La democratización del país y su amor por la autonomía de la Costa Caribe nicaragüense.
Por: Afro
Ileana Vanessa Lacayo Ortiz, tuvo el privilegio de que, sus enseñanzas familiares y de comunidad, las viviera en un ambiente intercultural y multilingüe, en la ciudad caribeña de Bluefields, Nicaragua.nnSus padres Silvio Lacayo y Sonia Ortiz, cumplieron cincuenta y un años de casados recientemente.
Procrearon cuatro hijos, dos varones y dos mujeres. Desde pequeña, se destacó en oratoria, poesía y en desarrollar liderazgo en la escuela y en su barrio, participando también, en las pastorales de la iglesia.nnnA los catorce años, conducía programas educativos en las radios locales y a los quince, locutaba un noticiero radial.
A los diecisiete años, se fue a México, a estudiar la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación.nnIleana Lacayo, una de las periodistas de la Costa Caribe nicaragüense más reconocidas.
Su primer trabajo como profesional, fue como directora de producción en una radio emisora regional. Desempeñó trabajos como docente universitaria, investigadora social, asesora en comunicación, consultora para varios proyectos y periodista en medios televisivos, escritos y digitales, nacionales e internacionales.
Ileana, continuó especializándose en áreas de la investigación con enfoque de género e interculturalidad, derechos en salud sexual y reproductiva, medio ambiente y cambio climático. Cursaba su quinto año de la Licenciatura en Derecho.
Su carismannDe carácter fuerte, decidida, creativa y entusiasta. Como mujer, madre, abuela, líder y profesional, siempre vivió rodeada de sus padres, hija, nieta, hermanos, sobrinas y sobrinos. Fue una mujer que siempre inspiró y construye con su infinito legado.
Cuando las personas hablan de Ileana Lacayo, destacan mucho de ella, su capacidad multifacética, su personalidad, su carisma, vocación y controversia, porque, hay muchos ángulos y facetas que, se pueden decir de ella, como mujer, periodista, educadora, defensora de las mujeres y de derechos humanos en general, la demandante, la reportera, comunicadora, madre, hija, amiga y ciudadana.
nIleana Lacayo fue reconocida en el Caribe principalmente por su carismanLa personalidad de “La Chela”, según Norman Howard, amigo de Ileana, “era un volcán cuando explotaba, pero, era auténtica, cariñosa, incapaz de no llorar contigo, incapaz de no sentir por una causa justa, incapaz de quedarse callada ante algo que ella cree que es una injustica, o una maldad”.
El periodista Ángel Eduardo Gahona López (q.e.p.d.), le decía a Ileana “la mamá de los pollitos”, por esa aura de bondad y de calor maternal con que veía y trataba a los periodistas, preocupada por todos y cada uno de sus colegas. Ella, irradiaba esa luminosidad de madre, de empatía y trataba a todos los periodistas como sus muchachos.
No había distinción en el trato, siempre pedía apoyo para más periodistas, sin distingo alguno. Su amor y entrega al periodismonnIleana, era de las pocas periodistas con una amplia trayectoria nacional e internacional, y, el profesor de periodismo Alfonso Malespín, recuerda la internacionalización de Ileana, en defensa y fortalecimiento de la organización Periodistas y comunicadores Independientes de Nicaragua (PCIN).
“Desde el exilio, gestionó recursos económicos, para fortalecer las capacidades de los colegas que, se habían ido a Costa Rica y estaban tratando de mejorar sus metodologías, sus estrategias, para continuar ofreciendo sus informaciones, difundiéndolas y poder mejorar sus posibilidades de sobrevivencia financiera”.
nMiguel Gómez, uno de sus amigos, la recuerda con nostalgia y cariño, al expresar “tenía tan arraigada su profesión que, su visión del quehacer periodístico, era más comunitaria, más de calle, mucho más localizada. Su nivel de empatía hacia los periodistas, hacia el periodismo en general y hacia la libertad de prensa y de expresión, en Nicaragua, la llevó a tener un elevado nivel de análisis, de cariño, amor y compromiso”.
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ToggleIleana Lacayo Periodista crítica y motivadora
Ileana, era muy crítica, sobre todo, con lo que ella miraba como un patrón histórico, en el que se había venido privilegiando a ciertos grupos dentro del periodismo, como los medios relacionados con los grupos de poder y de interés, que siempre han sido medios y organizaciones, privilegiadas por la cooperación internacional en Nicaragua, cuando se trata de periodismo y de libertad de expresión.
Insistía e insistía en que, no se hicieran los proyectos de desarrollo de la cooperación internacional, desde arriba, desde la administración, desde los Estados Unidos, desde la Unión Europea, desde donde vinieran los donantes, las organizaciones y fundaciones privadas, que venían con un enfoque desde arriba, vertical, y, decían que venían a implementar la idea que ellos tenían del periodismo en Nicaragua.
Ileana Lacayo en una concentración en Radio Zinica, en protesta por el despido de la periodista Yolidia Navas.nLa visión de Ileana era al revés, “tenía que ser de abajo hacia arriba, comenzar desde los periodistas hacia los directores.
Decía que era distinta la visión de un director o dueño de un medio que la del trabajador”. También abogó por los periodistas de los departamentos y de los municipios, del Norte y de la Costa Caribe, insistía en dejar el Managua centrismo”, asegura Miguel.
Estaba convencida que el desarrollo del periodismo, venía desde bajo, desde los periodistas individuales, desde los trabajadores hacia arriba y que los donantes e implementadores de proyectos, debían escuchar al periodista y a los trabajadores de a pie, para implementar cualquier proyecto.
Las consideraciones de Ileana, obligaron a un organismo con proyecto de desarrollo periodístico, a rediseñar el proyecto y trabajar con los periodistas a nivel individual, especialmente, aquellos medios o plataformas dirigidos por mujeres, y no, con los mismos medios de comunicación de siempre.
Figura y protagonismonnSiempre fue una persona que, caminaba con la cabeza erguida, cumpliendo con las leyes del país y se convirtió en perseguida política, perseguida por el Estado de Nicaragua, a partir del asesinato del periodista Ángel Gahona López. “La acusaron, la criminalizaron, la persiguieron, la desterraron y cuando regresó al país, fue obligada a vivir semi clandestina, lo que incidió en el desenlace de su salud”, lamenta Malespín.nn“Hay un compromiso vívido que, Ileana le dejó a PCIN, demandar justicia con el esclarecimiento del asesinato de Ángel Eduardo Gahona López, porque, ese era el sueño de Ileana, lo que la inquietaba muchísimo”, recuerda la periodista Kathia Reyes .
No es fortuito que, a partir de la explosión de la crisis en Nicaragua, tres periodistas de Bluefields, hayan fallecido en tan corto tiempo. “Desde el dos mil dieciocho a esta parte, han muerto Ángel Gahona que era amigo de Ileana, Sergio León también era amigo de ella y ella, era amiga de nosotros”, rememora el profesor Malespín, con tristeza en sus palabras.
Ileana Lacayo junto a miembros de PCIN-Costa Rica durante su exilio en ese paísn“Era una persona con mucha energía y entusiasmo, con metas bien claras, con una capacidad organizativa impresionante”, asegura el profesor Alfonso Malespín, con quien Ileana, tuvo mucha cercanía de coordinación y contactos, en la profesionalización de más de veinte periodistas empíricos de Bluefields, Nueva Guinea, El Rama, Bilwi o Puerto Cabezas y las minas, de todo el Caribe de Nicaragua.
Una mujer bondadosa y llena de generosidadnnA su familia, le profesaba un amor profundo, tanto a sus padres, como a su hija y a su única nieta, hermanos y sobrinos, era un ser bondadoso, excepcional, generoso, cariñoso, maternal.
“Siempre quiso lo mejor para su hija Kimberly a quien cariñosamente llamaba “Kiki” y para su nietecita Esther. De mi hija, siempre estaba pendiente y yo de su hija”, cuenta Norman Howard y suspira. “Nuestras hijas, eran momentos de alegría, de sacar pecho”.
Ileana Lacayo junto a periodistas de la Costa Caribe de NicaraguanIleana, lloraba cuando recordaba que su familia, era blanco de injusticia, por el solo hecho de ser su familia.
Sus enemigos, no querían escucharla, la consideraban una imagen demasiado grande, por lo que, no debía estar en el país. Pero, a pesar del riesgo de volver, Ileana regresó a su querido Bluefields, a su querida Nicaragua, para poder ver y estar con la familia. Siempre recibió amenazas, a través, de terceras personas o de perfiles falsos, nunca de forma frontal o directa.
Organizaciones con programa de seguridad y protección a periodistas, dieron a Ileana refugio en uno de sus locales, mientras estuvo en Costa Rica. Una de ellas, ofreció un viaje de descanso a Holanda, pero, Ileana se dedicó a informar sobre la situación política y de los periodistas, en Nicaragua.
Luego de su retorno, esta organización le apoyó en los planes de seguridad, en su desplazamiento, cada vez que necesitaba hacerlo, por la persecución, el asedio, hostigamiento y estrés general, causado a Ileana, por su lucha por la libertad de prensa y de expresión, en Nicaragua. Pero, Ileana, jamás manifestó miedo ni retirarse de la lucha. No mostró signos de debilidad ni de dejarse intimidar.
Lideró el periodismo independiente con humanismonnEl liderazgo en el periodismo nacional e independiente del país, es indiscutible. Tras un proceso intuitivo, logró mantener las bases sólidas, de los más de cien periodistas independientes, dentro y fuera del país.
El capítulo Bluefields es sólido, gracias a su permanente agenda de actividades, con sus colegas.Sergio León, director de Radio La Costeñísima, junto a Ileana Lacayo en BluefieldsnLideresa con un carácter fuerte, capacidad de trabajar y de trabajar bajo presión, Ileana, llegó a ser parte de la Comisión Ejecutiva de la organización Periodistas y Comunicadores Independientes de Nicaragua (PCIN).
Era impulsiva, fogosa, sentimental, analítica, valiente, buena persona, con un corazón enorme, características apreciadas por ese cuerpo colegiado dirigido, en su mayoría, por mujeres, quienes aprendieron a mejorar su trabajo, a través de los rifi-rafa con Ileana, a su postura, a sus conocimientos en organización y planificación.nnn“Desde el exilio en Costa Rica, logró unir a los periodistas solicitantes de refugio en aquél país, por cada una de las actividades, por cada una de las coordinaciones y por todos los trabajos y tareas realizadas, por ese gremio desterrado, huyendo de la cárcel o huyendo de la muerte”, nos dice Kathia, también ejecutiva de PCIN.
“Ileana fue una voz de unificación en el exilio, una voz que decía estamos fuera, pero, somos de adentro”. «Representó al periodismo objetivo, el periodismo del sacrificio» En iguales términos se expresa el profesor Malespín “en Costa Rica, había un montón de periodistas que andaban buscando cómo encontrarse, ella lo logró. Atrajo a casi todos y logró que PCIN creciera y se expandiera fuera de las fronteras nacionales”. “Era un trabajo que requería de mucho tiempo, de mucha energía y no incluía estipendio, mucho menos salario”.
En la búsqueda de financiamiento económico, para la sostenibilidad de las trece plataformas virtuales, nacidas desde el exilio tico, para burlar la censura impuesta en Nicaragua y continuar informando, logró que organizaciones extranjeras, fijaran su interés para fortalecer esas plataformas, gracias a su empeño, a su gestión y compromiso.
“Ileana, representó al periodismo objetivo, el periodismo del sacrificio, de ejercerlo desde la pasión, en beneficio de los más vulnerables, los más desprotegidos, los que no tienen voz”, confirma su amigo y confidente Norman Howard, con quien Ileana trabajó en el Programa de las Naciones Unidas Para el Desarrollo (PNUD), en las oficinas de Bluefields.
Su visión está presente en la defensa de los derechos y la resistencia del periodismo nicaragüense
Ileana, vivía preocupada y ocupada, por la capacitación de sus colegas, tanto en Nicaragua como en el exilio. Logró concretar, con organizaciones que apoyan a periodistas, capacitaciones sobre “el estado emocional y psicosocial de los periodistas y otros temas, como la seguridad legal y digital, la producción de contenidos, empleando formatos diversos”, recuerda el docente universitario.
“La situación general de los medios de comunicación, era una preocupación de Ileana, pero, su mayor preocupación era, la condición humana de sus colegas y de otras personas que ella apoyaba, aunque no fuesen periodistas. Era una persona que, hacía que las cosas se hicieran de una forma efectiva y eficiente, de una manera distinta a como se había venido haciendo”, recuerda Miguel Gómez.
El periodismo, perdió a una defensora genuina de los derechos humanos, de la libertad de prensa y de expresión, en Nicaragua, con un discurso fuerte, sólido y creíble. Su colega Kathia confirma que, “Ileana estaba convencida de la situación emocional que afecta a los periodistas, por eso, buscó los recursos económicos, para capacitar a los colegas en ese ámbito. Creía que los periodistas, con seguridad, podían trabajar de forma más oportuna, de forma más idónea”.
Su legado:
Su gestión con los donantes para la movilización de recursos y voluntades, para apoyar el periodismo nicaragüense.nEra conductora de voluntades y aglutinadora de ideas. Su calidad humana, su risa, su alegría, su búsqueda del lado positivo a las adversidades.nHaber enaltecido el periodismo en Nicaragua.nHaber unificado a los periodistas nicaragüenses, solicitantes de refugio en Costa Rica.nGestora, revolucionaria, transformadora y empática.
Su inmensa valentía y pasión por la vida.nLa resiliencia, es parte de su legado. Informar a pesar de las amenazas, a pesar de las condiciones económicas difíciles y el cierre de los espacios.nTrabajaba por los derechos de las mujeres, con un legado de sororidad de género.nEstaba convencida que, había que dignificar la carrera y dignificarse entre periodistas.nPor su trabajo y esfuerzo, se logró conformar PCIN capítulo Costa Rica.n“La autonomía soy yo. Amo la autonomía, es parte de mí”.
Ileana Lacayo llevó al Caribe en su corazón
El mayor sueño de Ileana, estaba arraigado en la Costa Caribe de Nicaragua, verla desarrollada, las seis etnias viviendo en armonía, libertad y transparencia y poder expresarse. Creyó que la interculturalidad era la llave, para hacer una verdadera transformación en el Caribe de Nicaragua. “Quería una Patria, donde ella y cualquier persona, pueda expresar sus opiniones”, comenta Norman Howard Taylor, un afro-indígena, a quien Ileana, le reclamaba “la autonomía soy yo, soy parte de ella y ustedes hablan tan fuerte contra los mestizos y eso me pega hasta el alma, porque siento que es lo que yo más quiero”.
Ileana Lacayo en algún lugar del Caribe nicaragüensenClarísima estaba que, “la Costa estaba segregada cultural, política e ideológicamente del resto del país. Que no existe la intención de conocer ni de reconocer a su gente ni a sus comunidades, específicamente a las mujeres afrodescendientes e indígenas”, dice el profesor Alfonso Malespín, también ex catedrático en una de las universidades del Caribe.
Era una embajadora siempre. Hizo reportajes que enaltecían la cultura del Caribe, denunciaba el abandono y el desamparo de la zona, ponía sobre la palestra, esa voz rezagada. “Es una voz que pierde el periodismo del Caribe en particular y el periodismo nicaragüense en general”.
Ileana, era una mujer que, quería mucho a su municipio, soñaba en grande para Bluefields y se notó en su trabajo”, dice su homóloga en la Comisión Ejecutiva de PCIN, quien afirma que, tenía reclamos y cuestionamientos muy interesantes para el Caribe, era muy autocrítica hacia el Caribe.nnCuando los Huracanes Eta e Iota, azotaron el Caribe Norte de Nicaragua, en noviembre del año dos mil veinte, “ella hizo enlaces importantísimos para generar ayuda, para los periodistas afectados por estos fenómenos”, recuerda la periodista Kathia Reyes.
Reconocimiento
“Para hacerle reconocimiento a Ileana, será con cada derecho que se logre, con cada avance que se logre en la Costa, allí estará su espíritu y teniendo una organización de periodistas consolidada y democrática”.nn“Era una maestra con conocimiento profundo, con alto nivel de empatía hacia los periodistas, el periodismo y la libertad de expresión en Nicaragua”.nn“El mayor reconocimiento a Ileana, es la conformación de PCIN Costa Rica, que nos hizo crecer.
Su lucha por la libertad de prensa y de expresión. Asumió los riesgos, los enfrentó y asumió los costos, nunca se negó, nunca dijo tengo miedo, siempre estuvo para adelante, animando a los demás a trabajar”.nn“Ileana, representó el periodismo objetivo, el periodismo del sacrificio, el periodismo de ejercerlo desde la pasión, en beneficio de los más vulnerables, de los menos protegidos, de los que no tienen voz”.
“Ileana, me dejó marcado. Cuando me viene una solicitud de apoyo, siempre pienso qué hubiese dicho Ileana, qué hubiese hecho Ileana, cómo hubiese actuado ella. Y la respuesta es que lo hubiera hecho de la forma más empática, escuchar con atención lo que está viviendo esa persona, lo que está padeciendo y allí, en esa relación íntima que surge, allí está la solución de los problemas, en la gestión de ese proyecto”.nn“Creo que, está sub estimado el rol y el impacto de Ileana Lacayo, en el periodismo nicaragüense y para los derechos humanos”.
“Se sub estima mucho el trabajo que Ileana hacía, era de lobby, a puerta cerrada, de gestión con los donantes, de movilización de fondos, de recursos y de voluntades, para apoyar al periodismo nicaragüense, esa era su especialidad”.
“Era una mujer que, creía muchísimo en los derechos humanos, se ubicaba como activista. Se ponía la camiseta con mucha facilidad, vivía con esa camiseta de defensa de los derechos humanos y de la autonomía”.nn“A seis meses de su partida, al inmenso dolor y vacío que dejó su partida, al periodismo nacional, al gremio local y al equipo de Noticias de Bluefields, nunca se renunciará a tener un mejor país, en libertad, como lo soñó la periodista ILEANA VANNESA LACAYO ORTIZ”.
nIleana Lacayo junto a las fotos de Ángel Gahona y Sergio León