Por: Redacción Intertextual/ contacto@intertextualcr.com
Fuera de las aulas de clases, el profesor de primaria de la ciudad de Rivas, Elvin Manuel Alcocer Cerda, de 42 años, se transforma en un talentoso artesano que convierte trozos de madera en impresionantes figuras, talladas con sus propias manos.
Sus habilidades las pone en práctica en un pequeño taller que tiene en el costado oeste de su casa de habitación ubicada en el barrio 29 de Mayo, al suroeste del casco urbano de la ciudad de Rivas, al sur de Nicaragua.
Ahí, inventa y confecciona con mucha precisión, las espectaculares piezas que dan vida a los trozos de madera. Cuenta que aprendió el arte de tallar madera, en 1998, a la edad de 17 años, «aprendí en una escuela taller que promovió en el colegio Susana López Carazo, el padre Alfonso Alvarado y y el ingeniero de Estelí, Ronaldo Toruño», explicó.
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En sus piezas destaca la labor del campesino nicaragüense, nuestras tradiciones, la cultura y también promueve el amor y respeto a la naturaleza. Explicó que también hace piezas al gusto del cliente y que sus coloridas y llamativas creaciones han trascendido más allá de Nicaragua.
En este sentido explicó que algunos clientes, incluyendo extranjeros, le han comprado y encargado algunas piezas para llevárselas a Italia, España, Estados Unidos, México El Salvador y Costa Rica.
Con sus habilidosas manos es capaz de confeccionar hasta un campesino montado en su carreta con su infaltable sobrero.
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En los trozos de madera, también confecciona cuadros que reflejan paisajes maravillosos, animales silvestres merodeando en la selva, y aves posando en la rama de los árboles. Cuenta que con paciencia y esmero hace lo que se le imagina y lo que le piden sus clientes.
Su habilidad a la hora de manejar cinceles, formones, gubias y otras herramientas utilizadas en el proceso del tallado de madera, es sorprendente. Con cada golpe que propina con un pequeño maso de madera, en la cabeza de la gubias y cinceles, va dando vida poco a poco a la figura que pretende crear.
Explicó que sus obras de arte las realiza poco a poco en horas de la tarde, cuando no está impartiendo clases a sus alumnos de primaria. «Yo doy clases en el turno matutino y en la tarde, me ponga a realizar los trabajos que me encargan después que terminó de hacer mi plan de clases», comentó.
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En cada pieza mezcla la talla artística profunda con la escultura en alto relieve y el realismo. El color de sus creaciones, quedan al gusto del cliente y entre los preferidos mencionó, el vino, el uva y el color miel, aunque algunos prefieren el natural que deja la madera.
Dependiendo del relieve, el dibujo y dimensión de la pieza puede tardar entre 20 y 30 días haciéndola. Según el profesor el tallado en madera, es muy apreciado por los nicaragüenses, pero manifestó que las piezas no se venden al precio que realmente merecen.