y sacrificio. Somos un pueblo fiel y creyentes a nuestra tradición religiosa durante la Semana Santa, en que conmemoramos la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo y eso debe respetarse”, manifestó Gloria Gómez, una ferviente católica del barrio de San Felipe Apóstol de León.
En León, las parroquias se limitaron al rezo del víacrucis. Los párrocos hicieron saber a la ciudadanía que publicarán en las páginas oficiales de la parroquia, una estación meditada cada media hora.
“Me siento consternado de ver la situación hasta donde hemos llegado en Nicaragua. Nunca se había visto tanto atropello y persecución a la iglesia católica, pero ni a los tiempos de la dictadura somocista”, manifestó Raúl Santos feligrés del barrio San Felipe.
Otra fiel católica que acompañó el víacrucis este viernes, expresó su sentir ante la negativa del gobierno a que realicen las procesiones. “Creo que es un total y soberano sacrilegio lo que el gobierno sandinista está haciendo a la iglesia católica. En los años 80 también persiguieron a la iglesia con acciones sucias para difamarla”, se quejó Anielka Romero.
Romero llamó a los católicos a pedir sin cesar para que “el mal que azota a la iglesia sea vencido por la sangre de cristo derramada en la cruz del calvario”.
El Vía Crucis es parte de las principales actividades que la iglesia católica lleva a cabo en el periodo cuaresmal, que inició con la imposición de la cruz en el miércoles de cenizas.
