Restos llegaron al país este lunes por la tarde. Familia espera que caiga todo el peso de ley al femicida.
Por: Voces en Libertad/ contacto@intertextualcr.com
Ira y dolor es lo que se respira en El Viejo, Chinandega, desde que este lunes llegó a casa de sus familiares las cenizas de Anggy Díaz, la nicaragüense de 21 años asesinada por su esposo de la misma edad, en los Estados Unidos.
El féretro con los restos arribaron al país a las 4:00 de la tarde del lunes y la vela por la noche de ese día, fue bastante concurrida. Toda la cuadra prácticamente donde se ubica la que fue su casa, se llenó de quienes conocieron a la joven y conocen a sus familiares. La comunidad viejana hizo un llamado a qué se haga justicia por el asesinato de la nicaragüense de 21 años.
Los restos de Díaz llegaron en cenizas. Su familia esperaba ver su cuerpo en el ataúd, pero no fue posible, no se logró, lo que aumentó el enojo de la familia contra el asesino. “Fue un crimen a sangre fría de una inocente criatura”, expuso José Tomás Díaz Castillo, el abuelo de la joven, habitante de Comarca La Picota, quien recuerda que desde los dos años, Anggy quedó al cuidado de María Libertad su tía y madre de crianza.
“Era una niña muy estudiosa, ágil, respetuosa, ese hombre tiene que ser condenado. El pueblo ha sentido también este dolor”, agregó Díaz Castillo.
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ToggleSiguen juicio el de cerca
La madre de la víctima Tania Esther Díaz y resto de familiares que viven en Estado Unidos, dan seguimiento al juicio y esperan la condena y sentencia que, aseguran, “el asesino se merece”.
La familia agradeció el apoyo en el traslado del féretro a quienes contribuyeron para la repatriación. Concepción Córdoba, vecina de la familia señaló que la joven Anggy, fue “a buscar la vida y encontró la muerte en su matrimonio” por lo que insta a las jóvenes migrantes, a conocer y profundizar en el tipo de relación que vayan a sostener.
Córdoba se quejó de la falta de fuentes de empleo, porque de lo contrario “nadie se expusiera al peligro de criminales en el exterior”. “Los muchachos tienen que salir a rodar”, se quejó la vecina, quien además tiene también un hijo que emigró a Estados Unidos y dice temer por su vida. “Una no sabe lo que pasa con esos muchachos, viviendo tan largo, si comen o si duermen bien, pobres”, lamentó.
“Yo no quería cenizas, yo quería su cuerpo”
A la 1:30 de tarde de este martes, los restos de Anggy fueron llevados a una iglesia cristiana ubicada a unos 300 metros de la vivienda de su familia, ubicada en el barrio “Teodoro Kim”, en el municipio de El viejo.
“Estamos muy agradecidos con todo este pueblo y las personas del extranjero que se solidarizaron con nosotros, aunque yo no quería cenizas, quería su cuerpo, pero doy gracias a Dios, ya estamos un poco más tranquilos”, reiteró el abuelo de la joven.
Anggy Díaz fue asesinada la tarde del 11 de enero de este año, por su esposo, Jared Dicus, de 21 años de edad, quien la decapitó y desmembró, en su casa del Condado de Waller, Houston, Estados Unidos. Dicus está detenido acusado de asesinato en primer grado.