Por: Redacción Intertextual/ contacto@intertextualcr.com
Delincuentes fanáticos del sandinismo destruyeron la tumba donde descansan los restos del estudiante universitario Gerald Vásquez, quien el día de mañana estaría cumpliendo 25 años. La familia se percató del ataque cuando decidieron ir a darle limpieza a la tumba y depositar flores.
El 13 y 14 de julio los ataques de policías y paramilitares durante 12 horas continuas contra la UNAN Managua y la Iglesia Divina Misericordia, en la llamada operación limpieza el joven Gerald José Vásquez López fue asesinado con arma de fuego en la cabeza, su agonía la vivió delante de compañeros que lucharon por mantenerlo en vida y en el caos que no cesaba de disparos sin piedad contra esa juventud.
Lea también: Gobierno orteguista amedranta a opositores con detenciones y acusaciones ilegales
Desde ese momento su madre Susana López se ha vuelto la voz incansable de su hijo pidiendo justicia, reparación y no repetición para las víctimas en Nicaragua en el colectivo de Madres de Abril.
Su pasión era bailar Folklor “El bailarín de las trincheras”
Doña Susana López recuerda que su hijo tenía 20 años y que cursaba el tercer año de la carrera de técnico superior de construcción en la UNAN. Pero que su pasión era bailar folklor desde los cinco años. “El folklore era su pasión y siempre salía bailando en las actividades. Era profesor de baile folklórico,” comenta en un video de AMA y No Olvida.
Su hermana Paola Vásquez describe quien era Gerald, “era un muchacho carismático, amable, responsable y respetuoso hacia todas las personas”. Añade que “él miraba que no era apropiado lo que el gobierno hacía con los estudiantes, rechazaba la represión y las injusticias contra los ancianos por la ley de las pensiones… pensaba en su abuelita. También lloró mucho cuando supo de la muerte de Richard Pavón. Sentía que Richard era como su hermano y que él no podía hacer nada para ir a apoyar a los jóvenes que protestaban, porque tenía que ir a vender para ayudar a su mamá”, relata la joven.
En Mayo el joven universitario se incorpora a las luchas por la autonomía de la Universidad. Según relatan le decían a Gerald “el bailarín de las trincheras.”
El 13 de julio doña Susana dice que en Masaya había un clima bien tenso, en la madruga del 14 de julio matan a su hijo, fue a recocer a su hijo al hospital Vivian Pellas. Ella solloza y dice al recordar ese episodio doloroso. “El me habia prometido que iba a volver.”
Ante la destrucción de la tumba de este joven que después de cinco años de su asesinato no lo dejan descansar en paz, El Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más, condena este acto y se solidariza con Doña Susana “en la denuncia de este acto de odio debido a su reclamo de justicia tras cinco años del asesinato de su hijo, tiempo en que familiares han tenido que desplazarse de manera forzada fuera de Nicaragua.”
Lea también: Acciones de resistencia en conmemoración del Día de la Madre en Nicaragua
El Colectivo recalca “repudiamos la sistemática represión y en particular el ensañamiento en contra de las madres y familiares de personas privadas de sus vidas.”
Concluyen pidiendo justicia reparación y no repetición, así como la libertad de todas las personas presas políticas en Nicaragua.