Fue administrador de millones en tiempos de la guerrilla y como jefe del Ejército manejó otros millones de los que tampoco rendía cuentas. Se vio involucrado en ventas de activos del Ejército después de 1990 y ahora vive como magnate entre Nicaragua y Costa Rica.
Una Colaboración de Nicaragua Investiga/ Intertextual/ contacto@intertextualcr.com
Humberto Ortega, hermano mayor del actual dictador de Nicaragua, es un personaje controversial. Suele mantener un bajo perfil político, pero aparece repentinamente en momentos clave. La mayoría de las veces en las que ha ofrecido entrevistas a los medios de comunicación desde que estalló la crisis de 2018, ha usado esos espacios para atribuirse el papel de “mediador de la paz”, abogando para que dejen a Daniel Ortega gobernar hasta que termine el nuevo mandato que se autoimpuso a través de un cuestionable y nada competitivo proceso electoral que cooptó por completo al apresar a todos sus adversarios reales en 2021.
Pero ¿Qué oculta realmente Humberto Ortega? Moisés Hassan, exguerrillero sandinista, asegura que su verdadera intención es ofrecer a su hermano una salida negociada, para proteger la enorme fortuna con la que ambos se hicieron a través de estrategias no muy transparentes.
Se cree que el hermano mayor del actual dictador posee varias empresas dentro y fuera de Nicaragua, cuentas bancarias en paraísos fiscales y una gran cantidad de propiedades.
¿Cómo pasó Humberto Ortega, de ser un niño que vio morir a sus dos hermanos de hambre, según relata él mismo en su libro “Epopeya de la Insurrección”, a un acaudalado inversionista? Aquí un recuento de los que se señalan como las cinco principales formas en las que el exjefe del Ejército Popular Sandinista, cambió su realidad económica.
Indice
Toggle1- Donaciones de guerrilleros
En 1970, Humberto Ortega pasó a ser el hombre más poderoso del partido rojinegro en Costa Rica, donde esa agrupación guerrillera decidió establecer su dirección general para evitar el alcance del somocismo. A Humberto se le asignó entonces, la nada despreciable tarea de recibir millones de dólares en donaciones para cubrir las necesidades del Frente Sandinista, que por esa época, reclamaba municiones, comida y ropa para los insurgentes. Otros grupos guerrilleros y hasta gobiernos con afinidad ideológica hicieron aportes enormes, los cuales Humberto administraba a conveniencia, sin rendir cuentas.
La Resistencia Nacional de El Salvador y los Montoneros de Argentina están entre los grupos que entregaron millones de dólares al designado por el sandinismo para que siguieran su lucha armada en Nicaragua.
Humberto Ortega hace confesión de parte en su libro “La Epopeya de la Insurrección”.
“Fernán Cienfuegos, dirigente de la organización guerrillera Resistencia Nacional (RN) de El Salvador, nos facilita varios millones de dólares”, dijo en su libro sin especificar la cantidad. “También en Palo Alto establezco relación con los líderes Montoneros, los argentinos Mario Firmenich y Fernando Vaca Narvaja, quienes contribuyen para que podamos obtener otro millón de dólares”, continuó relatando el exjefe militar.
En el libro, Humberto Ortega también da a conocer que se hacían lo que ellos llamaban “actos de recuperación”. Es decir, el resultado de los robos que él recibía. La exguerrillera Dora María Téllez, le hizo llegar varias barras de oro “recuperadas” en unas minas del occidente del país, que fueron intercambiadas con cubanos por medio millón de dólares, contó el mismo Humberto en su revelador libro.
2- Fondos estatales sin rendición
Ya todos conocemos la historia. El Frente Sandinista logra acorralar a Somoza una vez que este perdió el apoyo de Estados Unidos y los guerrilleros se instalan en el poder. Humberto Ortega fue el máximo jefe del Ejército Popular Sandinista entre 1979 – 1990 y luego de lo que se llamó Ejército de Nicaragua entre 1990 y 1995. Manejó a discreción los fondos de esta cartera sin ningún tipo de supervisión y rendición de cuentas.
Moisés Hassan que participó como candidato a la presidencia en los comicios de 1990 y ganó un curul en la Asamblea Nacional, recuerda que allá llegó la discusión del Presupuesto asignado al Ministerio de Defensa, enviado en ese entonces por Humberto Ortega, en el que sólo resaltaba el nombre de la institución y la cantidad de dinero a aprobar, sin detalles.
Hassan denuncia que en esa ocasión, el Parlamento no hizo caso de sus objeciones y aprobó sin refutar que se le asignaran 700 millones de córdobas sin que dijera cómo los iba a gastar específicamente.
El exjefe militar también había manejado una caja chica de 200 mil dólares mensuales del Ejército. Además, administró con hermetismo un presupuesto en dólares y otro en córdobas que “era gastado en vehículos de lujo que no tenían nada que ver con las necesidades del Ejército Popular Sandinista, mucho menos con necesidades relacionadas de la guerra”, dijo Róger Miranda, exjefe de la Secretaría del ministro de Defensa y mano derecha de Humberto Ortega en ese entonces. Miranda se reveló al Frente Sandinista y escribió el libro: “La Guerra Civil en Nicaragua: Dentro de los Sandinistas”.
Un presupuesto de ese tamaño sin mayor fiscalización por 16 años en el puesto, es lo que a muchos ayudó a Humberto Ortega a amasar otra parte de su fortuna.
3- Empresas con dinero mal habido
Roger Miranda, también reveló en su libro que Humberto Ortega, usó en 1979 a un hombre de su confianza llamado Mario Castillo, para abrir con medio millón de dólares una cuenta en un banco de Panamá, para crear la corporación Alfa Comercial, que se cree es propietaria de numerosas empresas en varios países.
Según Miranda; Mario Castillo, a quien Humberto también contrató como comprador de suministros del Ejército, inflaba los precios de los artículos para supuestamente repartirse las ganancias con su socio de fechorías y jefe.
En 1980, con un salario de 300 dólares mensuales, Humberto Ortega tenía a su servicio al menos 17 sirvientes para su familia sin contar con las fuerzas de seguridad. Según las revelaciones de Miranda tenía 1.5 millones de dólares en un banco de Suiza aseguró Miranda.
4- Más cuentas en paraísos fiscales
Al perder el poder el Frente Sandinista en 1990, Humberto Ortega quiso prepararse ante la posibilidad de salir de la institución, según demostró un documento en poder el prestigioso medio The Miami Herald y compartido con La Nación de Costa Rica, que lo reportó en la fecha.
Carlos Aguilar Calderón, exembajador de Costa Rica en Nicaragua para entonces, apareció vinculado a una operación financiera del Lloyds Bank, radicado en Bahamas, por medio de la cual se transfirieron cerca de 6 millones dólares entre el 4 de enero de 1991 y el 11 de marzo de 1992, a favor de varias personas allegadas Humberto Ortega.
El exembajador recibió 150 mil dólares. También se transfirió 50 mil dólares a Ligia Trejos Leiva, esposa de Humberto Ortega, y más de 775 mil dólares fueron depositados a nombre de Ramiro Contreras, hermano del nicaragüense-mexicano de René Contreras, exasistente personal de exjefe militar.
Casi un millón de dólares terminó en una compañía controlada por ayudantes militares de Humberto Ortega y otra parte del dinero desapareció en un enmarañado sendero de cuentas bancarias suizas y de compañías fantasmas en Panamá.
5- La opaca venta de armamento
En el Gobierno de Doña Violeta Barrios de Chamorro, Humberto Ortega se mantuvo en su cargo a punta de amenazas de desestabilizar al país, pero su permanencia tenía como condición desmantelar a los contrarrevolucionarios y reducir el Ejército, que comenzó a operar como un gobierno paralelo que incomodó a la nueva administración.
En medio de esas tensiones, en enero de 1991, el entonces vicepresidente de El Salvador, José Francisco Merino López, culpó directamente a Humberto Ortega de ser responsable por la venta ilegal de 28 misiles de fabricación soviética por once mil dólares al Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), organización política guerrillera alineada ideológicamente con el sandinismo.
Después de diálogos diplomáticos, los activos fueron devueltos al Gobierno de Nicaragua. El general Ortega afirmó que tras dejar el cargo “no saldría en bicicleta del ejército” y que tenía derecho a un “retiro digno”, recordó a Nicaragua Investiga Roberto Samcam, mayor en retiro del Ejército Popular Sandinista, quien sostiene que otra venta de armas por decisión del Gobierno de Nicaragua, fueron los helicópteros a Perú y otros activos al Ecuador.
Los medios de comunicación y reportes oficiales de la época informaron que Perú compró por 24 millones de dólares 14 helicópteros rusos artillados Mi-17 y siete Mi-25. Ecuador obtuvo el sistema de radares y otros activos que costaron 50 millones de dólares, según la prensa de ese país.
En abril de 2006, Humberto Ortega asistió como expositor a una actividad de la Universidad Centroamericana UCA, ahí le preguntaron por este dinero y si utilizó una parte para convertirse en un gran empresario. No quiso responder.
Él sostuvo en la entrevista con medios locales que no es un gran empresario, y no tiene todos los negocios que le han atribuido; que vive por su “actividad personal” y por las relaciones que cultivó durante el primer gobierno sandinista. Y como si llevara la misma vida de carencias que relató en su libro al contar su infancia, afirmó que tiene que “ingeniársela, como todos, cada quien a su nivel” para sobrevivir.