Una noticia ha consternado la mañana de este 6 de mayo del 2024, a habitantes de la comunidad Lamlaya, de la ciudad de Bilwi, municipio de Puerto Cabezas de la Costa Caribe norte de Nicaragua, al conocerse del femicidio que realizaría Licar Michell Bonaparte de 30 años, de nacionalidad hondureña que agredió a su esposa Aracely Pantin López de 29 años y quien asesinó a su cuñada Jhoysi Pantin López de 27 años.
Según una nota de prensa publicada por el Movimiento Prilaka community Foundation refiere que, «en horas de la madrugada de hoy el femicida llegó en estado de ebriedad y agredió a golpes a su esposa, luego le propinó varios machetazos. Jhoysi, intervino para rescatar a su hermana, pero Licar le propinó una puñalada y varios machetazos, asesinándola al instante.»
Las autoridades de Nicaragua no se han pronunciado sobre este caso, extraoficialmente intertextual conoció que el femicida fue detenido por la policía en la misma comunidad donde cometió este hecho.
Habitantes exigen se haga justicia y que este caso no quede en la impunidad como todos los que han ocurrido en los territorios de los pueblos originarios de la costa Caribe Norte del país.
«Ciertamente el estado de Nicaragua no solamente no ha cumplido con su labor si no que ha propiciado la violencia en contra de las mujeres, los femicidios y la violencia hacia las mujeres ha incrementado, la falta de investigación de parte de las autoridades y el sistema judicial deja en libertad a los femicidas», dijo a Intertextual la feminista Ana Quiroz, directora de CISAS e integrante de la Articulación Feminista de Nicaragua.
Actualmente se conoce que Aracely Pantin se encuentra en estado delicado en el hospital Nuevo Amanecer de Bilwi, la familia de Jhoysi busca contactar al esposo que se encuentra trabajando en alta mar desde hace más de una semana. Se ha confirmado que Lícar ejercía violencia de género contra Aracely desde años atrás y que se encontraban temporalmente en casa de sus cuñados.
Perpetradores de femicidios: un detenido y uno en la impunidad
Ante hecho, medios oficialistas informaron que Lícar se encontraba prófugo; sin embargo, mediante un video que fue grabado por los mismo comunitarios se observa que se están enardecidos e indignados por el brutal hecho.
Los comunitarios han expresado que las autoridades en muchas ocasiones no actúan con mano dura ante los femicidios y la violencia de género porque se ha normalizado en la región.
«Realmente el estado de Nicaragua no protege a las mujeres, no educa a niños y niñas para que con toda la firmeza del caso se condene y se repudie la violencia contra las mujeres, los hombres simplemente huyen y son protegidos por parte de su familia y terminan sin cumplir ninguna condena», explica Quiroz.
La violencia machista deja como resultado un femicidio, un femicidio frustrado y dos niños en orfandad. Este es el segundo femicidio registrado en el municipio de Puerto Cabezas, en menos de una semana, anteriormente colonos asesinaron a una joven indígena en la comunidad Sangnilaya, a la que después de privarle de la vida lanzaron su cuerpo a un rio, donde fue encontrada por sus familiares.
Ante este ultimo caso las autoridades y medios oficialistas han negado que hayan sido colonos lo que privaron de la vida a la joven de 21 años, hasta el momento el caso permanece en la impunidad y las autoridades no han logrado la captura del o los femicidas, los familiares de la joven continúan exigiendo justicia ante este y todos casos que están en la impunidad.
«En el caso de la costa caribe norte tenemos la agravante de colonos armados con la complicidad de las autoridades policiales y militares que han facilitado que esta gente actúe de forma violenta en contra de los comunitarios y donde las principales victimas resultan siendo las mujeres de las comunidades que han sido asesinadas en números ocasiones’, expresa Ana Quiroz.
Las autoridades regionales continúan sin realizar ningún tipo de acción para prevenir y sancionar a estos colonos femicidas y así proteger a las niñas, adolescentes y mujeres que están expuestas a la violencia en el día a día. Las organizaciones feministas contabilizan 36 femicidios en lo que va de este 2024 y el estado continuo de brazos cruzados ante el incremento de la violencia hacia las mujeres.
«Desde Prilaka condenamos todo tipo de violencias en nuestros territorios, expresamos repudio ante la violencia machista y hacemos un llamado al estado de Nicaragua a generar condiciones justas para evitar violencias en todas las esferas de la vida. La violencia contra las mujeres no es parte de nuestras culturas indígenas, es un reflejo del abandono histórico por parte del estado que viven las mujeres indígenas ante la falta de acceso a la justicia», finaliza diciendo la nota de Prilaka