El pueblo nicaragüense tiene el derecho de ejercer su derecho al voto libremente, sin intimidaciones, y el derecho a postularse y ocupar cargos públicos en condiciones generales de igualdad. Amnistía Internacional.
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Este domingo 07 de noviembre son las “elecciones” programadas en Nicaragua, ante un contexto de desigualdad, con presos y presas políticas sin alcanzar la libertad y la incertidumbre según se lee en algunos artículos de información, denuncia de empleados de instituciones del gobierno amenazados de ser despidos de sus trabajos si no llegan con su dedo manchado, el lunes 08 de noviembre después de las elecciones, como muestra que fueron a votar por Daniel Ortega quien se prepara para perpetuarse en el poder.
Amnistía Internacional, el Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL), CIVICUS, Human Rights Watch, el Instituto Internacional sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos, la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos, la Organización Mundial Contra la Tortura, People in Need, la Red Internacional de Derechos Humanos, y Women’s Link Worldwide, presentan un manifiesto con cinco razones que revelan que las próximas elecciones generales se realizarán en un contexto de graves restricciones de las libertades civiles y políticas.
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En este manifiesto las organizaciones destacan el recrudecimiento de la represión y hostigamiento a voces disidentes, como parte de un escenario bajo el cual no existen condiciones para que se puedan realizar elecciones que garanticen el ejercicio de derechos.
Manifiestan que Daniel Ortega presidente de Nicaragua a tratado de eliminar y desestimular a la competencia electoral a través de la detención arbitraria, la desaparición forzada y el enjuiciamiento de opositores y aspirantes a la presidencia, así como la imposición de obstáculos a la candidatura de los principales partidos de oposición. También ha acosado y hostigado a la prensa y violado los derechos políticos, todo esto con la colaboración de los poderes legislativo y judicial.
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“Este deterioro cada vez más alarmante incluye violaciones a la libertad e integridad personal, la libertad de expresión y asociación, la libertad de prensa, así como también otras restricciones al ejercicio de derechos civiles y políticos. Estas violaciones de derechos humanos han afectado a diversos grupos en situación de vulnerabilidad, incluidas las mujeres, respecto de quienes se ha reportado un impacto diferenciado” dice las organizaciones, y añaden. “La escalada del hostigamiento, sumada al recurrente uso abusivo de la fuerza y la impunidad incrementan la preocupación por violaciones de derechos humanos en contexto de movilización social”.
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Para esta contienda electoral el pueblo nicaragüense tiene el derecho de ejercer su derecho al voto libremente, sin intimidaciones, y el derecho a postularse y ocupar cargos públicos en condiciones generales de igualdad, estiman las organizaciones. A pesar del escrutinio internacional, la respuesta represiva contra quienes se manifiestan y promueven el respeto a los derechos humanos ha continuado, dice el informe.
El reciente recrudecimiento de la represión a voces disidentes permite concluye que el Estado no garantizará el derecho a la reunión pacífica en el caso de que ocurran nuevas manifestaciones en el contexto electoral, dice el comunicado de las organizaciones internacionales.
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El Estado nicaragüense debe garantizar la libertad de reunión pacífica antes, durante y después del proceso electoral. Por estas razones, las organizaciones hacen un llamado a la comunidad internacional, organismos multilaterales y organismos internacionales de derechos humanos a “que redoblen sus esfuerzos y gestiones para poner fin a la crisis de derechos humanos”.