Una crisis silenciosa y sin precedentes sacude a la ciudad de Estelí: falta agua en sus hogares. mientras el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo botan millones de los recursos estatales en parques acuáticos y áreas recreativas. “Esto nos tiene desesperados”, denuncia una ama de casa.
La situación se ha agravado a tal punto que la Empresa Nicaragüense de Acueductos y Alcantarillados, Enacal, se ha visto obligada a abastecer a algunos barrios con cisternas, una medida también desesperada, en una ciudad que nunca había experimentado una escasez de agua parecida y en pleno meses de invierno.
“Ahora el agua se va a diario, desde la mañana, y la vuelven a poner en la tarde o hasta en la noche”, acusa Idalia, una residente del barrio “Orlando Ochoa”. Su testimonio refleja una realidad que se repite en varios barrios de Estelí, como en el Elías Moncada, Juana Elena Mendoza, Primero de Mayo, Villa Esperanza y Oscar Turcios, donde los cortes de agua, que pueden durar de 2 a 4 horas, se han convertido en una afectación diaria.
Pero la situación es aún más crítica en los barrios de la zona oeste de la ciudad. Aquí, el agua se ha ido por períodos más prolongados, obligando a Enacal a enviar cisternas para abastecer a los residentes.
La Unión, San Miguel, 18 de Mayo, Miguel Ramos, Santa Rita, Noel Gámez, Belén, Villa Cuba, Villa Sandino, Oscar Gámez 2, Nuevo Amanecer y 29 de Octubre son algunos de los barrios afectados, según la propia Enacal, debido a un desperfecto en el equipo de bombeo del pozo #22, ubicado en el barrio Oscar Gámez número 2.
La falta de agua ha generado molestia entre los residentes. «Hago un llamado a la empresa de Enacal que por favor nos pongan el agua temprano. Aparte de que la cortan todos los días de lunes a domingo, en el barrio La Unión de la ciudad de Estelí nunca hay agua en este lugar», escribió una ciudadana en su cuenta de Facebook, reflejando el malestar generalizado.
La indignación es palpable, especialmente cuando se compara la falta de agua en los hogares con el derroche evidente en las nuevas piscinas del Parque de la Familia.
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ToggleInversiones para distracción en Estelí
Régimen se adhiere a su estrategia de pan y circo, mientras Estelí se enfrenta a una creciente crisis hídrica, el régimen ha decidido desviar la atención de los problemas reales con la construcción de parques recreativos.
Uno de los proyectos más recientes es el Parque de la Familia, inaugurado en junio de 2019 y sus piscinas en abril de 2024 en el antiguo vivero municipal. Este parque, que ahora incluye enormes piscinas, ha sido presentado como un logro del Frente Sandinista, con una inversión total de más de 70 millones de córdobas, financiada por los contribuyentes estelianos.
El Parque de la Familia no es solo un espacio de recreación; es una muestra palpable de las prioridades del régimen. Según el alcalde sandinista de Estelí, Francisco Valenzuela, la construcción de las piscinas requirió una inversión adicional de 20 millones de córdobas, después de los 50 millones que invirtieron en su construcción y que fue producto de un préstamo.
«Esto es parte de las inversiones millonarias que hace nuestro gobierno sandinista para el bienestar de todas y todos», declaró Valenzuela durante la inauguración de las piscinas en junio. Declaró el edil sandinista de Estelí, Francisco Valenzuela.
Más inversiones
Las obras de la segunda etapa del parque que inauguraron en abril de este 2024, incluyeron la construcción de andenes, vestidores, duchas y cuarto de máquinas, a cargo de Rafael Margarito Rugama Aráuz, con un costo cercano a los 4 millones de córdobas.
Franklin Ramón Parrales Parrales fue el encargado de la construcción de las obras grises de las piscinas, con un costo superior a los 8 millones de córdobas. Además, la empresa Caopolicán vendió piscinas portátiles adicionales a las de concreto, por un costo de 48,824 córdobas, destinadas para uso de los niños.
Mientras los niños chapotean en las nuevas piscinas, muchos estelianos se preguntan por qué el régimen no invierte con la misma diligencia en solucionar la creciente escasez de agua que afecta a sus hogares.
Estelí sin agua en el futuro
El problema del agua en Estelí no es un fenómeno nuevo, pero sí uno que ha sido ignorado durante años por las autoridades. El río que una vez fluía por la ciudad ahora es solo un cauce seco que se llena de agua únicamente durante los aguaceros en el período lluvioso.
Este es un reflejo de la sobreexplotación de los recursos hídricos de la región, una situación que se ha agravado por la falta de inversión en infraestructura para conservar y gestionar el agua de manera sostenible.
Algunos de los pozos que abastecen de agua a la población, operados por Enacal, han experimentado aumento en su profundidad a través de perforaciones sin embargo la medida es paliativa e insuficiente porque en muchos casos, deben dejarse reposar durante días para poder extraer agua nuevamente.
Este es un claro indicio de que los mantos acuíferos son explotados al límite. Según un ex técnico de Enacal, que prefirió mantener el anonimato, la situación es crítica y podría empeorar si no se toman medidas inmediatas.
La Falta de Visión
La crisis actual es el resultado de años de negligencia y falta de visión por parte de las autoridades. Ruth Selma Herrera, especialista en temas de agua y exdirectora de Enacal, ya había advertido sobre esta situación hace una década.
«En Nicaragua, el sector agua ha sido la cenicienta de las inversiones públicas», señaló Herrera en una charla publicada por la revista Envío de la Universidad Centroamericana en 2014.
Herrera subrayó la falta de voluntad política para abordar seriamente la gestión del agua en Nicaragua. «Si hubiéramos tenido algún gobierno con voluntad y capacidad para entender qué significa manejar adecuadamente los ecosistemas que producen agua, conservarla, gestionar responsablemente, desarrollar infraestructura que permite captarla (cosechar), almacenarla y distribuirla con eficiencia, nuestro país no estaría en las preocupantes condiciones que hoy enfrentamos», afirmó.
Su análisis es más relevante que nunca. Mientras el régimen se enfoca en proyectos de energía y comunicaciones, y hasta en un Canal Interoceánico, el agua, un recurso vital, ha quedado fuera de la agenda de inversiones.
La pregunta que plantea Herrera resuena con fuerza: «¿Qué perspectivas tenemos de futuro si no ponemos el agua en la agenda social, comunitaria y gremial?»
¿Un desastre en el horizonte?
La falta de inversión en la gestión del agua podría tener consecuencias catastróficas para Estelí y para Nicaragua en general. La sobreexplotación de los mantos acuíferos, combinada con la falta de proyectos de recarga y conservación, podría llevar a una situación en la que el agua sea un recurso escaso y altamente disputado.
La falta de agua no solo afecta la calidad de vida de los ciudadanos, sino que también tiene un impacto económico significativo. La agricultura, una de las principales actividades económicas de la región, depende en gran medida de un suministro constante de agua. Si la crisis hídrica continúa, podría poner en riesgo la producción agrícola, afectando no solo a los agricultores, sino también a toda la cadena de suministro de alimentos en la región.
La Distracción como Estrategia
Mientras tanto, el régimen parece decidido a utilizar la distracción como una estrategia para desviar la atención de la crisis. La construcción del Parque de la Familia y otras obras similares son parte de un esfuerzo por mantener a la población entretenida y alejada de los problemas reales que enfrenta el país.
Pero la estrategia de distracción tiene sus límites. A medida que la crisis del agua se agrava, es probable que la frustración y el descontento de la población crezcan. Las piscinas del Parque de la Familia pueden ser un alivio temporal para algunos, pero no resolverán el problema de fondo.
El futuro de Estelí y de Nicaragua depende de ello. Sin agua, no hay vida. Sin una gestión adecuada de este recurso vital, el país podría enfrentarse a una crisis de proporciones inimaginables.