Critican que las autoridades municipales enfocan su trabajo en la reparación y mantenimiento de calles en las zonas céntricas de la Gran Sultana, pero los turistas van a todos lados de la ciudad y especialmente al mercado.
Por: Intertextual/ Voces en Libertad/ contacto@intertextualcr.com
A pesar que el mercado de la ciudad de Granada no cuenta con un área de venta de artesanías, decenas de turistas de fuera del país llegan a diario a conocer el principal centro de compras de la ciudad colonial, muchas veces, para degustar el tradicional vigorón y grabar con sus cámaras la vida cotidiana en uno de los mercados más antiguos de centroamérica.
Muchos comerciantes trabajan en tramos improvisados con techos de plástico o telas sostenidas por débiles varas de madera, otros ocupan divisiones de la antigua estructura que aún conserva el diseño original.
Cuando los visitantes o los ciudadanos de la localidad caminan en las periferias del mercado municipal, observan a su paso charcas y calles deterioradas que denotan un abandono del progreso de parte de las autoridades municipales. En el sector de la terminal de unidades de transporte que viajan a Rivas, Carazo y Nandaime, el adoquín se encuentra deteriorado y con las lluvias hasta se forman grandes charcos según relato de los mismos vendedores.
“Aquí pagamos catorce córdobas a diario al cobrador de impuestos de la alcaldía para tener derecho al piso, pero esos impuestos no lo vemos reflejados en mejores condiciones, para los comerciantes que venimos a vender los alimentos y los productos esenciales del hogar”, relató una vivandera que se dedica a la venta de aguacates y mango.
Descuido total
Las calles aledañas que conectan al mercado municipal de Granada requieren mantenimiento. Entre ellas se encuentra la del llamado “Barrio Maldito”, una zona gobernada por jóvenes en riesgo que se mantiene ingiriendo cotidianamente. También están las calles que conducen al barrio Cuiscoma, la famosa calle El Yoyo y Concepción.
“Es triste ver como los turistas que nos visitan, luego que recorren el centro histórico de la ciudad, vienen al mercado municipal a ver la otra cara de la Gran Sultana. Aquí llevamos años pidiendo, además de buena infraestructura, que nos reparen las calles aledañas, para estar en un ambiente con higiene y así poder ofertar nuestros productos a quienes nos visitan”, comentó el vendedor de frutas y verduras Pedro Ruiz.
La actual alcaldesa orteguista de esta ciudad Rosario Caldera, quien sustituyó al exalcalde Pedro Vargas, luego que éste renunció a inicios de marzo de este año argumentando “problemas de salud”, no contempla dentro de su Plan de Inversión, la reparación y mantenimientos de las calles colindantes al mercado municipal, según informó uno de los miembros del Concejo.
“La prioridad que tiene este gobierno municipal son el mantenimiento y la reparación de las calles céntricas de la ciudad, donde circulan los visitantes nacionales y extranjeros, pero es triste ver como se relegan, las reparaciones de las calles aledañas al mercado que conectan con importantes barrios”, criticó la fuente pública.
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Promesa sin cumplir
En cada campaña municipal, el mercado es visitado por los aspirantes del partido orteguista, quienes desde hace más de 15 años mantienen el control de la comuna y siempre señalan que dentro de su plan de gobierno tienen contemplado brindar mejores condiciones a los comerciantes, pero no cumplen y persiste el olvido. Otras veces, lo que han hecho es la reparación de las calles del mercado y sus alrededores, mejoras a la infraestructura en sus módulos, pero las calles a barrios aledañas siguen igual.
“Esperamos que esta alcaldía no se enfoque solo en embellecer la calle La Calzada, que es importante para captar el turismo, pero también debe priorizar el bienestar de nuestros hermanos comerciantes, que dinamizan la economía local”, relató nuestra fuente pública.