El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, concedió este martes plenos poderes a uno de sus hijos, Laureano Facundo Ortega Murillo, para suscribir dos acuerdo de cooperación y asistencia en materia aduanera con Rusia.
A través de dos acuerdos presidenciales divulgados en el Diario Oficial La Gaceta, Ortega otorgó plenos poderes a su hijo, quien ocupa el cargo de asesor presidencial para las Inversiones, Comercio y Cooperación Internacional y representante especial del Presidente de la República para los asuntos con Rusia, para que actuando en nombre y representación del Gobierno de Nicaragua suscriba los convenios con Moscú.
El mandatario nicaragüense autorizó a su hijo a suscribir el «Protocolo entre el Ministerio de Fomento, Industria y Comercio de la República de Nicaragua y el Servicio Federal de Aduanas de la Federación de Rusia y sobre Cooperación Administrativa, Intercambio de Información y Asistencia Mutua en el marco del Sistema Unitario de las Preferencias Arancelarias de la Unión Económica Euroasiática».
También el «Acuerdo de Cooperación entre la Secretaría de Economía Creativa y Naranja de la Presidencia de la República de Nicaragua y la organización autónoma sin fines de lucro Agencia de Industrias Creativas» de Rusia.
Laureano Facundo, uno de los hijos del presidente Ortega y de la vicepresidenta Rosario Murillo, se encuentra sancionado por Estados Unidos y la Unión Europea por la comisión de «serias violaciones contra los derechos humanos» de los nicaragüenses y por haber apoyado las elecciones «fraudulentas» de noviembre de 2021, en las que fueron reelegidos sus padres con sus principales contrincantes en prisión.
Considerado como el ‘delfin’ por sectores de la oposición, Ortega Murillo ha sido delegado por sus padres para firmar los acuerdos de cooperación con la República Popular China, Rusia y Bielorrusia, por encima del canciller nicaragüense, Valdrack Jaentschke, y del titular del Ministerio de Hacienda y Crédito Público, Bruno Gallardo.
Daniel Ortega es el principal aliado en Centroamérica del presidente de Rusia, Vladimir Putin.
Rusia es un antiguo aliado de Nicaragua que durante el primer Gobierno sandinista (1979-1990) dotó de armamento soviético a las Fuerzas Armadas nicaragüenses.
El pasado 5 de octubre, el canciller nicaragüense, Valdrack Jaentschke, dijo que su país trabaja «de la mano» con Rusia «por el surgimiento de un nuevo orden mundial multipolar, más justo, más solidario, en paz, seguridad y bienestar».