Lana Novoa y Tasha Redd comparten sus experiencias sobre el Drag como medio de supervivencia, expresión y sueño por cumplir, y le cuentan a Intertextual sus inicios en este arte.
El Drag en Costa Rica, se ha convertido en una plataforma artística y de resistencia para muchas personas. Entre ellas, Alana Novoa y Tasha Redd, quienes comparten cómo esta forma de arte no solo les ha permitido expresarse, sino también superar obstáculos personales y profesionales.
Alana Sánchez, es costarricense y mujer trans, comparte su drag con el personaje Lana Novoa, Sánchez nos cuenta que comenzó en el arte de drag durante su etapa en el colegio. Desde entonces, su vida ha estado marcada por su amor por la expresión artística a través de este medio.
“Inicié en el colegio, me gustaba mucho meterme a las obras de teatro o cualquier actividad, como el Festival de las Artes” comenta Lana y señala que su trayecto en el draga ha sido un proceso de autodescubrimiento.
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ToggleEl impacto social del arte drag
Con 11 años de experiencia Lana además destaca que el drag es mucho más que un entretenimiento; es su vida y su fuente de sustento. “Es mi salvación; es lo que hoy por hoy me da de comer, lo que me mantiene viva, es mi profesión, es mi todo” afirma con determinación.
Para Alana, el drag no es solo un arte, sino una herramienta poderosa para alzar la voz y generar un impacto social. “Creo que es una plataforma en la cual se pueden disfrutar muchísimas cosas… se pueden utilizar para hacer política, para hacer disidencia, para dar un mensaje, o simplemente para disfrutar y sacar un montón de cosas que podemos estar pasando internamente”, reflexiona sobre la importancia del drag como un espacio de expresión.
Tasha Redd y su viaje en el arte
Por otro lado, Mario Bolaños, conocido en el mundo del drag como Tasha Redd, se identifica como hombre cisgénero, aunque no tiene problemas con los pronombres femeninos que utiliza cuando encarna a su personaje. Su historia en el drag comenzó de manera inesperada, recuerda. “Yo soy cantante, y hace aproximadamente siete años tenía un concierto en un bar restaurante llamado Las Moiras. La dueña me propuso que, como el evento tenía una temática de cabaret, me vistiera de mujer. Así fue como me inicié en el drag” explica Mario.
Tasha Redd encuentra en el drag también un salvavidas. “ El drag me salvó la vida de una manera que jamás me imagine”, revela además que es un medio de sustento, el drag le ha permitido explorar su creatividad en la costura, una habilidad que ha desarrollado para crear todos sus vestuarios y los de otras drags. “Gracias a la costura, se me facilita muchísimo más hacer todos mis vestuarios” añade Tacha, quién también ha trabajado con artistas internacionales.
Como consejo para quienes desean incursionar en el drag, Tacha insiste en la importancia de la humanidad y la formación constante. “ El mercado está demasiado difícil… que se instruyan en muchas áreas artísticas, no solo en el drag. Aprendan a bailar, actuar, interpretar, y ojala a cantar”, destacando que el éxito en el drag requiere versatilidad y una mentalidad abierta al aprendizaje.