cDenisse O’Hara, alter ego del panameño Jorge Jovane, encontró en el arte drag una forma de liberar tensiones y expresarse con libertad en el arte Drag en Costa Rica, manifestó a Intertextual. “El drag es una válvula de escape donde puedo descargar todo el estrés del diario vivir, los problemas, y una que otra vez, algún conflicto” confiesa.
Para Denisse, esta expresión artística es mucho más que entretenimiento, es un refugio, una fantasía en la que puede proyectar su talento y conectar profundamente con el público en sus presentaciones.
Desde sus accesorios hasta las luces y la energía del escenario, Denisse describe el drag como un vehículo para libertad sus emociones y creatividad. “A través de mi maquillaje, mis pelucas, los vestuarios, el baile y la interacción con el público puedo ser yo” explica, enfatizando como el drag le permite hacer cosas que en su vida diaria no se atrevería a intentar.
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ToggleDrag en Costa Rica: Un recorrido de pasión y dedicación
O’Hara inició su aventura en el drag en Costa Rica el 11 de abril de 2007, un día que recuerda con precisión y alegría. Ese momento marcó el comienzo de su camino hacia el autodescubrimiento, fusionando su amor por el teatro con el arte transformista. “ Siempre me había llamado la atención lo que eran las artes teatrales y la dramaturga” comenta y así inició su trayectoria, en el concurso realizado en el recordado bar “El Bochinche.»
Participó en la cuarta temporada de un reality drag pionero en el país. “Fue un proceso muy bonito de aprendizaje” cuenta, recordando con cariño como empezó a conocer y desarrollar su personaje. Aunque en sus inicios sentía cierto nervio al ver las actuaciones de artistas drag queen sobre el escenario, ese miedo pronto se transformó en admiración y curiosidad, llevándolo a audicionar con la canción “ Dime la verdad” de Marta Sanchez.
El panameño no solo aprendió a montar espectáculos, sino también a perfeccionar cada aspecto de su personaje, gracias a la ayuda de sus coaches, incluyendo a Valeska Mackenzie ganadora de la primera temporada del concurso. “Compartimos un estilo muy similar en imagen y cuerpo, lo que me facilitó el aprendizaje” recuerda.
Estas lecciones no solo incluyen técnicas de maquillaje, sino también cómo crear una figura convincente en el escenario, desde el uso de pelucas hasta la creación de formas corporales, hace conocer en la entrevista.
Desde 2007: 17 años de pasión
Unos de los momentos más memorables de su aprendizaje fue cuando una de las concursantes le enseñó a delinearse los ojos de una forma fluida y sin errores. “ amor no” le corrigió su compañera. Estos pequeños detalles formaron parte de su aprendizaje en el arte del maquillaje importante para los show.
En ese concurso también aprendió el valor de los aplausos añade. “Aprendí a querer al público, aprendí a valorar los aplausos de la gente que me iba a ver como mis amigos y los aplausos que me ganaban anoche a noche, que también valen muchísimo.”
Aunque no ganó la primera competencia en la que participó su perseverancia la llevó a destacar en otros certámenes, llegando incluso a ocupar el tercer lugar en un evento que reunió a las cinco generaciones de drag queens del país. “ Fue una etapa de aprendizaje muy bonita” reflexiona Denisse sobre sus primeros años, que han evolucionado a lo largo de casi dos décadas de dedicación.
Hoy con casi 18 años de carrera, sigue cautivando audiencias, llevando consigo la esencia de lo que el drag significa para ella. “Una forma de vida, una forma de ser, de crear y de transportar al público a través del arte.”
Denisse O’Hara no solo ha encontrado su identidad artística en el drag, sino que ha dejado una huella en la escena costarricense y en el corazón de su público, reconociendo que, más allá del maquillaje y el brillo, el drag es un espacio donde la autenticidad y la fantasía convergen.