El emblemático edificio colapsó con el paso del tiempo y el accionar de los delincuentes, quienes saquearon su madera, hierro y parte del techo.
Por: Intertextual/ Voces en Libertad/ contacto@intertextualcr.com
Con el paso del tiempo se fue destruyendo el edificio del hospital “San Juan de Dios” que representó para los granadinos una joya arquitectónica neoclásica construida en 1905. El centro médico dejó de funcionar en 1998, cuando se construyó el hospital Amistad Japón-Nicaragua, donde ahora brindan las debidas atenciones médicas a la población de esta ciudad.
Los alcaldes liberales y sandinistas nunca tuvieron dentro de sus prioridades restaurar este edificio emblemático, que colapsó con el paso del tiempo, y el accionar de los delincuentes, quienes saquearon su madera, hierro y parte del techo.
“En sus campañas, la mayor parte de los candidatos a alcaldes de la ciudad de Granada, prometieron restaurar el edificio del antiguo hospital ´San Juan de Dios´, para preservarlo como parte de la historia de la ciudad, pero ninguno cumplió y al final todo quedó en promesa”, recalcó un político opositor.
Archivos de publicaciones periodísticas testifican que en septiembre del 2013, colapsaron los techos del frontis del viejo edificio a causa de las lluvias y la falta de mantenimiento. En la actualidad, las paredes laterales edificadas con talpuja y cal, se encuentran destruidas, y en los predios, lo único que resalta es la maleza.
El uso orteguista
Desde el año 2020, que se ausentó la exalcaldesa Julia Mena y asumió su cargo el después destituido alcalde sandinista Pedro Vargas, las autoridades locales decidieron ocupar los terrenos del antiguo hospital, como parqueo de la maquinaria pesada de la comuna, por lo cual se vieron obligados a mantener vigilancia en el local.
La administración de Vargas intentó arrancar el proyecto de restauración del edificio, pero solo se colocaron unos cuantos ladrillos de cuarterones en el frontis y se mandaron a sembrar plantas ornamentales, pero nunca se vieron mayores avances.
“Dentro del Plan de Inversión del año 2020, se aprobó una partida de más de seis millones de córdobas para construir en los terrenos del histórico hospital la primera etapa del teatro municipal, pero vemos que la obra nunca inició, y por el contrario se mandaron a construir edificios, para trasladar las oficinas de la alcaldía, donde hoy despacha la edil sandinista Rosario Caldera, luego que el Palacio Municipal fuera quemado en el contexto político del 2018”, recalcó una fuente municipal.
En los últimos años, el frontis del hospital se mandó a iluminar, luego que Camila Ortega, la hija de los dictadores Daniel Ortega y Rosario Murillo, decidiera ocupar este sitio histórico como pasarela de su plataforma de moda Nicaragua Diseña. Allá las autoridades edilicias y el Instituto de Turismo, trabajaron en conjunto, para ejecutar las ambiciones de moda de la hija de la pareja presidencial, a pesar que el evento, no genera ningún ingreso en las arcas de la comuna.
Proyectos, sólo en papeles
En el año 2016, la comuna granadina aprobó dentro del Plan de Inversión Municipal, una partida de cinco millones de córdobas para formular un proyecto de restauración del antiguo hospital “San Juan de Dios”, donde pretendían darle diferentes usos, entre ellos un centro de convenciones, un mercado para la venta de artesanía y hasta la biblioteca municipal.
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“Este edificio construido hace más de 100 años representa una reliquia histórica para el pueblo de Granada, que hoy lamenta que los diferentes gobiernos municipales nunca tuvieron como prioridad su restauración. Hablamos de una ciudad que vive del turismo, donde los visitantes llegan a conocer una de las ciudades más antiguas de América Latina que el próximo año cumplirá 500 años de historia”, relató un destacado granadino bajo anonimato.
En el año 2017, el director de Obras Públicas de la alcaldía de Granada, el ingeniero Alonso Cano, dio a conocer que el viejo hospital de Granada será un hotel que será ejecutado bajo la figura de concesión, aclarando que la comuna no puede vender, ni enajenar, ni regalar un patrimonio municipal. Pero ese es otro plan más.