Por: Redacción Intertextual/ contacto@intertextualcr.com
La Fundación López Carazo, del municipio de Rivas, que hasta la semana pasada administraba el asilo de ancianos y el colegio Susana López Carazo, y que era dirigido por la congregación de las Hermanas Dominicas de la Anunciata será ahora gestionada por la Diócesis de Granada.
Así lo comunicó la ahora ex directora del colegio, hermana Argelia Vargas, a los padres de familia a través de un comunicado fechado el pasado 19 de mayo, pero que se ha conocido públicamente hasta este lunes a través de las redes sociales.
El comunicado señala que “la obra del asilo López Carazo ha sido asumida por la Diócesis, en consecuencia de esto, su administración estará a cargo de ella”, además, en el documento se explica que “con agradecimiento profundo a Dios, entrego en este día la administración del colegio Susana López Carazo a quien corresponda”.
Se conoce de manera extraoficial que la dirección del centro escolar, que lleva más de 60 años de haberse fundado en Rivas, será dirigido ahora por el padre Mario Sandoval, responsable de los colegios católicos de la Diócesis, y quien estuvo en esta ciudad como párroco en la iglesia San Pedro en el casco urbano de Rivas.
La crisis de las Hermanas Dominicas en este departamento, empezó hace ya varias semanas, cuando la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, expulsaron del país a tres religiosas, dos de ellas a Costa Rica, y otra de El Salvador por razones no especificada.
Esas religiosas, que llevaban años en esta ciudad, gestionaban el asilo de ancianos de Rivas y estaban relacionadas con el colegio.
La expulsión se dio en un ambiente de mucha tensión entre el Gobierno y el Vaticano, y semanas después, de que la dictadura la emprendiera fuertemente contra la Iglesia por lo constante cuestionamiento que ha hecho ésta a la parejas de dictadores por la violación constante a los derechos humanos de los nicaragüenses.
Intertextual intentó comunicarse con la Diócesis de Granada para conocer su versión sobre este tema, sin embargo, hasta la publicación de esta nota esta no ha dado respuesta a este medio, pese que a que se le consultó desde hace varias horas.
Ese silencio de la Diócesis coincide con lo planteado por una fuente cercana a la Iglesia, quien asegura a Intertextual, que en Granada no quieren pronunciarse porque tienen temor de que les confisquen el colegio, tal y como ha pasado con otros, o con otras propiedades de la Iglesia.
Además tienen información de que el plan de la dictadura es confiscar todos los colegios religiosos que son propiedad de las Diócesis, incluyendo aquellos que actualmente son administrados por religiosas de diferentes congregaciones.
En el caso del departamento de Rivas, el colegio Liceo San José del municipio de Belén era el único que es administrado por la Diócesis de Granada, sin embargo hay otros colegios como Nuestra Señora del Rosario de Fátima, que es dirigido actualmente por las Dominicas de la Anunciata, o las Misioneras de Cristo Rey, que gestionan actualmente el colegio Stella Mary en San Juan del Sur, o el Cristo Rey en Rivas.