Dos artistas drag, Javier Umaña quien ha dado vida a su personaje Candy Iser, empresaria con 16 años de trayectoria , y Bellaldama Joven promesa del drag costarricense, comparten sus vivencias, desafíos y sueños en el mundo del transformismo, destacando la importancia de la comunidad y el arte como expresión personal.
El arte drag una experiencia multidisciplinaria
Para Javier, hacer drag es mucho más que una forma de entretenimiento. En sus palabras, “ el drag es una manera de expresarnos, para liberarnos, para vivir el arte en su plenitud”, dice Umaña.
Además, define lo que hace como una experiencia multidisciplinaria. “El transformista tiene un poco de estilista, un poco de maquillista y un poco de diseñador; es como muchos artistas en una sola persona”. Esta mezcla de habilidades convierten a cada drag en un ser único que transmite su creatividad a través del cuerpo, el vestuario y el maquillaje.
Sin embargo, refiere que el drag “no siempre es fácil”, especialmente en un país pequeño como Costa Rica, donde la comunidad es limitada. Aún así Javier menciona cómo ha visto con el tiempo que las drag queens han trascendido los bares y han llegado a escenarios más grandes como teatros y televisión. Ella misma ha representado su arte en países de Centroamérica y hasta Europa. “Eso es maravilloso” agrega con orgullo.
La familia drag y su evolución
Un tema crucial en la comunidad drag es el concepto de familias. Javier explica que este sistema se generó a “raíz de la colaboración o la ayuda que pueda recibir una de alguna drag de mayor influencia o de mayor impacto”. Para las “Baby drags”, tener el apoyo de una drag consolidada es invaluable. “Se genera un vínculo para poder formar parte de esa familia” comenta, refiriéndose no solo a la parte artística, sino también emocional.
En su rol como mentora, Candy Iser ha participado activamente en la creación de nuevas generaciones de drag queens a través de su reality show, ha visto crecer a “montones de artistas muy buenas, las mejores de este país”, y en especial en “Donde Candy ”,el primer bar en Latinoamérica dirigido y administrado por una drag.
Un mensaje que Candy transmite a las nuevas generaciones es la importancia de honrar el camino que han trazado las pioneras del drag en la región. “ las nuevas generaciones tienen que respetar el trabajo de muchas artistas que les costó muchísimo” dice, refiriéndose a las drag que comenzaron hace décadas cuando era mucho más difícil. Sin embargo, también cree en la importancia del aprendizaje mutuo. “Todos y todas debemos aprender unas de otras.”
El inició de Bellaldama en el mundo drag
Bellaldama, una joven artista que comenzó su camino en el drag inspirado por el programa La Más Draga en 2019, comparte una visión similar sobre el transformismo como forma de expresión personal.
Desde pequeño sentía la necesidad de transformarse, utilizando los vestidos y accesorios de su abuela para crear personajes llenos de vida. “Al final, lo que se ve representado en nuestro drag es una representación de lo que somos nosotros” comenta, enfatizando que para él, el drag es una vía de liberar y expresar emociones acumuladas desde la niñez.
La primera vez que Bellaldama se atrevió a hacer draga, lo hizo como respuesta a las críticas. “ Recuerdo que me habían dicho que no era capaz de hacer drag, que iba a hacer solo el ridículo” rememora. Estas palabras lejos de desmotivarlo, lo llenaron de determinación. “Eso me prendió un fuego que me impulsó a no dejar que los comentarios me hicieran sentir menos o me impidieron cumplir mis sueños.” Este momento fue clave en su vida, naciendo así Bellaldama, la drag que hoy se siente empoderada y segura de sí misma.
Equilibrando: La universidad y el drag
Una de las mayores dificultades para Bellaldama ha sido mantener el balance entre su vida académica y el mundo drag. “ Fue unos de los retos más desafiantes”, confiesa, especialmente durante una competencia de 26 semanas en la que tuvo que crear shows únicos y mejorar sus habilidades de maquillaje, sin descuidar sus estudios universitarios. “Me hace sentir satisfecho el saber que logré mantener ese balance y no me dejé caer en un hueco en ninguno de los ámbitos”, comenta con satisfacción.
A pesar de sus logros, Bellaldma reconoce que aún le queda mucho por aprender y mejorar. Por el momento, ha decidido enfocarse en su carrera universitaria, aunque sigue disponible para presentaciones. Sin embargo, tiene claro que su objetivo a largo plazo es grande. “Me gustaría lograr la meta de llegar a ser La Más Draga algún día” manifesta. aunque sabe que el camino es arduo, se siente preparado para enfrentar cualquier reto que venga.
El futuro del drag en Costa Rica
Tanto Javier como para Bellaldam, el futuro del drag en Costa Rica es prometedor. Mientras Javier sigue apoyando a las nuevas generaciones y compartiendo su vasta experiencia, Bellaldma continúa perfeccionando su arte y soñando con conquistar escenarios más grandes.
El arte drag en Costa Rica ha evolucionado de una expresión subterránea a un fenómeno visible, capaz de conquistar audiencias en todo el mundo. Javier lo resume así. “El drag es arte, es vida, es libertad” y para Bellaldam, el drag es “una manera demasiado única y personal de expresar lo que somos”. Ambos, desde sus diferentes trayectorias, coinciden en que el transformismo es una forma poderosa de contar historias, romper barreras y crear comunidad.