Veinticinco años de cárcel, solicitó la fiscalía para un pastor evangélico de una iglesia de Camoapa, del departamento de Boaco en Nicaragua, tras demostrarse en juicio, que violó a una niña de 11 años.
En el juicio que enfrentó el pastor evangélico Mariano Ramón Sánchez Martínez, de 55 años, se demostró que este agredió sexualmente a la niña de iniciales N.N.M.D., entre marzo y noviembre del 2023
El juicio culminó el pasado martes 3 de septiembre y minutos antes de ser declarado culpable por violación agravada a menores de 11 años, en concurso ideal de violencia psicológica, Sánchez manifestó que era inocente, pese a las abrumadoras pruebas presentadas en su contra.
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El fallo de culpabilidad lo dictó la jueza Yelva Flores, titular del juzgado de Distrito Penal de Audiencias y Especializado en Violencia de Boaco, quien dará lectura a la sentencia condenatoria este viernes.
De acuerdo con las pruebas ofrecidas en juicio, el acusado aprovechó que la menor y su hermanita de 8 años, se encontraban bajo el cuidado de él y su esposa, desde febrero del 2023, ya que la mamá de ellas se fue a España en busca de mejores oportunidades.
Inicialmente las niñas quedaron bajo la tutela de su abuela materna, pero tras enfermarse, la mamá decidió que se fueran a vivir con el pastor y su esposa, por la amistad y confianza que tenía con ellos.
Sin embargo a partir de marzo del 2023, el pastor empezó a abusar de la menor de 11 años y para que no le contará a nadie la amenazó con hacerle daño a su hermanita.
Para agredirla sexualmente, mandaba a su esposa y a la hermanita de la víctima, a realizar mandados para quedarse solo con ella.
La niña brindó su testimonio desde España, a través de una vídeo llamada, ya que después que el caso quedó al descubierto, la mamá decidió llevársela a dicho país.
La menor reveló que el pastor evangélico la violó en tres ocasiones, entre marzo y noviembre del 2023 y que además de amenazarla para que no le contara a nadie, también la mantenía aislada de sus familiares.
Para evitar que tuviera acercamiento con sus familiares le decía que los alimentos que le llevaba su abuela tenían brujerías y que su papá no la quería.
El caso quedó al descubierto en marzo del 2024, cuando la hermana mayor de la víctima, regresó de España a pasar la Semana Santa con su familia y notó que su hermanita andaba triste y aislada durante un paseo.
Al preguntarle que le sucedía, la niña decidió contarle el calvario que vivía en la casa del pastor. La hermana de 28 años, también encontró en el teléfono de la víctima, unos mensajes que el pastor le había enviado para advertirle que no le contara a nadie, que la sometía a abusos y agresiones sexuales.