Cada 25 de julio se conmemora el Día Internacional de la Mujer afrodescendiente, una fecha que honra la lucha, la resistencia y la contribución de las mujeres afrodescendientes a lo largo de la historia.
La fecha busca visibilizar las múltiples formas de discriminación y violencia que enfrentan las mujeres afrodescendientes y resalta su papel crucial en la construcción de sociedades más justas e inclusivas.
Solo en América Latina y El Caribe hay alrededor de 200 millones de personas afrodescendientes: un 30% de la población, aún se enfrentan a formas múltiples de discriminación y racismo, sobre todo las mujeres.
En un reciente informe, el Comité de Expertas del Mecanismo de Seguimiento de la Convención de Belém do Pará (MESECVI) aprobó la recomendación Generala N°5 centrada en la violencia de género contra las mujeres afrodescendientes en América latina y el Caribe.
La iniciativa busca “evaluar y promover el cumplimiento de los objetivos de la convención de Belém do Pará”. La recomendación general destaca la situación alarmante de las mujeres afrodescendientes, “quienes enfrentan una triple disciminacion basada en su género, raza y pobreza.” dicta el informe. Y relata cómo la trata transatlántica de personas y la esclavitud colonial han dejado una herecia de discriminación y violencia, aun presente en las sociadades actuales.
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TogglePobreza severa y diferenciada de las mujeres afrodescendientes
En la Declaración de Durban de la Conferencia Mundial contra el Racismo (ONU, 2022) señaló que el racismo y la intolerancia “se manifiesta en forma diferenciada paralelas mujeres y las niñas” lo que contribuye “ al deterioro de sus condiciones de vida , a la pobreza, la violencia, las formas múltiples de discriminacion que sufren y la limitación o negación de sus derechos humanos”.
Las estadísticas según MESECVI indican que enfrentan situaciones de pobreza “más severas que los hombres afrodescendientes y que las mujeres no afrodescendientes” y más obstáculos para ejercer sus derechos a la educación, una vivienda adecuada, a la salud y los derechos sexuales y reproductivos, entre violencia de género contra mujeres afrodescendientes.
Otras de las dificultades que enfrentan las mujeres afrodescendientes es “para acceder a trabajos decentes y para participar en instancias de toma de decisiones y en política, reciben un trato desigual y discriminatorio en el sistema judicial y son especialmente vulnerables a la violencia de género.”
Enfoque interseccional y de género
El enfoque interseccional y de genero es crucial para visibilizar las consecuencias de la discriminación racial y de genero que estas mujeres enfrentan. “ Ignorar estos factores puede llevar a la incorrecta percepción de que todas las mujeres sufren violencia de manera uniforme, sin considerar la especificidades de las mujeres afrodescendientes.” dice el informe.
Por lo tanto, es esencial que las políticas públicas, planes y programas incorporen un enfoque etnico racial y de género, promoviendo la lucha contra el racismo como un eje transversal en la protección de los derechos de las mujeres.
Esta recomendación general de MESECVI es un paso significativo hacia la atención de las múltiples violencias que sufren las mujeres afrodescendientes y subraya la importancia de una perspectiva interseccional y de derechos en la formulación de políticas y acciones efectivas para su protección y empoderamiento.
Violencia estatal y obstáculo en el acceso a la justicia
El informe de MESECVI resalta además de varios hallazgos, la persistente violencia estatal hacia las mujeres afrodescendientes en América Latina y el Caribe. “A pesar de las obligaciones de respetar los derechos humanos, los agentes estatales continúan ejerciendo violencia física, sexual y psicológica contra estas mujeres, especialmente contra activistas de derechos humanos y ambientales.” aseverando de esta forma “la violencia policial y política, el perfilamiento racial y la impunidad son problemas prevalentes que agravan la situación” de las mujeres afrodescendientes.
En cuanto al acceso a la justicia, las mujeres afrodescendientes enfrentan dificultades significativas para acceder a mecanismos de denuncia y reparación, lo que contribuye a una situación de impunidad estructural.
MESECVI recomienda “ampliar las redes de instancias para presentar denuncias, asegurar la capacitación del personal en materia de discriminación racial y género y diseñar modelos de reparación transformadora que consideren el contexto histórico y la consecuencias del racismo estructural.”
Este informe destaca la urgencia de adoptar medidas efectivas para prevenir y sancionar la violencia estatal, policial, institucional y mejorar el acceso a la justicia y promover la igualdad y no discriminación de las mujeres afrodescendientes.