Por: Elinson Rodríguez/ contacto@intertextualcr.com
El mes de junio se registraron tres casos de suicidios de nicaragüenses en el extranjero, el ultimo registro fue el del joven de 25 años José Ángel Rizo Corrales, quien fue encontrado sin vida el 18 de junio en el apartamento que rentaba en Minnesota, Estados Unidos, siendo la depresión uno de los factores que influyen en la toma de esta decisión. El joven era originario de El Cuá, Jinotega en la zona norte de Nicaragua y solo tenía siete meses de haber llegado al país del norte.
Según datos oficiales en Nicaragua, en 2022 al menos 426 personas se quitaron la vida en el país, lo que muestra un leve incremento con respecto a cifras de años anteriores, en donde se contabilizaron en 2021, 365 suicidios y 330 en 2020.
La joven psicóloga nicaragüense Ceshia Ubau conceptualiza la depresión como una enfermedad, independientemente de su causa, para ella la diferencia que puede existir es en el tipo de duelo que ocasiona una depresión, explicando el duelo como una perdida que puede ser de un ser querido, un trabajo y en el caso de las personas exiliadas, la migración forzada.
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En esta realidad Ubau explica que el duelo está presente en la pérdida de un estilo de vida, familia, amigos, espacio físico, comunidad e incluso metas y sueños que se ven frustrados, agregando qu “Cuando el exilio y el desplazamiento forzado va acompañado de violencia política, la zozobra, ansiedad y estrés se intensifican”.
Según datos de la organización Mundial de la Salud (OMS) se stima que el 3,8 por ciento de la población experimenta depresión, incluido el 5 por ciento de los adultos (4 por ciento entre los hombres y el 6 por ciento entre las mujeres) y el 5,7 por ciento de los adultos mayores de 60 años y a escala mundial, aproximadamente 280 millones de personas sufren depresión.
Factores de riesgo que propician la depresión y mala salud mental
Los factores de riesgo son aquellos que aportan a un mayor peligro de padecer depresión estando fuera de su país. La psicóloga explica a Intertextual que la depresión puede ser causada por eventos traumáticos que exponen la vida al peligro y/o la muerte y que no han sido hablados o tratados a nivel terapéutico.
En el caso específico de las personas exiliadas el perder de forma repentina a manera de sobrevivencia, todo lo que se conoce y se hace en el país de origen, perdida de la identidad, para enfrentarte a algo desconocido y muy probablemente donde no hay estabilidad/seguridad económica o de continuar tus metas o ejercer tu profesión es parte del duelo.
Ubau añade que también se debe tomar en cuenta, como factor de riesgo, el no contar con una red de apoyo, la zozobra económica, el consumo excesivo de alcohol y sustancias estupefacientes.
Por su parte, la psicóloga costarricense, parte del equipo del Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua nunca más, Ruth Quirós, mencionó lamentablemente el momento en que las personas deciden ir a un proceso de terapia ya es cuando se ha alcanzado el límite con respecto a un problema, siendo el desconocimiento o el tabú alrededor de las terapias psicológicas una causa por lo cual las personas no buscas terapia a los primeros signos de alerta.
Signos de alarma
Ubau explica que dentro de los signos de alarma podemos encontrar el consumo excesivo de alcohol y otras sustancias, esto debido a que las adicciones de alguna forma utilizadas para “adormecer” la realidad por la que atraviesan las personas.
En esta lista de signos de alarma también podemos encontrar la culpa excesiva, sentimiento de inutilidad, falta del apetito, falta de higiene, alteración del sueño y en expresión de ideas suicidas en algunos casos.
Quirós explica que la manera en la que el cuerpo también presenta estos signos, siendo el cuerpo el primer escenario en donde se empiezan a manifestar estos puntos que nos exteriorizan un problema, como «dolores sin motivo alguno, cansancio corporal, alergias y malestares gástricos, esto acompañados de dolor y sentimientos de culpa, teniendo afectaciones directas en la conducta de la persona».
Dentro de las recomendaciones, Ruth Quirós añade el poder dimensionar la importancia de salud mental, reconociendo lo fundamental que es para las personas que enfrentan situaciones de adversidad con respecto a sus sentimientos, pensamientos y procesos de duelo migratorio.
Ceshia Ubau agrega que el poder formar redes de apoyo y el generar espacios seguros para hablar libremente de los sentimientos, fomento de espacios psicosociales y hace un llamado a facilitar atención psicológica gratuita desde las distintas organizaciones fomentando de igual manera el auto cuido.
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“Llevar un cronograma o una lista de cosas que hacer en el día y durante la semana, aunque no se esté trabajando. Esto ayuda a darle estructura a los días, pues usualmente al migrar de forma forzosa se abre el espacio para la inactividad y el sedentarismo” señaló.
Darse el permiso de pedir ayuda
Dentro de las acciones que se pueden trabajar para enfrentar esta realidad está la colectividad, equipos de trabajo en distintos momentos de nuestra realidad que nos ayuden, nos escuchen y desde el acompañamiento aporten y faciliten espacios seguros recomiendan las expertas.
Ubau añade también el ser consciente del poder de un gesto amable hacia una persona en condición de vulnerabilidad, ya sea por su situación económica o migratoria asegurando que esto nos sensibiliza a también ser nosotros un apoyo para alguien más y acompañar desde el respeto, la empatía y el amor.
Según los datos oficiales de la OMS cada año se suicidan más de 700 000 personas, siendo el suicidio es la cuarta causa de muerte entre los jóvenes de 15 a 29 años de edad.
