Este 14 de febrero, mientras miles de parejas en Nicaragua celebran el Día del Amor y la Amistad, otros miles de personas viven con incertidumbre y temor ante la liberación masiva de 2,000 reclusos bajo el beneficio legal de convivencia familiar, una medida que, según, feministas representa un peligro latente para la población.
Rosario Murillo anunció la medida como una “buena nueva” y aseguró que, “celebramos esta decisión de nuestro gobierno…” Sin embargo, críticos activistas y ciudadanía han cuestionado, la liberación de internos sin procesos de rehabilitación adecuado y sin garantías que no sean reincidentes en delitos graves.
“Estamos hablando de más de 20,000 presos comunes que han sido liberados en los últimos años sin garantías de que no volverán a delinquir. Esto no es justicia, es impunidad” denunció una activista feminista que refiere permanecer en el anonimato por razones de seguridad, quien asegura que en ese grupo hay violadores femicidas entre otros.
El principal temor de la población es que la liberación masiva de reos incremente la violencia y el crimen en las calles. “Es aterrador pensar que muchos de los hombres que cometieron femicidios y agresiones sexuales podrían está caminando libremente entre nosotras. ¿Quién nos protege?” expresó una ciudadana en redes sociales.
El anunció y temor en la población
Este 14 de febrero ya no es día del amor es del terror para la población que reacciona a esta decisión del gobierno. En redes sociales, muchos usuarios manifestaron su preocupación por el impacto que podría causar la seguridad ciudadana.
Marlon Fernández usuario de Facebook escribió, “conozco a una familia que tuvo que mudarse porque el agresor de su hija fue liberado. Ahora viven con miedo todos los días.”
“¿Qué garantías tenemos de que estas personas no volverán a delinquir? En otros países, para una liberación se debe cumplir con programas de rehabilitación estrictos, aquí es como si solo abrieran las puertas y los dejarán salir” cuestionó otra persona.
El gobierno ha defendido la medida, asegurando que los presos beneficiados han recibidos formación académica y técnica dentro del sistema penitenciario para facilitar su reinserción.
Mientras tanto, en las calles de Nicaragua la preocupación crece. En una sociedad que ya enfrenta altos índices de violencia de género y criminalidad, la liberación de miles de reos comunes sin un plan de seguimiento efectivo podría convertir el Día del Amor en un día de incertidumbre y temor para la ciudadanía.