Por: Redacción Intertextual/ contacto@intertextualcr.com
La Iglesia Católica del departamento de Rivas suspendió este viernes la tradicional procesión de Jesús del Rescate que se realiza todos los viernes de dolores en el municipio de Rivas. Así lo comunicó la Iglesia en un comunicado colgado en la página del Santuario Nacional de Jesús del Rescate de Popoyuapa en la que destaca que “la demanda, que estaba programada para el día 26 de marzo y la procesión de Jesús del Rescate que se iba a llevar a cabo el viernes de dolores quedan suspendidas por motivos ajenos a nuestra voluntad”.
El comunicado señala también que la imagen estará expuesta en el presbiterio los días jueves y viernes para la veneración pública, y que durante esos dos días, habrá misa cada hora a partir de la seis de la tarde.
La noticia sobre la suspensión de la procesión de Jesús del Rescate se da después de una reunión sostenida este jueves en horas de la tarde entre las autoridades del Santuario Nacional de Jesús del Rescate y la Policía, y en las que esta última, les informó que la imagen no podía salir en procesión porque supuestamente no tenía permiso para hacerlo.
Las reacciones sobre la cancelación de esta actividad religiosa ha causado indignación entre los católicos del departamento de Rivas, quienes echan la culpa de esta decisión a la dictadura de Ortega y de Murillo por el temor a que la gente se vuelva a tomar las calles, tal y como lo hizo en abril del 2018.
Ese temor lo han venido manifestando en todas las celebraciones religiosas del país, donde han prohibido las procesiones y las actividades religiosas al aire libre.
Se conoció que en el caso de las carretas peregrinas que salieron hace dos días desde los departamentos Masaya y Granada, y a las que se sumarán varias de Carazo, estás seguirán su recorrido normal, hasta llegar a Popoyuapa el próximo lunes 27 de marzo.
La dictadura de Daniel Ortega y el Gobierno del Vaticano, rompieron relaciones diplomáticas hace unas semanas, después de las declaraciones que dio el Papa Francisco a un periodista argentino en las que calificó a Ortega como una persona desequilibrada, y tildó a su gobierno como una dictadura comunista, hitleriana y grosera.
La dictadura encarceló, condenó y luego expulsó del país a varios sacerdotes y religiosos nicaragüenses porque supuestamente estos estaban conspirando contra el Gobierno y propagaban noticias falsas.
El caso más emblemático de esas condenas es la del Obispo Rolando Álvarez, de la Diócesis de Matagalpa, quien se encuentra cumpliendo una condena de más de 26 años en una cárcel de Managua, tras negarse a abandonar el país y de exiliarse , tal y como lo hicieron otros nicaragüenses.